Los parachoques están diseñados para amortiguar el impacto de un golpe, pero a veces pueden fallar.
El parachoques es una pieza fundamental del coche y su función es proteger al vehículo y a sus ocupantes en caso de accidente. Por tanto, es fundamental que se encuentre en el mejor estado posible.
Uno de los fallos más habituales es que se rompa o se dañe a consecuencia de cualquier posible escenario ante el que nos encontremos. Esto puede ser causado por una colisión, un fuerte impacto o incluso el desgaste natural con el paso del tiempo. Otro problema frecuente es que se se deformen, sobre todo si no se ha colocado correctamente.
Por último, también puede haber fallos en los sistemas de fijación o en los accesorios, como las luces o los reflectores. Estos problemas suelen ser menos graves, pero pueden afectar al funcionamiento del parachoques y reducir su eficacia.
¿Qué tipo de fallos puede tener un parachoques?
Los parachoques son una parte importante de seguridad de un vehículo y si están dañados pueden causar serios problemas. Aquí hay algunos de los tipos de fallos que pueden afectar a un parachoques:
Fisuras o grietas: las fisuras o grietas pueden debilitar la estructura del parachoques y hacer que se rompa en un impacto.
Golpes: si el parachoques ha sufrido un fuerte golpe, puede estar dañado internamente, incluso si no se ve ninguna fisura o grieta en la superficie.
Desalineación: si el parachoques está desalineado, puede no funcionar correctamente en un impacto.
Corrosión: la corrosión puede debilitar el metal del parachoques, lo que lo hace más susceptible a romperse en un accidente.
Roturas: las roturas son fallos graves y pueden ser causadas por un impacto fuerte o por el desgaste natural del tiempo.
Abombamientos: los abombamientos son protuberancias en la superficie del parachoques, normalmente causadas por un impacto.
Deformaciones: las deformaciones son fallos menos graves que los abombamientos, pero pueden reducir la eficacia del parachoques en un accidente.
¿Cómo se pueden detectar los fallos en un parachoques?
Hay varias formas de detectar los fallos en un parachoques. Sin embargo, la mejor forma es inspeccionar visualmente el parachoques cada cierto tiempo para buscar fisuras, grietas, abombamientos o deformaciones.
Si encontramos algún fallo, por pequeño que sea, es importante repararlo o reemplazarlo lo más rápido posible.
¿Cómo puedo saber si el parachoques está defectuoso?
Los parachoques están diseñados para amortiguar el impacto de un golpe, pero a veces pueden fallar. Si sospechas que el parachoques de tu vehículo está defectuoso, hay algunas cosas que puedes buscar para confirmarlo.
Si el parachoques está abollado o se ha desprendido del vehículo, es evidente que está dañado y necesita ser reemplazado. También puedes revisar los bordes del parachoques para ver si están rajados o desgarrados. Si hay alguna sección del parachoques que esté doblada hacia afuera, también indica un fallo.
Otra forma de saber si el parachoques está defectuoso es examinar los faros del vehículo. Si el impacto fue lo suficientemente fuerte como para dañar los faros, es probable que también se haya dañado el propio parachoques.
¿Cómo sustituir un parachoques?
Dependiendo del tipo de daño que haya sufrido el parachoques en cuestión, es posible que tengamos que retirarlo por completo o que podamos repararlo cuando todavía esté colocado. Si la avería es pequeña, es suficiente con reparar aquellas partes que han sido dañadas con productos específicos y mucha paciencia. Situándolos realmente en aquellas zonas que realmente presentan este daño.
En el caso de que debamos sustituirlo por completo, es recomendable acudir a un taller especializado para que nos ayude a llevar a cabo esta acción. Puesto que su papel es clave en caso de colisión o riesgo.
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