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Este mes te invitamos a visitar: Cantalpino (Salamanca)

En el origen del nombre de Cantalpino parece inevitable considerar la opinión según la cual los nombres de Cantalapiedra, Cantaracillo, Cantimpalos, Cantespino, Cansoles y similares contienen una forma proclítica –can- ‘campo’, como ya señaló Julio González, descartando como innecesaria la hipótesis prerromana (raíz -kanta- ‘piedra, peñasco’), de la que Llorente era el más destacado valedor.

Bandera_de_Cantalpino_svgRiesco Chueca se adhiere a la propuesta de Julio González, ofreciendo una panorámica general e introduciendo algunas matizaciones semánticas que explican la alta concentración espacial de los toponimios “Canta” en la antigua frontera entre Castilla y León, un hecho que ya había llamado la atención de A. Barrios

La historia de la localidad Cantalpino se remonta a la repoblación que tras la reconquista de las tierras del Bajo Duero se llevó a cabo por el Rey Alfonso VI en los primeros años del segundo milenio, y más concretamente en esta zona por quien fue brazo derecho del monarca, el conde de Galicia Don Raimundo de Borgoña, cuñado del Rey y padre de Alfonso VII.

En esta época se estableció un asentamiento humano que sería el origen de Cantalpino. Desde el primer momento la población se dedicó a la agricultura y la ganadería, para lo cual contaban con un medio físico privilegiado por la calidad de la tierra y la abundancia de agua en el subsuelo.

En el siglo XIII aparecen las primeras referencias históricas del lugar, que se mantuvo bajo la jurisdicción de Salamanca hasta el siglo XVII en que los vecinos compraron su jurisdicción al Rey Felipe IV, quien otorgó al lugar el título de Villa: en el Archivo Municipal se conserva el conocido como «Libro de la Villa» un ejemplar encuadernado que consta de 154 folios dobles en pergamino, en los cuales, en preciosa caligrafía, se recogen los diferentes documentos en que se formalizó la compra de la jurisdicción.

foto ayuntamiento de cantalpinoToponimia y ubicación

En el origen del nombre de Cantalpino parece inevitable considerar la opinión según la cual los nombres de Cantalapiedra, Cantaracillo, Cantimpalos, Cantespino, Cansoles y similares contienen una forma proclítica –can- ‘campo’, como ya señaló Julio González, descartando como innecesaria la hipótesis prerromana (raíz -kanta- ‘piedra, peñasco’), de la que Llorente era el más destacado valedor. Riesco Chueca se adhiere a la propuesta de Julio González, ofreciendo una panorámica general e introduciendo algunas matizaciones semánticas que explican la alta concentración espacial de los toponimios “Canta” en la antigua frontera entre Castilla y León, un hecho que ya había llamado la atención de A. Barrios.

Con relación a Cantalpino, las variantes registradas son poco discrepantes. En un testamento de 1264, consta como Candelpino.

Julio González interpretaba la toponimia de campo en la región allende el Duero como alusiva a terrenos fértiles, aptos para la labor, pero abandonados tras las guerras (“campos inicialmente incultos, no vinculados sólo para pastos”), que llamarían la atención de los ganaderos y caballeros repobladores en el siglo X.

No obstante, y sobre todo para los topónimos fronterizos, Riesco sospecha en estos nombres una referencia más militar que agrícola, en la que -cam-, -can- estén por ‘campo de batalla, línea defensiva’.

Estos pueblos se sitúan en la frontera entre Castilla y León, donde fueron frecuentes las refriegas militares; Cantalapiedra y Cantaracillo contaron con torres fortificadas. A la vista de estos datos y dada la alta concentración de toponimios Canta-, Cande- (< cam[po] de) en las fronteras de Castilla, es probable que hagan referencia a lugares de batalla o puntos de alta tensión fronteriza.

El carácter de emblema en los determinativos (piedra, arcillo, pino, sol, espina) parece entroncar con la tradición heráldica de ligar la memoria de una batalla a una circunstancia anecdótica. En otros casos, sin embargo, habrá de interpretarse campo en su acepción toponímica más común: tierra desarbolada, rasa.

Cantalpino forma parte de la provincia de Salamanca, situado a 30 km. al NE de la capital. El término municipal tiene 81,36 km2, limita con la provincia de Zamora y está próximo a las provincias de Valladolid y Ávila. La altitud sobre el nivel del mar es de 809 m. El clima es el continental propio de la Meseta, atemperado en sus rigores por la ubicación del pueblo en un leve valle, en tiempos rodeado de extensos pinares de los que aún quedan pequeñas extensiones en los bonitos parajes de los alrededores.

Actualmente tiene unos 1.025 habitantes que se dedican mayoritariamente a la agricultura, destacando por su extraordinaria calidad los productos hortícolas y especialmente la patata, de singular textura y sabor; también existen pequeñas industrias artesanales del mimbre.

 

fondo_cabeceraPatrimonio artístico

Entre el patrimonio artístico destaca la Iglesia de San Pedro Apóstol, del siglo XVI, declarada Bien de Interés Cultural y que atesora magníficas obras de arte. También es de destacar la casa natal de Sor Eusebia Palomino, beatificada por el Papa Juan Pablo II.

Las Fiestas Patronales se celebran los días 15 y 16 de agosto, en honor de la Patrona de la localidad Nª Sª de la Asunción y de San Roque.

La localidad de Cantalpino disfruta de un especial dinamismo en cuanto a las iniciativas de tipo cultural, con la existencia de varias asociaciones y la alta participación de los vecinos en las mismas. Es de resaltar la labor realizada de recuperación de un baile popular de la localidad y de la comarca, que es la danza del Paleo, baile que data del siglo XVIII.

foto panoramioCantalpino “sabores de los de antes”

Cantalpino destaca por la calidad de sus productos agrícolas y ganaderos: textura y sabor «de los de antes», lo cual está propiciado por la singularidad de la confluencia de dos componentes que no suelen ir juntos: tierra arenosa y agua subterránea en abundancia a poca profundidad y filtrada a través de la roca arenisca. Con esta especial conexión física se producen lechugas, repollos, tomates, cebollas, ajos, puerros, etc., además de alubias blancas y garbanzos, todos ellos finísimos y gran sabor.

Por otra parte, el ganado también se ve afectado por la calidad de la yerba que crece en los prados: los corderos son de calidad extraordinaria. Pero sin duda el producto estrella es la patata, por la gran producción y por su calidad especial.

La industria del mimbre también es destacable, como en toda la comarca, contando la localidad con muy buenos artesanos.

Fuente y más info: http://www.cantalpino.org y http://es.wikipedia.org/wiki/Cantalpino

 

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