Esta villa serrana recuperó esta tradición hace diez años. La salida del cortejo será a las 20.00 horas desde la Plaza del Solano para dirigirse al Humilladero al encuentro de las mozas de las ánimas
Este lunes 1 de noviembre, al caer la noche, un singular cortejo recorre las calles de la villa serrana de Mogarraz. Ataviados con capas, los vecinos acompañan a la Moza de Ánimas a la luz de velas y con el tañido de las campanas de fondo. Es la Noche de Almas Blancas.
A partir de las ocho de la tarde se iniciará la procesión en la plaza del Solano, con la «Moza de Ánimas» a la cabeza, ataviada con antiguas mantillas negras, saya, blusa y mantón también negros, vestida de rigoroso luto, tapada con un velo negro sobre su rostro y llevando su esquila en la mano, para seguir por el Humilladero y diversas calles del pueblo,
Una vez finalizados los rezos, la esquila que porta la «Moza de Ánimas» suena de nuevo para retomar el camino a lo largo y ancho de Mogarraz recorriendo sus estrechas y angulosas calles, mientras desde las campanas de la torre de la iglesia parroquia de Nuestra Señora de la Nieves llegan unos toques que se realizan por los vecinos en recuerdo de sus seres queridos difuntos.
El recorrido de la «Moza de Ánimas» finaliza en el mismo lugar donde comenzó dando por cumplida una de las citas más importantes del calendario. Acompañando las plegarias cantadas como ya es habitual por Antonio Cea.
Una ocasión única para admirar una de las tradiciones más arraigadas de Mogarraz y de toda la Sierra de Francia, sobre todo desde la vertiente más espiritual
Una noche en la que sus calles se iluminan con el resplandor de cientos de velas que simbolizan las almas y que se colocan prácticamente a ras del suelo en todas las puertas, rincones y escaleras, envolviendo todo el pueblo es un ambiente ancestral, casi mágico. Una celebración que se vive con muchos sentimientos y emoción.
Como colofón los asistentes compartirán a chocolate
