Una representación de la Asociación de Municipios del Camino de Santiago Francés (AMCS)se desplazaba a Santiago de Compostela este fin de semana con un doble objetivo: presentar su ofrenda al Apóstol e ir preparando el trigésimo aniversario de la declaración del Camino de Santiago Francés como Patrimonio Mundial.
Una delegación de alcaldes de AMCS, encabezada por el actual presidente de la asociación, Enrique Maya Miranda, se desplazaba hasta Santiago de Compostela, donde el domingo, 6 de noviembre, a las 12 del mediodía, durante la misa del peregrino, entregaron por primera vez su ofrenda al Apóstol, sumándose así a una tradición que se remonta al año 1643, cuando el entonces rey Felipe IV, oficializó la ofrenda como vía para encomendarse al Apóstol y contar con su bendición y guía.
Un emotivo homenaje que se abría con las palabras de Maya Miranda, quien, en nombre de los 109 alcaldes que conforman la asociación rendía homenaje y gratitud al Apóstol, conscientes “de cuánto la Vía compostelana ha enriquecido nuestra historia, cuantas gracias, de toda índole, ha aportado durante siglos la peregrinación jacobea a nuestras gentes y entornos urbanos”.
Trigésimo aniversario de la declaración del Camino de Santiago Francés como Patrimonio Mundial
De forma previa a la Ofrenda, el sábado, 5 de noviembre, la delegación de AMCS puedo mantener reuniones con diferentes representantes institucionales. En concreto, fueron recibidos por el Arzobispo, Julián Barrio; el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda y, finalmente, el teniente de alcalde de Santiago, Gumersindo Guinarte. El objetivo de estos encuentros, además de dar a conocer el trabajo de la Asociación, fue presentar la propuesta de actividades que está previsto llevar a cabo en 2023, con motivo de la celebración del trigésimo aniversario de la declaración del Camino de Santiago Francés como Patrimonio Mundial.
Desde AMCS se ha preparado un plan de acción que se vertebra en torno a cuatro ejes, que tratan de poner en valor la historia del Camino Francés, desde la investigación; concitando esfuerzos público-privados; procurando la participación social y logrando que la ruta sea verdadero eje de desarrollo socioeconómico.
Los encuentros en Santiago de Compostela constituyen un primer paso para concitar esfuerzos con otras instituciones y comenzar a trazar entre todos el calendario de actividades para 2023. En principio, entre las ideas que baraja la Asociación y que se irán concretando en los próximos meses está la realización de exposiciones, conciertos o un congreso internacional sobre el impacto que ha supuesto la declaración como Patrimonio Mundial del Camino de Santiago Francés y lo que la peregrinación ha significado a lo largo de los siglos.