Desde hace tiempo León dispone de una línea directa de autobús a París, pero también a toda Europa, ya que los autobuses de Eurolines están coordinados y a las afueras de Palencia, en el Área Suco, hay un intercambiador internacional de autobuses.
Así pues desde León, Salamanca, Ponferrada o Sahagún puedes ir a toda Europa, pues al llegar al Suco los autocares se esperan unos a otros para garantizar los enlaces. El de León es directo a París-Gallieni.
Es martes y son las 17,00 horas, hora prevista de recogida y el autobús no está, llega retrasado más de media hora. Cinco somos los pasajeros que estamos esperando, de los cuales 3 son peregrinos que acaban el Camino de Santiago en tierras leonesas.
Llega el bus y… gran decepción, ya que tiene más años de lo que me gustaría y es muy incómodo. Tremendamente incómodo si el de adelante reclina su butaca. He hecho Madrid-París y el autobús era impresionante. Un Supra, solo que con cuatro butacas por fila y no tres como los Supras convencionales. Este no lo es. Butacas muy desgastadas y asientos excesivamente juntos, hasta el punto que como alguien recline su butaca el viaje se hace un suplicio. Además los puntos de luz y de aire no coinciden con las butacas, así que leer se torna en tarea imposible.
El autobús arranca de la Estación de autobuses para llegar a SUCO sobre las ocho menos cuarto de la tarde en dónde ya nos encontramos a otros autocares procedentes de España y Portugal.
SUCO es un intercambiador internacional de autobuses a unos 25 kilómetros a las afueras de Palencia, que gira en torno al área de servicio del mismo nombre. Una impresionante instalación para acoger a los centenares de viajeros que llegan diariamente y en cuyo parking los autocares se alinean para facilitar el transbordo. En SUCO una treintena de autocares españoles de Socitransa, Eurolines, Alsa, o portugueses de internorte o Portugal express se alinean para efectuar el trasbordo.
Cuando el autobús para en SUCO, el conductor facilita a los pasajeros una tarjeta con el número de autocar al que tienen que transbordar. Ello se produce después de la cena, en torno a las 20,30 horas. Una impresionante logística que no admite el más mínimo error, ya que ello supone dejar pasajeros sin conexión a la ciudad de destino. La verdad que la organización y coordinación es perfecta.
Nuestro autocar se llena y pasadas las ocho y media salimos para París. Como vamos llenos el viaje será casi directo con paradas para dejar viajeros en Bayona, Poitiers y Tours, además de las paradas técnicas para estirar las piernas o desayunar. Burdeos o Saintés serán realizados por otro de los autocares de las diferentes líneas.
Antes de cruzar la frontera una última parada en territorio español para echar el último cigarro o visitar el baño. De madrugada también habrá una parada para estirar las piernas y respirar aire fresco ya que el aire se vuelve rancio.
Sobre las 8 de la mañana en los alrededores de Blois paramos para desayunar. Delicioso olor a croissant recién horneado. Reponemos fuerzas y de nuevo a nuestro autobús. A las once menos cuatro llegamos a la Estación Internacional de Autobuses de París-Gallieni, quince minutos antes de la hora prevista.
La verdad que el viaje hubiera sido muy llevadero y agradable si el autobús estuviera mejor preparado para estas distancias. Sigo con la tremenda duda si hay más espacio en el lado izquierdo que en el derecho del autobús.
Para no andar por París con la maleta pillo el hotel Campanile Port de Bagnolet, con Booking.com. La verdad que un acierto. Salir y tener el hotel arriba de la estación, a la puerta de la línea 3 de metro (Gallieni-Port de Levalois) es lo ideal. A lado tiene también un novotel y un Ibis, pero desde mi punto de vista el mejor ubicado es el Campanile, cuyo único inconveniente es que el bar del hotel cierra demasiado pronto y por la noche en los alrededores del hotel es imposible tomar un café, salvo si es fin de Semana que el Macdonals cierra en torno a media noche.
Mi estancia en París ha finalizado. He podido ver cuatro eventos impresionantes: El 800 aniversario de la Saint Chapelle, el 125 aniversario de la Torre Eiffel y la exposiciones “Orient express” y Hajj, el peregrinaje a la Meca en el instituto árabe de París, además de disfrutar 3 días y medio de la capital del Sena.
Lo bueno se acaba. Es sábado y a las 18.00 horas sale el bus de regreso a León. Una hora antes debo pasar por las taquillas a realizar el checking y recoger la pegatina para la maleta y la tarjeta que me indica en que dársena está estacionado el Bus. Quizás por ciencia infusa Eurolines pretende que sea conocedor de tal circunstancia ya que el billete no indica que hay que hacer checking en ningún sitio.
Voy a la taquilla a preguntar si con el billete que llevo tengo que cerrarlo y me indican que tengo que hacer cola en la taquilla “N” para hacer el checking. “Mon dieu”, una impresionante cola y son las cinco y diez. Y yo que he estado haciendo tiempo y tomando un café en la seguridad que con el billete se subía al bus sin más. Pues no.
Son las seis menos cuarto y por fin logro la tarjeta de embarque y la pegatina para la maleta. Subo al autobús.
Hoy sale con una ocupación algo más que mediada y el perfil del pasajero es el emigrante español de los años 60 y 70. La primera parada es en Orlen dónde suben 7 personas más. Pasado Orleans el autobús para 45 minutos para cenar. Seguimos viaje hacia Tours. Detrás de la Estación SNCF recogemos más viajeros, y luego en Poitiers. Esta vez si entramos en Saintés a dejar pasajeros y en Burdeos para recoger y dejar.
Son pasadas las 9 de la mañana y llegamos a SUCO. Aquí de nuevo se hace el trasbordo para las ciudades de origen. El nuestro tiene que esperar una hora porque el de Bélgica lleva retraso y trae 4 personas para León y 3 para Ponferrada.
Son las 12 de la mañana y estoy ya en nuestra obsoleta Estación de Autobuses de León. El viaje a finalizado y la experiencia también. A pesar de todo es una buena opción para una escapada de finde o de puente. León París ida 84 euros, vuelta 54. Precio muy competitivo para los tiempos que corren…y si el autobús fuera como el de Madrid-París….