España logró el récord de turistas extranjeros en 2019, justo antes de la pandemia con 83,7 millones de viajeros internacionales. Los modelos de turismo masivo o también llamado ‘overturism’ han hecho que las ciudades se debatan entre modelos de movilidad para ciudadanos versus modelos de movilidad para turistas. El reto está en hacer que la movilidad urbana sea social, económicamente viable, respetuosa con el medio ambiente y la salud y útil para los ciudadanos y turistas. El International Mobility Congress (IMC21) debatirá los próximos 21 y 22 de septiembre sobre los modelos de movilidad urbana en zonas con alto volumen de turismo.
El turismo y la movilidad están estrictamente conectados. Tradicionalmente, el turismo y el transporte se han considerado por separado pero el concepto actual incluye a la movilidad como un requisito previo para el turismo y no una parte integral del mismo.
Mejorar la sostenibilidad del transporte en los destinos turísticos es aún más urgente ahora que antes, ya que la pandemia de la COVID-19 ha perturbado gravemente tanto al sector del transporte como la industria turística, que están en el corazón de la calidad de vida de los residentes y del tejido productivo de las ciudades y zonas turísticas.
“Nadie quiere volver a los volúmenes de tráfico descontrolados que veíamos en ciudades como Estambul, Londres o Roma en los años pre-pandemia. Ahora tenemos una gran oportunidad para remodelar la forma en que nos transportamos y llevamos a cabo nuestros viajes vacacionales de una manera más sostenible y resilente”, afirma Joan Serra, Director del International Mobility Congress.
Turismo y un nuevo modelo de movilidad sostenible
La actividad turística es responsable de entre un 5%[1] y un 8% de la huella de carbono mundial, lo que supone alrededor de 4,5 millones de toneladas de CO2 anuales, la mayoría de ellas derivadas del transporte (60%).[2] Esto ha llevado al desarrollo de diversos planes estratégicos internacionales dirigidos a conseguir un turismo más sostenible y de calidad, que incorporen sistemas de movilidad más eficientes y bajos en emisiones.
13 millones más de turistas visitarán Europa cada año entre 2018 y 2030. Esto conlleva una serie de desafíos que contemplan paquetes de medidas integrales para cada destino, las cuales vayan en busca de la sostenibilidad, nuevos modelos de negocio y también la satisfacción del viajero.
“Hemos visto como una mala gestión de la movilidad puede llevar a la destrucción de los atractivos turísticos de una determinada región, mientras que una buena gestión de la misma puede implicar la adición de valor e, incluso, la posibilidad de incrementar su atractivo y valor turístico”, afirma Serra.
En el IMC21 se pondrá el foco en soluciones concretas y aplicables, como la movilidad sostenible como activo de una destinación turística, las herramientas COVID-Less o el papel que debe tener la movilidad en los nuevos programas de los fondos europeos Next Generation. También habrá un espacio para el descubrimiento de tendencias, como los vuelos de pasajeros con drones, y la participación de la Agencia Espacial Europea.
El evento contará con 30 ponencias que se distribuirán durante los dos días del congreso. Además del programa oficial, habrá sesiones paralelas en la sala FORUM. Igualmente incluirá un espacio de networking, una zona de exposición comercial y otros eventos propios organizados por las entidades que colaboran con el proyecto.