La agrupación política provincial considera que el cierre de las cafeterías de los edificios Monte San Isidro y Santa Isabel responde a otro paso más del SACyL para deteriorar la calidad de sus centros hospitalarios.
Desde el pasado 1 de septiembre los servicios de cafetería de los hospitales Monte San Isidro y Santa Isabel se han clausurado y pasarán a un espacio de máquinas “vending”. Tras el cese de actividad por jubilación de la empresa concesionaria, que llevaba 20 años dando servicio a estos espacios dependientes del Complejo Asistencial de León, la solución que ha dado el SACyL es la instalación de máquinas de bebidas y comidas frías.
Javier Arias, coordinador de Izquierda Unida en la provincia de León considera que “es una maniobra más de deterioro de la sanidad pública y una falta de consideración ante familiares de enfermos y profesionales sanitarios”.
Izquierda Unida denuncia la situación de la gestión de la hostelería en el propio centro hospitalario, donde hace años ya privatizaron la gestión de las cafeterías del propio Hospital de León, retirando la concesión a una empresa leonesa y adjudicándolo a la empresa de catering Serunion, la cual acumula incidencias sanitarias en diferentes provincias como la acontecida en un centro educativo en nuestra provincia donde se localizaron gusanos en la comida. Esta nueva concesionaria llevada por esta empresa ha suscitado el malestar de usuarios y profesionales desde el inicio de sus servicios, por la disminución de la calidad de las comidas.
Javier Arias solicita a la Gerencia y a la Dirección de Gestión del CAULE que “disponga cuanto antes de un servicio de cafetería en estos centros, alejados de empresas de catering y potenciando la gestión y empleo local, asegurando calidad y servicio a pacientes, familiares y profesionales sanitarios”. Asimismo, añade que “se deben garantizar los puestos de trabajo de dichos servicios de cafetería”.
Izquierda Unida León considera que la falta de previsión de esta situación responde a un intento más, por parte del SACyL, de minar la calidad de la sanidad pública o bien una falta de previsión por parte de la Dirección de Gestión del CAULE y, por tanto, considera necesaria su dimisión inmediata.