La Xunta de Galicia inaugura en Pistoia (Italia) una muestra fotográfica alrededor de la hospitalidad en el Camino de Santiago

La ciudad italiana acogerá hasta abril esta muestra fotográfica itinerante que recoge la experiencia y los valores universales del Camino a través del trabajo de Manuel G. Vicente. Santiago de Compostela acogió el año pasado una muestra promovida por Pistoia con el altar de plata en la honra del Apóstol, un regalo del obispo Xelmírez del siglo XII.

En el marco de la celebración del Xacobeo 21-22, la Sala Affrescate del Palazzo Comunale de Pistoia (Italia) acoge la muestra “Acogida y Hospitalidad en el Camino de Santiago”, donde permanecerá hasta el próximo 10 de abril.

Situada en plena plaza de la Catedral de Pistoia y muy cerca del mojón simbólico que en 2019 se colocó marcando la distancia hasta Santiago, la muestra tiene como objetivo impulsar la celebración de este Xacobeo excepcional al tiempo en que se llama la atención sobre una de las piedras angulares alrededor de las que gira la propia experiencia del Camino, la hospitalidad xacobea.

Se trata de una muestra itinerante que lleva viajando por diferentes puntos de España y del extranjero desde 2016. La que ayer fue inaugurada en Pistoia está compuesta por 47 fotografías de Manuel G. Vicente realizadas a lo largo de las últimas décadas, tanto en las rutas como nos albergues de peregrinos y en las que se recogen instantáneas de la espiritualidad del Camino y de la experiencia de la acogida, además de añadir los valores paisajísticos que también se pueden apreciar en el trabajo de Vicente.

La elección de Pistoia para acoger esta muestra no es casual ya que, además del nexo histórico y cultural que guardia con el Camino y con Santiago, hace falta recordar que el año pasado fue Santiago de Compostela la ciudad que acogió una exposición realizada por Pistoia en la que la pieza principal fue un altar de plata, la pieza de orfebrería más importante de Europa medieval, creada en la honra del Apóstol Santiago y que se conserva en el Duomo de Pistoia, como un regalo enviado por el obispo Diego Xelmírez al obispo Ato en el siglo XII.