Teresa Mata ha recibido la banda conmemorativa que la acredita como Águeda de Honor 2022. El regidor leonés ha entregado el bastón de mando de la ciudad con un deseo expreso: “Mi bastón de mando es vuestro. «Cuidad de esta ciudad hoy desde el poder que os otorga este bastón. Y, mañana, seguid haciéndolo como hasta ahora con o sin báculo. Sin vosotras no podríamos lograr nada».
El alcalde de León, José Antonio Diez, ha entregado en la mañana de ayer sábado a la Águeda Mayor 2022, María Isabel Martínez Martínez, los distintivos de mando de la ciudad con ocasión de la celebración del Día de las Aguedas. En el mismo acto, celebrado en el salón del Plenos del Consistorio de San Marcelo, se ha hecho entrega de la banda conmemorativa de Águeda de Honor a Teresa Mata Mata.
En su intervención, Diez se ha solidarizado con la reivindicación de igualdad de las mujeres y ha pedido que sean decididas: “Tomad hoy el poder y recordar que es posible romper las barreras y recuperar los terrenos perdidos en favor del hombre. Participad en todos los ámbitos y, desde luego, buscad siempre la igualdad porque es posible, porque es justicia”.
El regidor ha concluido asegurando que “mi bastón de mando es vuestro. Cuidad de esta ciudad hoy desde el poder que os otorga este bastón. Y, mañana, seguid haciéndolo como hasta ahora con o sin báculo. Sin vosotras no podríamos lograr nada”.
El Día de las Águedas está organizado por la Asociación Cultural Águedas de León. La fiesta data de tiempos lejanos, con una datación superior a los dos siglos. Consiste en que este día las mujeres pasan a tomar el mando absoluto sobre los hombres.
Numerosas mujeres, ataviadas con trajes regionales, han asistido al acto de reconocimiento de la Águeda Mayor y de la Águeda de Honor. Concejales de distintos grupos se han sumado, asimismo, al acto festivo y de reconocimiento.
Programa
Tras el acto central del Día de las Águedas en el Consistorio de San Marcelo, el programa ha incluido la celebración de una misa en la iglesia de San Martín y el canto del himno de San Águeda. Tras la misa, hubo bailes regionales en las plazas de San Martín, de las Concepcionistas, Botines y San Isidoro.
A las 17:00 horas finalizó el programa festivo con un baile en la plaza de Botines.
Intervención del Alcalde de León
Participaba ayer en la inauguración de dos muestras sobre mujeres. Mujeres, nobleza y poder. Mujer desde los pergaminos hasta los papeles. Muestras muy diferentes pero que ponen de manifiesto que, en todas las épocas y en todos los lugares, las féminas han jugado un papel esencial. Esencial pero desconocido, tapado tras la figura de los hombres, tapado por la historia que, como decía, escriben los vencedores que, casi siempre, han sido los hombres.
Es evidente que la situación de las mujeres ha cambiado radicalmente, desde la Edad Media a la que alude esa muestra hasta la etapa actual, Desde Urraca, reina y emperatriz, desconocida para todos a vosotras. Ahora las leyes os protegen, se han decretado incluso cuotas para que podáis estar presentes en todos los ámbitos sociales en igualdad de condiciones. Y me gustaría decir que hay igualdad, pero no es así.
La igualdad es un derecho. Pero no es un hecho, aún.
La situación de la mujer ha cambiado mucho en los últimos años, especialmente en el último siglo, en el que se ha avanzado más en igualdad que en todos los anteriores. La participación femenina en la sociedad es cada día más valorada y apreciada. Sin embargo, todavía quedan, desgraciadamente, barreras por derribar. Barreras que son techos de cristal en la vida laboral, vallas entorpecedoras en la carrera profesional y tradiciones a extinguir en la vida política.
Las mujeres aún cobráis menos por sus trabajos, tenéis mayores tasas de paro en la sociedad, accedéis mucho menos a los puestos directivos y tenéis que mostrar más méritos para ascender. Además tenéis que ser multitarea -trabajadoras, modelos de todo y cuidadoras-… Eso se espera siempre de vosotras.
Aunque las mujeres sois mayoría, por ejemplo, entre el alumnado de la Universidad española, los decanatos y rectorados están ocupados fundamentalmente por hombres. Razones psicológicas, personales y sobre todo tradicionales hacen que ese techo de cristal siga siendo difícil de superar.
Por eso, hoy, siglos después, sigue siendo especial que una mujer tome el mando. Espero que esta tradición deje de tener un carácter excepcional y que, aunque sigamos conmemorando las águedas, no sea necesario un día especial de reivindicación del poder para las mujeres porque estaréis ya en lo alto todos los días.
Tomad hoy y el poder y recordar que es posible romper las barreras y recuperar los terrenos perdidos en favor del hombre. Participad en todos los ámbitos y, desde luego, buscad siempre la igualdad porque es posible, porque es justicia.
Gracias por revivir la tradición de las Águedas y, sobre todo, mi más sincero agradecimiento por el papel que todas, desde vuestros ámbitos, habéis realizado para visibilizar el poder, el quehacer femenino. El superpoder de poder hacer varias cosas al mismo tiempo, y hacerlas bien.
Mi bastón de mando es vuestro. Cuidad de esta ciudad hoy desde el poder que os otorga este bastón. Y, mañana, seguid haciéndolo como hasta ahora con o sin báculo. Sin vosotras no podríamos lograr nada.
