El rector, Ricardo Rivero, inauguró ayer miércoles la nueva sede de Cursos Internacionales de la Universidad de Salamanca en un acto en el que estuvo acompañado por los consejeros de Educación y de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, Rocío Lucas y Javier Ortega, respectivamente, y el director de la RAE, Santiago Muñoz, entre otras autoridades académicas e institucionales.
Durante la sesión, se procedió a descubrir una placa conmemorativa en el patio central del edificio que alberga las nuevas dependencias, ubicadas a partir ahora en el antiguo Colegio de San Bartolomé tras una reforma integral del inmueble financiada por la Junta de Castilla y León.
La inauguración de las nuevas instalaciones culminó con la celebración de la ceremonia de apertura oficial de los LVIII Cursos de Lengua y Cultura Españolas, presidida por el rector, y en la que Santiago Muñoz ofreció la conferencia inaugural titulada “Política y Lengua”.
La Universidad de Salamanca mantiene desde hace casi ya un siglo una larga tradición de formación destinada a estudiantes extranjeros. Así, en el presente curso académico 2020-2021 a pesar del actual marco de pandemia que ha influido negativamente en la movilidad internacional, la USAL arrancó sus Cursos de Lengua y Cultura Españolas con un total de 912 alumnos inscritos durante los meses de junio a agosto, cifra que se prevé incrementar durante las próximas semanas.
Historia del Colegio San Bartolomé
Fue el primer Colegio Mayor creado en Salamanca. En su ubicación se situaron previamente la iglesia de San Bartolomé (siglo XII- 1915/30) y el Colegio Menor de Santa María Magdalena (institución fundada en 1538), que se construyó entre 1819 y 1840, que acogió buena parte del s XIX la Escuela Normal de Maestras, desde 1859 hasta su incendio en 1928.
El edificio San Bartolomé se construyó en 1942, diseñado por el arquitecto Genaro de No, cuya principal premisa fue preservar en la medida de lo posible la estructura general del Colegio de la Magdalena, destruido en un incendio en 1928, y armonizarlo con las ampliaciones que se fuesen efectuando en los años siguientes.
Así, del viejo edificio se aprovecharon los muros perimetrales y el claustro, pero se amplió un piso toda la edificación, que quedó compuesta por tres plantas: baja, primera y segunda. Los trabajos de construcción comenzaron en junio de 1942 y en septiembre del año siguiente ya estaban prácticamente concluidos.
Nuevo edifico de cursos internacionales
Desde el curso 2020-2021 el edificio unificará en él toda la actividad de la sociedad Cursos Internacionales, creando para ello las siguientes dependencias: 32 nuevas aulas de varias capacidades; 3 aulas informática/ laboratorios de idiomas; dependencias administrativas (despachos, salas reuniones y videoconferencias, Recursos Humanos, Informática, Evaluación, I+D+i, sala multiusos, profesore); zona diáfana trabajo profesores, con capacidad para 72 puestos de trabajo; sala conferencias/ salón actos con capacidad para 150 personas
Para ello el edificio se ha diseñado con los siguientes criterios y objetivos principales:
Conservación del edificio original existente, recuperando las trazas originales del edificio primitivo. En el edificio central se han conservado muros exteriores de fachada, muros patio y arcos planta baja. En la fachada este el muro exterior la fachada hacia plaza Fray Luis.
Reordenación volumetrías en las alas norte y este. En el ala norte se han derribado edificaciones existentes y reordenado con un nuevo volumen de 3 alturas, bajando una planta con respecto al edificio original. En el ala este se ha vuelvo a ubicar salón de actos en planta baja, como se proponía en proyecto original.
Incorporación del patio central al interior del edificio. El patio exterior del edificio central se ha incorporado al interior del edificio, cuyas dependencias se vuelcan hacia él ganando una nueva zona de esparcimiento.
Zonas diferenciadas del edificio. En el volumen central y ala este se pueden encontrar materiales más tradicionales como la piedra, mortero de cal, madera y acero. En el volumen norte, materiales más actuales como la madera perforada acústica, mamparas y petos escaleras de vidrio, entre otros.
Incorporación de arqueología al edificio. La aparición de restos arqueológicos ha enriquecido en interior del edificio. Así, han sido integrados en el edificio haciéndolos visitables como la bóveda de ladrillo descubierta durante el proceso de obra, que hizo que se desplazara el núcleo de ascensores y se crease una nueva escalera de acceso desde el patio.
Otros de los restos que se integran en el edificio y se permite su visión son, por ejemplo, el empedrado de piedra del Palacio Floresdávila (antigüedad estimada s XVI y XVIII) o la calle Velarde (s XIX, unión plazas Fray Luis de León y plaza San Bartolomé).
Asimismo, otros restos también han sido documentados y se han tapado, sin interferir en ellos, como empedrados de edificios anteriores, y algunos otros se han desmontado parcialmente al interferir con la actuación adaptando el proyecto para interferir en la menor medida posible.