El pasado día 31 de diciembre se ha cerrado la puerta Santa de la Catedral de Santiago de Compostela la cual no se volverá abrir hasta el 2027, pues sólo se abre en los años Santos.
El Año Santo Compostelano número 120 llegó a su fin con el cierre este pasado sábado de la Puerta Santa, Puerta de los Perdones, Porta do Quintán o Puerta de San Payo, como la nombra el Calixtino.
La Puerta Santa de Santiago de Compostela
La Puerta Santa, se abre solo los años santos, es una de las partes más simbólicas y que más interés despierta en los miles de turistas que cada año visitan la Catedral Compostelana. Es de dos hojas en las que se representan pasajes de la translación, vida y muerte del Apóstol Santiago.
Cada 31 de diciembre previo al año santo y a media tarde, una procesión encabezada por el arzobispo se acerca a la puerta. Acompañado de oraciones da tres golpes con un martillo de plata que hacer caer un muro de piedra, colocado para este ritual, dejando libre el paso hasta el 31 de diciembre siguiente en el que otra procesión dará por clausurado el año santo y la puerta.
La Puerta Santa es una de sus partes más simbólicas. Al igual que las puertas santas de las basílicas mayores romanas, como las de San Pedro, San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros o Santa María la Mayor, solo se abre en los Años Santos. En Compostela, los años santos son aquéllos en los que el día de la festividad de Santiago, el 25 de julio, cae en domingo. A causa de los años bisiestos, esto se produce con una cadencia de seis, cinco, seis y once años. Además, el papa puede declarar años santos extraordinarios, como 2016, y el cabildo puede decidir abrir excepcionalmente la puerta santa durante ese año.
El ritual de apertura se mantiene con pocas variaciones desde el siglo XVI. El 31 de diciembre previo al año santo, una procesión encabezada por el arzobispo se acerca a la Puerta. Acompañados de oraciones, los tres golpes dados con un martillo de plata hacen caer el muro de piedras colocado al efecto en la parte interior, dejando libre un paso que se mantendrá abierto hasta el 31 de diciembre siguiente, cuando otra procesión dará por clausurados el año santo y su puerta.