La entidad recomienda el uso de gafas de sol homologadas, que pueden llevar graduación e incluso ser progresivas.
La radiación ultravioleta (UVA y UVB) de los rayos solares aumenta en los meses de verano hasta altos niveles, por lo que el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León advierte de la necesidad de proteger los ojos, especialmente en esta época del año, para prevenir posibles alteraciones y degeneraciones oculares, tales como conjuntivitis, queratitis, cataratas, pterigium, etc…
Los altos niveles de radiación UV “pueden provocar daños en estructuras oculares tan importantes como la retina, incluso aunque no nos demos cuenta”, recuerda el presidente de los ópticos castellanos y leoneses, Ignacio J. Ferreira, quien recomienda el uso de gafas de sol homologadas con todas sus variedades de cristales solares, que pueden llevar graduación o ser incluso progresivos.
Las gafas de sol son un complemento fundamental en estas fechas, más allá de modas o estilos, por lo que el Colegio insiste en la necesidad del asesoramiento de un profesional de la visión para elegir el cristal más adecuado, siempre en función de la actividad o las particularidades de cada usuario. En cualquiera de los casos, lo más importante es que el cristal ofrezca una visión lo más confortable posible y, a la vez, garantice la máxima protección frente a los rayos UV.
Bajo la supervisión de un profesional, se le aconsejará sobre los distintos tipos de lentes solares, entre las que se incluyen las polarizadas, las espejadas y las fotocromáticas, entre otras.
El Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León recalca también la importancia de elegir el color de las gafas de sol en función de las actividades que se vayan a desarrollar con ellas. La categoría del filtro, que va del 0 al 4, es otro punto a tener en cuenta, independientemente del color elegido. El filtro 0 es de lentes muy claras y ofrece una protección frente a los rayos UV inferior al 20 por ciento, mientras que los filtros 1 a 3 varían entre un 20 y un 92 por ciento de protección, por lo que se recomiendan para conducción diurna o práctica de deportes. El filtro de categoría 4, con una absorción del 93 al 96 por ciento, protege la vista en ambientes de luminosidad solar extrema, como la nieve o la alta montaña, pero por su oscuridad y falta de contraste se prohibe su uso en la conducción.
A la hora de elegir las gafas de sol más apropiadas, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León aconseja que siempre se adquieran lentes homologadas, a la venta únicamente en centros autorizados, ya que el hecho de que una lente lleve color no garantiza que proteja adecuadamente los ojos. “Si las gafas no ofrecen la protección adecuada, se produce el efecto contrario, ya que se dilata más la pupila y las radiaciones dañinas penetran todavía más en el interior del ojo, lo que resulta más perjudicial que no llevar ningún tipo de protección”, tal y como afirma Ignacio J. Ferreira.
De igual manera, el uso de lentes de mala calidad puede provocar mareos, visión doble, dolores de cabeza o daños oculares. Para evitar riesgos, el presidente del Colegio recomienda “encarecidamente” que las gafas de sol “no se adquieran en mercadillos u otros canales de venta no autorizados, ni se compren aquellas que son de juguete para niños en bazares”.
El Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León está compuesto por más de 700 colegiados y cuenta con delegaciones en las nueve provincias de la Comunidad. Entre sus principales cometidos destaca el fomento de la salud ocular y el cuidado de la visión a través de la red de profesionales de la región.
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