La consejera de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, explicó en el Parlamento regional las medidas que se están tomando desde su área para impulsar la diversificación de mercados y reducir así la dependencia que el destino tiene de Reino Unido y que se centran en el aumento de la conectividad aérea con otros países.
Aunque Castilla reconoció que la diversificación “requiere de tiempo”, también explicó que desde Turismo de Canarias “trabajamos de manera constante en la mejora de la conectividad regular y en los próximos meses podrán verse ya los buenos resultados de esta labor”.
Por ejemplo, la consejera hizo referencia a la apertura de rutas regulares con nuevos países con los que antes solo existía conectividad chárter: Islandia, con la compañía Icelandair, y Letonia, con Air Baltic. Castilla también detalló el desarrollo de la conectividad en regiones hasta ahora infraservidas como el sur de Italia, con el que a partir de este verano se abrirán dos nuevas rutas desde Nápoles a Tenerife y Fuerteventura operadas por Wizz Air.
Además, habrá un mayor avance en los mercados ya existentes mediante el establecimiento de rutas con aeropuertos regionales con los que Canarias nunca había tenido conectividad. Un avance que podrá observarse en países como el italiano (con los trayectos Turín-Gran Canaria y Turín-Lanzarote) o en mercados como el español, con el que se han establecido por primera vez rutas con aeródromos como el de Reus o el de Jerez de la Frontera de la mano de Binter.
La consejera también explicó que se ha extendido la conectividad con un determinado mercado a otras islas, ampliando así la propuesta de valor de Canarias y favoreciendo un mayor acceso a ese mercado. Un ejemplo de ello es la ruta de Mallorca a Lanzarote, que ya venía funcionando en Tenerife y Gran Canaria, o la mejora de la conectividad de Gran Canaria con el mercado francés, con la apertura de nuevas rutas a Lille, Marsella y Toulouse, unos enlaces que ya funcionaban con las otras islas.
Asimismo, Castilla resaltó la mayor presencia en Canarias de grandes operadores de red como British Airways, Lufthansa y Air France (este último por primera vez en el Archipiélago con la ruta París-Gran Canaria), que contribuyen a la captación de pasajeros ‘premium’ y de viajeros procedentes de destinos con los que aún no existen vuelos directos, no sólo dentro de Europa, sino también a escala intercontinental.
“La primera regla para garantizar la sostenibilidad económica de cualquier actividad es la diversificación de riesgos y desde siempre la dependencia del mercado británico ha sido muy alta en las Islas, lo que nos hace muy vulnerables”, reconoció la consejera ante la Cámara regional.
Por ello, Castilla recordó que desde Turismo de Canarias se ha apostado constantemente por la apertura de nuevas rutas, así como por el crecimiento en mercados cuya presencia era apenas testimonial, como Francia, Italia o Polonia. “En estos países se ha logrado un gran avance, pero aún queda mucho potencial de crecimiento dado su tamaño, nivel de renta y su cercanía geográfica y cultural a las Islas”, aseguró.
De todas formas, la consejera reconoció que paralelamente al avance del conjunto de mercados, el turismo británico ha experimentado en los últimos años un crecimiento muy superior. Entre 2010 y 2019 el aumento del número de turistas británico fue del 61% (se pasó de 3 millones de visitas a casi 5 millones), mientras que el resto de los mercados creció de forma conjunta el 38%.
“Los británicos vienen a Canarias desde hace siglos y no vamos a renunciar a la fidelidad y relevancia de este mercado”, aseguró Castilla, que a la par recordó que han sido la pandemia y las restricciones de viaje las que han situado a este país a la cola de mercados emisores al Archipiélago, así como que no hay volumen suficiente de turistas de otros mercados para sustituirlos a corto plazo.
La crisis sanitaria mundial ha provocado también un cambio en el perfil de los visitantes que llega a Canarias. “Son más jóvenes, sus estancias son más largas, vienen cuando se han relajado las restricciones en sus lugares de residencia, como en el caso de Alemania, y se observa un mayor volumen relativo de franceses, italianos y otras nacionalidades que siempre tuvieron una menor presencia en las Islas”, explicó Castilla.
La consejera hizo hincapié en que son precisamente estos visitantes quienes han permitido generar un mínimo de actividad en el destino, por lo que su presencia abre la oportunidad de fidelizarlos tras su experiencia en el Archipiélago para contribuir así a la diversificación de mercados.