La Embajada de España ante la Santa Sede es considerada la misión diplomática permanente más antigua del mundo.
Fotografía: Fundación Endesa
Fotografía: Fundación Endesa
El pasado 2022 el Palacio de España conmemoraba los 400 años como sede de la Embajada de España ante la Santa Sede. Esta efeméride se ha celebrado con una serie de actos que culminaron el pasado 21 de diciembre, con la inauguración de una nueva iluminación artística de las fachadas del edificio de la Embajada que se ha podido realizar gracias a la contribución de la Fundación Endesa, la entidad sin ánimo de lucro de carácter social de Endesa, la filial española del Grupo Enel.
A este acto de inauguración y celebración, asistieron Isabel Celaá, embajadora ante la Santa Sede, Félix Costales, ministro consejero de la embajada ante la Santa Sede, Miguel Fernández-Palacios, embajador de España ante la República Italiana, Francesco Starace, CEO de Enel, Juan Sánchez-Calero, Presidente de Endesa, José Bogas, CEO de Endesa y Javier Blanco, director general de la Fundación Endesa.
La fecha elegida para esta inauguración tiene un gran valor simbólico, pues fue precisamente un 21 de diciembre de 1622, hace 400 años, cuando el Duque de Alburquerque, a la sazón Embajador ante los Estados Pontificios, se instaló en el Palacio como su arrendatario. La Fundación Endesa se suma a los actos conmemorativos del IV Centenario del Palacio de España como sede de la Embajada de España ante la Santa Sede – la más antigua del mundo y el edificio más emblemático de toda la red de embajadas que España tiene hoy en el exterior – contribuyendo con esta nueva iluminación, sostenible y eficiente energéticamente, a resaltar su belleza arquitectónica y relevancia histórica.
En línea con el compromiso de la Fundación Endesa, de Endesa y de todo el Grupo Enel con la sostenibilidad, la eficiencia energética y la innovación tecnológica, se ha realizado una iluminación monumental integrada en el edificio, con luminarias lineales y proyectores de tecnología led. La iluminación se puede programar en tonalidad de luz blanco cálido o bien en un color determinado para días concretos.
La potencia que demanda esta iluminación de las cuatro fachadas del edificio es de 2,12 kW, un 36% menos que con las fuentes de luz instaladas previamente. Esta actuación supondrá un ahorro de 1.752 kilovatios-hora/año y evitará la emisión a la atmósfera de 350 kg de CO2 al año, teniendo en cuenta una duración de encendido medio prevista de 4 horas diarias.
La relación de Endesa y de su Fundación con Roma no es nueva. Como parte de sus objetivos, la Fundación Endesa impulsa y apoya iniciativas que promuevan la conservación del patrimonio y el desarrollo creativo del arte y la cultura, habiendo colaborado en el pasado en dos significativos proyectos de iluminación de monumentos y elementos artísticos de la capital italiana. En 2007 ya colaboró con la iluminación de la fachada principal de esta misma Embajada, iluminación que ahora se renueva con luminarias más versátiles y de mayor eficiencia energética y que se extiende además a las fachadas laterales de la misma. Del mismo modo la Fundación Endesa y el Vaticano firmaron en mayo de 2017 un acuerdo para la iluminación artística de la Basílica Papal de Santa María la Mayor, iluminación que fue inaugurada en enero de 2018.
Historia de la Embajada de España ante la Santa Sede
La Embajada de España ante la Santa Sede es considerada la misión diplomática permanente más antigua del mundo. Tras su creación en 1475, la Embajada se ubicó en distintos edificios del centro de Roma, principalmente en los alrededores de Piazza Navona, hasta que en 1622 se trasladó de forma estable a su actual sede, primero en régimen de alquiler y a partir de 1647 en propiedad.
Fotografía: Fundación Endesa
La decisión de hacerse con una sede permanente para la Embajada supuso en su momento una verdadera innovación política y propagandística en el ámbito de la acción diplomática europea en la Corte Pontificia. Ello, y el importante papel que España siempre jugó en la historia de Roma y del Papado hasta finales del S. XVIII, ha hecho que el Palacio de España, sede tradicional de la Embajada ante la Santa Sede, haya tenido siempre una influencia relevante en la historia de la ciudad eterna, dando además nombre a una de sus plazas más emblemáticas.
