El monumento, ubicado en el municipio de Murias de Paredes, formó parte de un complejo que en el pasado contó con monasterio y hospital de peregrinos. El diputado de Cultura, Pablo López Presa, visitó la comarca de Omaña para comprobar el estado de algunos de sus elementos patrimoniales más destacados, así como restauraciones realizadas por el ILC en la arquitectura tradicional (molinos y fábricas de luz) de Murias y Vivero
La Diputación Provincial, a través del Instituto Leonés de Cultura (ILC), asumirá la mayor parte del coste de restauración de la ermita de La Magdalena, ubicada en uno de los parajes más bellos de la Montaña Occidental, como es el puerto de su mismo nombre, en el paso entre Omaña y Laciana, dentro del término municipal de Murias de Paredes. Aunque la estampa de la ermita, en medio de pastos de altura y cercados de piedra, es del todo habitual para quienes transitan por esta ruta, el edificio se encuentra abandonado y en muy mal estado, con falta de uso general, pérdida de materiales de todo tipo, y presa de líquenes y humedades. En concreto, el ILC aportará 89.806 euros de los casi cien mil (99.784) que cuesta la intervención, todo ello con cargo al llamado ‚Programa R. Recuperar-Regenerar-Reactivar’.
Con el paso del tiempo y el rigor del clima, la ermita ha ido perdiendo parte de sus elementos identificativos, tales como el campanario, los estribos y el tejado, de manera que en estos momentos se muestra como una construcción de piedra, de aristas redondeadas y con hierba en su cubierta, que la mimetiza con el entorno semejando desde fuera un chozo de pastores. Por el contrario, el interior supone un espacio de gran definición arquitectónica: un rectángulo cubierto por una potente bóveda de medio cañón, de lajas de piedra, dividido en dos por un arco fajón soportado por columnas apilastradas de sección recta. Solo presenta dos aberturas hacia el sur: la puerta, en la mitad occidental, y una ventana en saetera en el presbiterio. La fuerza de su mampostería y de su sillería caliza, le confieren un romántico aspecto de misteriosa gruta, pero en su interior pueden hallarse restos de las coloristas pinturas con las que estuvo adornada en su día. Mientras tanto, el suelo, muy rebajado y de barro, muestra la huella del agua que se filtra directamente por la bóveda.
Las principales obras que se plantean en esta actuación son el saneamiento del edificio, la protección de la cubierta, el recrecido de los muros laterales para impedir el paso del agua al interior, y el reforzamiento de los estribos exteriores con objeto de garantizar la trasmisión de cargas al terreno. Todo ello sin olvidar la limpieza y rejuntado en los paramentos interiores y la colocación de un pavimento elevado de madera.
El diputado de Cultura, Arte y Patrimonio, Pablo López Presa, realizó el anuncio en el transcurso de una visita a la comarca de Omaña en la que comprobó la situación de algunos de sus elementos patrimoniales más destacados. Acompañado por el coordinador de Proyectos del Instituto Leonés de Cultura, Emilio Gancedo, se reunió con los alcaldes de Riello, Manuel Rodríguez, y de Murias de Paredes, Carmen Mallo.
En el primero de estos municipios se interesó por el estado de la casona de Curueña y por diversas acciones de restauración del patrimonio mueble que se están llevando a cabo desde el ayuntamiento.
En el de Murias de Paredes, Pablo López Presa visitó un molino ubicado en esta misma localidad y que, gracias a una aportación del ILC y a la implicación vecinal, ha recuperado totalmente no solo su estructura de piedra y losa sino también su maquinaria interior, objeto de una modélica recreación que permite a los visitantes observar directamente cómo se llevaba a cabo el proceso de la molienda. El diputado de Cultura también conoció las rehabilitaciones llevadas a cabo en el molino y en la fábrica de luz del cercano pueblo de Vivero.