El acto consistió en el descubrimiento de una placa monolito que representa a todos los asesinados por los golpistas sublevados contra el gobierno legítimo.
La avenida de Portugal, en el barrio de Flores del Sil, acogió este lunes el emotivo homenaje a Jerónima Blanco y a su hijo Fernando Cabo, asesinados en 1936 por paramilitares fascistas.
El acto consistió en el descubrimiento de una placa monolito que representa a todos los asesinados por los golpistas sublevados contra el gobierno legítimo.
El alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, recalcó la necesidad de ahondar en la recuperación de la memoria para fortalecer la democracia y la libertad.
La entrega de un ramo de flores a los familiares de los asesinados y la interpretación de una pieza fúnebre al violonchelo completaron el sencillo homenaje al que asistieron numerosos miembros de la Corporación Municipal en representación de casi todos los grupos políticos, así como representantes de la ARMH, impulsora del homenaje, y el exconcejal de Ponferrada en Común, Miguel Ángel Fernández, que fue el primero en reclamar desde el Ayuntamiento un reconocimiento para Jerónima y Fernando.