El patrimonio industrial de León ofrece una gran cantidad de museos y enclaves culturales para descubrir el pasado de esta provincia. El pasado ha dejado huella en el presente de la provincia de León. Sus actividades principales de desarrollo, la minería y las industrias ferroviarias y textiles, se exhiben hoy para que los visitantes puedan hacen un viaje en el tiempo y disfrutar de la historia de esta tierra. El Museo de la Siderurgia y la Minería, el Conjunto Patrimonial de la cuenca minera de Sabero, el Museo del Ferrocarril de Ponferrada, el de la Energía o la Fábrica de Harinas de Gordoncillo, son enclaves idóneos para visitar en esta época del año y leer una página más de la historia de León.
La provincia de León es así hoy en día, con ese carácter que tanto caracteriza a sus gentes y el arraigo que estos sienten por su tierra, gracias a su pasado. Un pasado muy centrado en la minería, el sector del ferrocarril y el textil, que hoy se puede descubrir gracias a su amplia oferta en turismo industrial: Minas al aire libre, museos, siderurgia, ferrocarriles y mucho más.
El turismo industrial de la provincia de León, además de ser Patrimonio Material de un valor incalculable, encierra un lado social y humano que merece la pena conocer y compartir. Y es que, cuando aprendes que la industria lleva forjando en carácter de León desde hace más de 2 milenios, empiezas a entenderlo todo. Hoy es el día en el que la histórica maestría de León sale a la luz.
La Ferrería de San Blas de Sabero, actual sede del Museo de la Siderurgia y la Minería, es uno de los enclaves más destacados para descubrir esta “otra cara” de la provincia de León. Este espacio, a través de piezas reales y de recreaciones, rinde homenaje a todas aquellas personas que hicieron posible la instauración de la industria siderúrgica en España. Las instalaciones actuales cuentan con un espacio expositivo y un área destinada a la gestión interna e investigación. En los soportales de la Ferrería se mantiene en sus enclaves originales una reproducción de la farmacia. El museo está ubicado en un área musealizada, un barrio de estilo inglés de principios del siglo XX.
Este espacio museístico forma parte del Conjunto Patrimonial de la cuenca minera de Sabero, considerado Bien de Interés Cultural, junto a otros enclaves como Pozo Viejo y Pozo Julia en Fabero, Pozo María en Villablino, Pozo de Ibarra en Ciñera de Gordón y el Pozo Sotillo y Pozo Herrera, en el propio Sabero.
La categoría BIC (Bien de Interés Cultural) también le ha sido dada al Conjunto Industrial del Pozo de Ibarra, en Ciñera de Gordón. Hoy en día es un conjunto industrial considerado de atractivo turístico como parte de la historia del lugar, un recuerdo vinculado a la extracción del carbón, oficio que ha dejado huella en el paraje urbano. Entre todo el legado histórico y cultural que guarda este espacio destaca el castillete, pieza de singularidad arquitectónica, una estructura de gran peso y altura que se mantiene en una torre de cuatro columnas dividida en siete tramos, todo ello unido con carteles de chapa decoradas con cruceta de ángulo.
Para completar la visita al pasado minero de esta provincia en indispensable visitar el Pozo Julia, y sus instalaciones, en Fabero. Un amplio y completo recorrido por lo que fue un pozo minero de mediados del siglo XX. Las impecables instalaciones conservadas como la lampistería, el lavadero, la sala de máquinas y el castillete, entre otros edificios, harán al visitantes admirar la ardua labor de los mineros leoneses.
Por su parte, el Museo del Ferrocarril de Ponferrada se encuentra en la antigua estación de ferrocarril de vía estrecha Ponferrada-Villablino. Cuenta con una serie de piezas -planos, material gráfico, bibliografía, etc.- que permiten un profundo conocimiento de lo que el ferrocarril y la actividad minera supusieron para la ciudad de Ponferrada a lo largo de todo el siglo XX. En él se exhibe una colección de locomotoras de diferentes modelos y que, por fechas de fabricación, constituyen una espléndida muestra de la evolución tecnológica. Locomotoras que hicieron historia en el ferrocarril de Ponferrada como la English Electric 7766 y Mikado 141-F-2346, ambas declaradas Bien de Interés Cultural.
La siguiente parada es el Museo de la Energía, ubicado en la antigua central térmica de la Minero Siderúrgica de Ponferrada. Durante el recorrido, el visitante podrá descubrir cómo se producía la electricidad a partir de carbón a principios del siglo pasado y conocer las particularidades de la sociedad de aquella época, cómo eran sus vidas, cómo trabajaban, cómo se divertían y cómo la utilización de un recurso natural como el carbón fue el motor de cambio de un territorio y de sus habitantes.
La comarca de El Bierzo es también una tierra llena de tesoros industriales como es la Herrería de Compludo, un lugar perfecto para hacer una visita en familia. Sentirse dentro y ver el funcionamiento de una antigua herrería, notando todos sus sonidos, temperaturas y estampas es una experiencia única que devuelve al visitante a tiempos remotos.
De la misma manera, la industria harinera de Gordoncillo nos da la posibilidad de echar un ojo atrás para descubrir el pasado de esta provincia. Entre otros espacios que se pueden descubrir destaca la Panera, el almacén principal de la Fábrica de Harinas de Gordoncillo. Es un gran contenedor construido hacia el año 1940, con muros perimetrales de tierra -empleando las técnicas del tapial y adobe- y cubierta con estructura de madera de chopo revestida de teja curva. Sus funciones originales eran: en su planta baja guardaba trigo y otros cereales y en el piso superior era el almacén de productos terminados de la Fábrica de Harinas.
La última parada de este viaje la haremos en el Val de San Lorenzo para conocer el museo textil ‘La Comunal’ y el “Batán Museo”. La importancia de Val de San Lorenzo radica en la artesanía textil, que es la que le ha dado fama y constituye su principal atractivo. En estos museos el visitante podrá ver, entre otras cosas, las perchas de cardos que se usan para sacar el pelo a las mantas y demás útiles y maquinaria utilizada en esta industria desde el siglo XIX.
Cada uno de los enclaves del patrimonio industrial leonés ha dejado su impronta, visible hoy en día, en el carácter, el arraigo y el desarrollo de los habitantes de esta tierra. Una experiencia entre historia y maquinaria que ningún amante del turismo se puede perder.