El presidente, Eduardo Morán, firma un convenio con el obispo Jesús Fernández, en el que las subvenciones serán gestionadas por ayuntamientos y juntas vecinales. Los bienes que se acojan a este plan deberán abrir sus puertas a actividades de interés cultural y social propuestas por los vecinos
El presidente de la Diputación de León, Eduardo Morán, ha firmado este miércoles un convenio con el obispo de Astorga, Jesús Fernández, por el que la entidad provincial aporta 250.000 euros para la reparación de templos propiedad de la Diócesis que necesiten reformas y que se encuentren enclavados en municipios de menos de 20.000 habitantes. El convenio, denominado ‚Iglesia abierta’, es idéntico al firmado el pasado 2 de diciembre con la Diócesis de León y también recoge una aportación de 250.000 euros del Obispado astorgano.
El acuerdo, suscrito en el Palacio de los Guzmanes, incluye dos puntos novedosos con respecto a otros firmados por la entidad en anteriores mandatos: en primer lugar, que las aportaciones serán gestionadas directamente por los ayuntamientos y juntas vecinales, entidades que serán quienes soliciten la subvención y que además podrán colaborar económicamente aportando un 10%, como mínimo, del coste total de cada proyecto. Y, en segundo lugar, que los templos que se acojan a este plan deberán abrir sus puertas a actividades de interés cultural y social propuestas por los vecinos y feligreses de cada una de las localidades en los que estén enclavados, siempre y cuando no interfieran en las actividades litúrgicas y pastorales.
Eduardo Morán ha recordado que las iglesias, ermitas, templos, monasterios y santuarios propiedad de las diócesis de León y Astorga “representan una parte fundamental del patrimonio histórico-artístico de la provincia de León” y que, para la mayor parte de los núcleos de población de la provincia, “estos edificios vienen a constituir el elemento de mayor valor no solo patrimonial sino también social, pues son los lugares donde se celebran muchos de los rituales que marcan el día a día de cada localidad”.
El presidente de la Diputación ha observado que la conservación y el mantenimiento de estas iglesias y ermitas “es un asunto que preocupa mucho a los vecinos y vecinas de nuestros pueblos” y que el mal estado de algunas de ellas “puede llegar a poner en riesgo, en algunos casos, su supervivencia”. Morán expresó que, ante esta situación, el Instituto Leonés de Cultura de la Diputación Provincial “ha querido dar respuesta adecuada a esas demandas” de la misma manera que ha hecho convocando líneas de subvención destinadas a la arquitectura tradicional y a otro tipo de arquitectura monumental, y que sólo en los últimos tres años han superado los diez millones de euros de inversión.
Además, Morán se ha referido a otro punto destacado del convenio, el hecho de plasmar sobre el papel algo que ya está sucediendo en muchas iglesias como es la apertura de sus puertas para actividades culturales y sociales. Asimismo, ha pedido la colaboración de las administraciones superiores para que se sumen a la atención que la institución provincial, los obispados, los ayuntamientos y las juntas vecinales dispensan a estos bienes culturales.
El presidente ha recordado que será un comité técnico formado por especialistas de las dos entidades quien se encargue de valorar los proyectos recibidos, valoración en la que, sobre todo, se tendrá en cuenta el estado de los edificios.
Por su parte, el obispo de Astorga, Jesús Fernández, ha mostrado su satisfacción por la firma del convenio y lo ha calificado de “expresión de una colaboración que va a redundar en el bien común, que va a favorecer a ese mundo rural despoblado y necesitado de ayuda”. “Lo mismo que un árbol no sobrevive sin su raíz, un pueblo no puede sobrevivir sin el patrimonio que aviva su ser y que, además, alienta su futuro”, ha agregado.