El Pueblo Histórico de Castelo Rodrigo es, en su totalidad, un verdadero espacio monumental que conserva importantes referencias medievales. Entre los monumentos que añaden valor al patrimonio histórico, destacan las viejas murallas. Según la tradición, fue fundada por Alfonso IX de León, para donarla al conde Rodrigo González de Girón, que la repobló y le dio este nombre. Con el Tratado de Alcañices, firmado en 1297 por D. Dinis de Portugal, rey y poeta, pasó a la corona portuguesa.
Fotografía: Wikipedia
Este mes volvemos a territorio portugués, a Castelo Rodrigo. Reconquistada a los árabes en el siglo XI y dependiente del Reino de León, Castelo Rodrigo fue elevado a la categoría de municipio por el Rey Alfonso IX de León. Hay constancia de que en 1282 ya era señor de Castelo Rodrigo el infante Pedro, que era hijo de Alfonso X de Castilla y de León y de la reina Violante de Aragón.
El infante Pedro también fue señor de Ledesma, Cabra, Alba de Tormes,Montemayor del Río, Salvatierra y Granadilla, y también poseía toda la ribera del Río Coa y las villas de Sabugal y Alfaiates, que actualmente se encuentran en territorio portugués.
A la muerte del infante Pedro, que falleció en Ledesma en octubre de 1283, la mayoría de sus señoríos, incluyendo el de Castelo Rodrigo, fueron heredados por su único hijo legítimo, Sancho de Castilla. Sin embargo, en 1296, durante la guerra entre Fernando IV de Castilla y de León y Dionisio I de Portugal, este último se apoderó sin encontrar resistencia de las villas de Alfaiates, Sabugal y Castelo Rodrigo.
El historiador Humberto Baquero Moreno señaló que un documento fechado en 1444 revela que las villas de Sabugal, Alfaiates, Vilar Maior, Castelo Bom, Almeida y Castelo Melhor recibieron del rey Dionisio I de Portugal un privilegio por el que el monarca se comprometía a que todas ellas perteneciesen siempre a la Corona, y a que nunca fueran entregadas a ninguna persona. Y el mismo historiador señaló que ese privilegio se mantuvo hasta el reinado de Juan I de Portugal, ya que después de la muerte de este algunos nobles portugueses comenzaron a cometer todo tipo de abusos y arbitrariedades en estos territorios
El Castillo
Fue construido sobre rocas de esquisto, al oeste de las Sierras de Marofa y Vieira, dominando el extenso territorio de la meseta, a expensas del Reino de León, fue conquistado por D. Dinis en 1296. La adquisición definitiva para Portugal sólo fue confirmada por el Tratado de Alcañices (1297) , a partir del cual D. Dinis trató de consolidar las fronteras de la región con la reconstrucción de varios castillos, entre ellos el del Castillo Rodrigo. Posteriormente, como en otros castillos, se realizaron algunas reformas.
Fotografía: Wikipedia/Ramajero
Los actuales restos del castillo se encuentran situados, como no podía ser de de otra manera, en la cima de la colina.
Del castillo apenas quedan unas ruinas que fueron testigo de los diferentes dueños que tuvo una aldea que pasó de manos españolas a portuguesas Aunque data del siglo IX, pobladores más antiguos también se dieron cuenta de la excelente localización de esta colina para habitarla y ver llegar al enemigo. Por este motivo es probable que, antes de castillo, fuera un castro neolítico.
Fotografía: Fortalezas de fronteira
El castillo era de planta irregular, marcado por cubos semicirculares y torres de planta rectangular, y por puertas en arco quebrado y completo. La alcazaba fue reutilizada para el palacio residencial del Alcalde Mayor, remodelado en el período manierista y posteriormente arrasado por la población, quedando algunas estructuras con patio rectangular. De él se conserva su elegante puerta monumental del palacio, una de las entradas al castillo o, mejor dicho, al palacio en el que se convirtió la fortificación en el siglo XVI.
El rey Don Fernando ordenó la realización de algunas mejoras en el sistema defensivo, así como la concesión para celebrar una feria, privilegio concedido en mayo de 1373. Durante la crisis dinásticas generada a la muerte de éste monarca, Castelo Rodrigo se puso de parte de Juan I de Castilla contra el Maestre de Avis, lo que implicó que, una vez resuelto el conflicto y vuelta la ciudad al reino de Portugal, don Joao I abolió la feria, con el consiguiente perjuicio económico para sus habitantes, así como colocar del revés el blasón regio que lucía la torre del homenaje.
Fotografía: Wikipedia/Adriana Campale Clauz
Nuevamente se llevaron a cabo reformas tanto de la cerca urbana como del castillo en tiempos de don Manuel I, añadiendo troneras de cruz y orbe en los parapetos, adaptándolos con ello al uso de armas de fuego, y mejoras en la cerca urbana, como la adición de torres y una pequeña barbacana en el lado norte.
Cuando la corona portuguesa fue a parar a manos de Felipe II de España, éste instituyó el condado de Castelo Rodrigo, siendo el primer conde Cristóvão de Moura, hijo de un anterior alcaide del castillo. Éste hizo edificar en el castillo un palacio como residencia personal, el cual, al volver a independizarse Portugal del dominio español, fue incendiado por los vecinos el 10 de diciembre de 1640, ya que representaba para ellos el símbolo de la dominación española. De este palacio son las ruinas que podemos ver actualmente, y que nunca se repararon.
En la década de 1940 fue parcialmente restaurado, y del recinto amurallado, hay secciones con construcciones más gruesas. Las torres con la parte superior colapsada todavía están erigidas y permanecen tres puertas.
.0Castelo Rodrigo es parte de las Aldeas Históricas de Portugal. En él Siglo XX, fue clasificado como Monumento Nacional por decreto publicado el 4 de julio de 1922.
Las murallas
Al no encontrarse fuentes que hagan referencia al castillo antes de la carta foral de 1209 de Alfonso IX de León, es probable la existencia de este en el Siglo IX, en la época de D. Flâmula Rodrigues, sobre un hipotético castro lusitano de fundación neolítica.
Fotografía: Wikipedia/Ramajero
El recinto amurallado medieval presenta trozos de muralla del Siglo XIII y siguientes, aunque la fortificación no se refiera en 1055, durante la conquista por Fernando de León. Subsisten aún dos puertas en arco quebrado, designadas Puerta del Sol y de la Traición, y una en arco de cañón en el Largo de S. João. La fortificación fue sufriendo varios cambios y el rey D. Dinis fue el mentor de las reformas, como las realizadas en la puerta de entrada del castillo, al añadirle un balcón con matacán y el torreón cuadrangular en el que puso su escudo. Más tarde, el libro de Duarte D´Armas muestra el estado de abandono de la fortificación que llevó a Manuel I a ordenar la recuperación de las murallas y a asignar nueva carta foral en Santarém, el 25 de julio de 1508, verificándose que las entradas existentes en la Rua da Cadeia, en particular la Puerta de la Alverca, son posteriores a esta intervención.
En el flanco noroeste del interior de sus murallas existe un «asiento» excavado en la roca que la población conoce como la «Silla del rey». En el Siglo XX, fue clasificado como Monumento Nacional por decreto publicado el 4 de julio de 1922. Parcialmente restaurado en la década de 1940, recientemente ha sido objeto de un programa global de intervención por parte de las autoridades públicas, con el apoyo de Aldeas Históricas de Portugal.
