En los alrededores de la ciudad podemos dar un paseo por la vía ciclista litoral o fluvial, o por uno de los muchos senderos señalizados, así como practicar surf, windsurf o kitesurf y bodyboard en playas de arena fina y dorada.
Viana do Castelo es una de las ciudades más bonitas del norte de Portugal. Su participación en los Descubrimientos portugueses y, más tarde, en la pesca del bacalao, manifiestan su tradicional unión con el mar.
A Viana do Castelo se llega enseguida desde Oporto o desde Valença para quien viene de España. Desde el monte de Santa Luzia puede observarse la privilegiada situación geográfica de la ciudad, junto al mar y a la desembocadura del río Lima. Esta vista deslumbrante y el Templo del Sagrado Corazón de Jesús, construcción historicista de Ventura Terra, de 1898, pueden servir de punto de partida para visitar la ciudad.
Viana se enriqueció con palacios blasonados, iglesias y conventos, chafarices y fontanares que constituyen una herencia patrimonial digna de visita. En la Oficina de Turismo se puede pedir un folleto y realizar recorridos de inspiración manuelina, renacentista, barroca, modernista o que tengan como tema el azulejo. Al recorrer algunas de las calles del centro histórico siempre se llega a la Praça da República, el corazón de la ciudad. Allí se encuentran el edificio de la Misericordia y el chafariz, ambos del siglo XVI, así como la antigua Casa consistorial. No muy lejos se encuentra la Catedral o Iglesia principal, de estilo románico.
Mirando al mar que escribió la historia de Viana, una iglesia barroca guarda la imagen de la Virgen de la Agonía, venerada por los pescadores. Todos los 20 de agosto sale a bendecir el mar en una de las fiestas más vistosas de Portugal, en la que cabe mencionar la belleza y riqueza de los trajes típicos que por ella desfilan.
Y es que Viana, también conocida por su filigrana de oro, ha sabido mantener sus tradiciones, como se puede comprobar en el Museo del Traje (traje y oro), en el Museo de Arte y Arqueología (donde destacan especialmente la típica loza de Viana aquí expuesta) o en el buque Gil Eanes. Construido en los astilleros de Viana do Castelo como apoyo a la pesca del bacalao, el navío vuelve a estar aquí anclado como recuerdo de las tradiciones marítima y de construcción naval de la ciudad.
Pero Viana do Castelo también se considera una “meca de la arquitectura” gracias a los muchos e importantes nombres de la arquitectura portuguesa contemporánea que firman edificios y espacios de la ciudad. Es el caso de la Praça da Liberdade de Fernando Távora, de la Biblioteca de Álvaro Siza Vieira, del Albergue Juvenil de Carrilho da Graça, del Hotel Axis de Jorge Albuquerque o, también, del Centro Cultural de Viana do Castelo, de Souto Moura, entre muchos otros.
En los alrededores de la ciudad podemos dar un paseo por la vía ciclista litoral o fluvial, o por uno de los muchos senderos señalizados, así como practicar surf, windsurf o kitesurf y bodyboard en playas de arena fina y dorada. Y también hacer jet-ski, vela, remo o piragüismo en el río Lima.
Mas info: https://www.visitportugal.com