Quien diga que Parma, el corazón de Emilia, se puede apreciar en pocas horas no se equivoca, pero esta elegante ciudad merece mucho más que un corto paseo.
Fotografía: Martínezld
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Parma es la segunda ciudad más grande de Emilia Romagna y es una perla rara: con una historia prestigiosa, una vida nocturna joven y sus muchos puntos de interés cultural característicos, también es un destino muy popular para saborear la antigua tradición culinaria reconocida en todo el mundo.
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Caracterizado por muchos monumentos importantes, ricos museos e iglesias famosas, es un destino para enamorarse al instante.
Considerada por muchos como un pequeño París por su apariencia refinada y siempre refinada, Parma no es solo una ciudad de cultura, teatro y música, sino también Ciudad Creativa de la UNESCO para la gastronomía en Italia y la capital del Food Valley de donde se originan los productos de excelencia italiana en el mundo: el jamón de Parma y el Parmigiano Reggiano, solo por nombrar algunos.
Este lugar mágico, la segunda ciudad más grande de Emilia-Romagna por población después de Bolonia, es la parada ideal para dejarse encantar por su historia, sus bellezas artísticas y culturales, sus sabores envidiados en todo el mundo.
Qué ver en Parma: 4 lugares que no te puedes perder
Respira la atmósfera del antiguo y floreciente ducado y piérdete en su inmenso patrimonio cultural: esto es lo que hay que ver en Parma para quedar fascinado con esta ciudad.
Fotografía: Martínezld
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La Parma de los símbolos : la Catedral de Parma solo puede ser la primera parada. Situado en una de las plazas más bellas de Italia, es considerado un magnífico ejemplo de la arquitectura románica lombarda y conserva obras renacentistas de gran valor, empezando por la cúpula pintada al fresco por Correggio. Junto a la Catedral se encuentra el Baptisterio de Parma , otro símbolo de la ciudad, totalmente revestido de mármol rosa y adornado con pinturas y frescos.
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La Parma del ingenio : el Teatro Farnese de Parma merece una visita en profundidad. Construido a partir de 1616, es un increíble ejemplo de ingenio: los personajes se podían bajar desde arriba, la estructura escénica era móvil y había sido equipada con un sistema para la inundación escénica del auditorio.
La Parma del arte : aquellos que quieran admirar las obras maestras que alberga esta ciudad deben hacer una parada en la Galería Nacional de Parma . De hecho, alberga obras producidas desde la Edad Media en adelante por nombres sagrados del arte como Correggio, Beato Angelico, Leonardo, Cima da Conegliano, Giulio Romano, Van Dyck, Bronzino, Tintoretto, Canaletto, Bellotto, Tiepolo y muchos otros.
3 ideas sobre qué hacer en Parma
Animada y chispeante, Parma cuenta con una joven vida nocturna gracias a los muchos estudiantes universitarios que viven aquí. Entonces, ¿qué hacer en Parma para sumergirse en este clima?
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Aquellos que buscan música y entretenimiento no pueden perderse el evento Parma Cittadella Musica de julio con muchos espectáculos y conciertos en el Parque Ducal .
Los golosos estarán encantados de realizar uno de los tours enogastronómicos de Parma , una garantía de saborear lo mejor de la tradición. Por último, merece la pena dedicar un día entero al Palazzo della Pillotta , el conjunto monumental encargado por Ottavio Farnese que alberga el Museo Arqueológico Nacional, el Teatro Farnese, la Biblioteca Palatina, la Galería Nacional y el Museo Bodonian. Un verdadero viaje al arte y la cultura.
Qué comer en Parma: 4 especialidades
Si toda la zona de Emilia Romagna es conocida por su deliciosa tradición culinaria, Parma se ha convertido en una ciudad creativa para la gastronomía de la UNESCO. ¿Qué comer en Parma ? Empieza por las 4 especialidades más conocidas, ¡pero ten por seguro que serán solo el principio!
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Entonces empieza con el Parmigiano Reggiano , el queso más famoso de Italia amparado por la denominación DOP y de calidad superior, y con el jamón de Parma, un manjar que el mundo nos envidia -e intenta copiarnos- que admite la sal como único conservante.
Continúe con el culatello di zibello , creado con la pierna de cerdo embutida en su propia vejiga, está catalogado entre los Baluartes Slow Food de Emilia Romagna.
Embutidos y quesos se pueden saborear con torta frita , una típica comida callejera: cuadrados de masa finamente enrollados fritos en manteca. Un placer sin igual.
Los lugares insólitos de Parma
En esta ciudad rica e indulgente, déjese seducir por los lugares insólitos de Parma que no encontrará en las guías turísticas.
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Comienza con el Museo APE Parma , un lugar escénico para conciertos, exposiciones de arte, representaciones teatrales, convenciones, conferencias y presentaciones de libros.
Fascinante y no muy popular, pero histórica, es la Antica Farmacia San Filippo Neri : un laboratorio galénico en Parma aún intacto, con la estructura original de 1789, que cuenta la evolución de los productos farmacéuticos del siglo XVII al XX.
El Jardín Botánico de Parma es una oportunidad para la relajación y la inmersión en la naturaleza: dedicado al conocimiento científico, alberga una gran cantidad de plantas y animales de diferentes especies.
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El Teatro Regio
El Teatro Regio (‘Teatro Real’) de Parma es un teatro de ópera del siglo XIX, inicialmente denominado Nuovo Teatro Ducale. Es el más prestigioso de los doce teatros de la ciudad y uno de los más célebres teatros líricos de Italia, simbolizando la pasión de los parmesanos por la música.
Su construcción, realizada por voluntad de la duquesa María Luisa de Austria en el emplazamiento del monasterio de San Alejandro, comenzó en 1821 según planos de Nicola Bettoli y costó 1 190 664 de liras parmesanas. De grandes dimensiones (84 metros de largo por 38 metros de ancho y 30 metros de altura) tiene una capacidad de 1200 espectadores. Reemplazó al teatro ducal que se encontraba en el interior del Palazzo di Riserva.
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El 16 de mayo de 1829, con la ópera Zaira de Vincenzo Bellini, en presencia de la duquesa, se abrió por vez primera el espléndido telón de la escena pintado por Borghesi (un Triunfo de la Sabiduría, figura alegórica del gobierno de María Luisa, que estaba representada en el personaje central bajo el aspecto de Minerva). La primera temporada prosiguió con las óperas de Gioachino Rossini Mosè e Faraone, Semiramide y El barbero de Sevilla.
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El Regio de Parma, cuna del melodrama italiano, está considerado como el más importante de los teatros italianos llamados «di tradizione» y su público está reconocido como entre los más competentes, pero también entre los más pasionales y más exigentes. Para tener la seguridad de adquirir un abono los melómanos parmesanos, desafiando el frío y las inclemencias, esperan todos los años el inicio de la venta, permaneciendo de manera ininterrumpida día y noche durante casi una semana delante de las taquillas del Regio, bajo el pórtico sostenido por los diez pujantes columnas jónicas de la fachada.
La temporada se desarrolla de mediados de diciembre a mediados de abril con cuatro nuevas producciones por año.
Su nombre está estrechamente ligado a los de Giuseppe Verdi (un festival dedicado al compositor se celebra todos los años) y el director Arturo Toscanini, nacido en Parma.
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