Versión clásica

La batalla de Candespina

El personaje que tratamos de glosar esa semana, Don Gómez González Salvadórez, hubiera podido llegar a ser rey consorte del Reino de León, a partir de 1109

fresno de cantespino

En los alrededores de Fresno de Cantespino tuvo lugar esta batalla. Fotografía: Wikipedia/Rowanwindwhistler

Un 26 de octubre de 1110, es decir, hace 910 años, fallecía en la villa de Fresno de Candespino el Conde Gómez González Salvadórez, a quien la historia ha apodado posteriormente como el Conde de Candespina.  Esta localidad, cabeza de Comunidad de Villa y Tierra, es hoy un pequeño núcleo de apenas 250 habitantes.

La batalla de Candespina

La batalla de Candespina

Sin embargo, en esta villa tuvieron lugar acontecimientos importantes en la Edad Media. Recordemos únicamente tres: En 1002 fue aquí donde se desarrollaron los prolegómenos de la famosa batalla de Calatañazor, que acabó con la pesadilla del famoso general musulmán Almanzor. En ese momento, al parecer, se crea el Condado del Campo de la Espina, campo de Spina o Frexno de la Spina.

En el cerro que domina la villa se contemplan aún los restos de una fortaleza medieval que, según se comenta, perteneció al personaje que tratamos de glosar hoy: Don Gómez González Salvadórez. Y, para terminar, diremos también que el Emperador Alfonso VII firmó varios documentos y le concedió fuero propio.

Alguien podría argumentar que este don Gómez no es un personaje muy conocido; convenimos en ello, pero, a poco que la fortuna le hubiese sonreído y no se hubiera tejido en torno a él toda una red de envidias y enemistades, en la corte del rey Alfonso VI, habría podido llegar a ser rey consorte del Reino de León, a partir de 1109; la oposición del propio rey y de varios miembros de la corte, especialmente el gran clero, obligaría a la legítima heredera al trono a contraer un desgraciado y corto matrimonio con Alfonso el Batallador de Aragón.

reino de león

En efecto, era público y notorio que la reina mantenía relaciones amorosas con este personaje y su nombre figuró, incluso, en la lista de los candidatos con los que se la pretendió desposar. En la concepción femenina de la época, no se entendía que una mujer sola pudiera hacerse cargo de una responsabilidad tan grande como la de ser reina, y menos aún del reino más importante de la Península Ibérica.

Sin embargo, como en su matrimonio anterior con el noble francés Raimundo de Borgoña, sobrino de su madre, primó el interés del reino sobre los deseos de Urraca y así Gómez González Salvadórez fue apartado de su lado.

Pero, ¿quién era este personaje para haber podido tener acceso tan directo a la hija mayor del rey más importante del momento?

Fresno de Cantespino

Resto del castillo de Fresno de Cantespino Fotografía: Fresno de Cantespino

Estamos ante un hijo del conde Gonzalo Salvadórez, tenente en La Bureba, y de su esposa Sancha Sánchez, probablemente emparentada con la casa real de Pamplona. Nacido en 1070, era 11 años más joven que Urraca y había sido nombrado alférez de Alfonso VI, en 1084, si bien el cargo no le duró demasiado tiempo. Sin embargo, avatares de la corte, consiguió recuperarlo y, a partir de 1093 se mantuvo en él hasta 1099. Tuvo, además, bajo su responsabilidad, a partir del año 1087, varias tenencias como La Bureba, Las Asturias de Santillana, ciertos territorios de Castilla, etc. En 1075 le es concedido, de manera definitiva, el título de conde.

En un primer matrimonio, estuvo casado con Urraca Muñoz, hermana del conde Rodrigo Muñoz y de Jimena Muñoz (o Muñiz, como aparece, en algunas ocasiones), la joven berciana que enamoró al rey Alfonso VI y de cuya unión nacería Teresa Alfónsez, madre, a su vez, del primer rey de Portugal, Alfonso Enríquez.

De su primera unión le nacieron cuatro hijos: Rodrigo que emparentó con una nieta del Cid, Cristina; Estefanía, Sancha y Diego, fundador y primer abad del Monasterio de Oña.

Su esposa Urraca debió fallecer en 1108 ya que, el año anterior, es la última vez que aparece en la documentación.

Urraca_I_de_León y alfonso I de Aragón

Urraca I de León y su esposo Alfonso I de Aragón. Ejemplo de matrimonio muy mal avenido

Conociendo sus relaciones posteriores con la reina y todos sus contactos nobiliarios, no es sorprendente que, tras la separación de esta de Alfonso el Batallador, Gómez González presentara de nuevo su candidatura, apoyado por una de las facciones de la corte, más especialmente de la nobleza castellana que, en este caso y contrariamente a lo que había sucedido en ocasiones anteriores y aun posteriores, se mantuvieron al lado de la reina. Probablemente porque pretendían no ser gobernados ni manipulados por la coalición navarro-aragonesa que se había reunido entorno al rey Alfonso el Batallador.

fresno de cantespino

Dos leones, escoltan el escudo de Fresno de Cantespino

Algunos, sin embargo, atendiendo más a sus intereses personales, se habían aliado con el aragonés y contra su señora natural; de este modo no parecía quedar más opción que la de un enfrentamiento directo entre los partidarios de la una (Urraca) y del otro (Alfonso).

Gómez González Salvadórez,

Sepulcro de Gómez González Salvadórez, en el monasterio de Oña. Fotografía: Wikipedia/Maragm

En esas circunstancias, arrogándose el papel de defensor de la reina, Gómez González consiguió reclutar un ejército y, junto a los demás seguidores de Urraca, se enfrentó al rey de Aragón. Desgraciadamente, la suerte no le fue propicia y en la batalla, anteriormente nombrada, falleció. Era, como decimos, el día 26 de octubre de 1110 y, en las cercanías de Sepúlveda, acababa la carrera terrenal de uno de los amantes de la primera reina coronada en Europa, Urraca I de León. Moría el personaje, pero nacía la leyenda del Conde de Candespina.

Su última aparición pública consta en una documentación real del 15 de octubre, unos pocos días pues de la propia contienda. Urraca, más tarde, conocería a otro personaje del que, al contrario que en el caso de don Gómez, sí tendría incluso descendencia, el conde Pedro González de Lara de quien la nacieron dos hijos: Elvira Pérez de Lara y Fernando Pérez Furtado, llamado así porque le fue hurtada la posibilidad de ser rey por haber nacido bastardo.

 

  • Textos: Hermenegildo López
  • Fotografías: Martínezld

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