El Presidente de la República, Carlos Alvarado, y el Ministro de Turismo, Gustavo Segura, han firmado la “Ley de Impulso de las Marinas Turísticas y el Desarrollo Costero” que fortalece a Costa Rica como un destino internacional de turismo náutico. La nueva ley autoriza a las embarcaciones internacionales y a su tripulación a realizar actividades relacionadas con el transporte acuático, la recreación y el turismo dentro de las aguas del territorio nacional, permitiendo la contratación de capitanes y marineros nacionales para llevar a cabo estas prácticas.
El presidente de la República, Carlos Alvarado, y el ministro rector de Turismo, Gustavo J. Segura, han rubricado en una acto en la Marina Paz Vela, en Quepos, la “Ley de Impulso a las Marinas Turísticas y el Desarrollo Costero” (Ley número 9977).
Con una propuesta innovadora, la nueva legislación moderniza las condiciones en que operan las marinas y amplía los alcances de la “Ley de Concesión y Operación de Marinas y Atracaderos Turísticos”, fortaleciendo así a Costa Rica como un destino internacional ideal de turismo náutico.
La ley autoriza a las embarcaciones con bandera extranjera y a su tripulación a realizar actividades lucrativas relacionadas con el transporte acuático, la recreación y el turismo dentro de las aguas del territorio nacional permitiendo la contratación de capitanes y marineros nacionales para llevar a cabo estas prácticas. También, posibilita a los concesionarios de las marinas y a sus empresas subsidiarias a otorgar en garantía la concesión para así acceder a financiación.
“Esta reforma legal introduce características novedosas para los concesionarios de las marinas y para las embarcaciones extranjeras que atracan en sus espacios, con lo cual se facilitará y fortalecerá la dinámica del turismo náutico en Costa Rica, un segmento que atrae visitantes con un alto poder adquisitivo y tiene enorme impacto en la generación de empleo en las comunidades costeras del país”, ha manifestado el presidente Alvarado.
Por su parte, el ministro de Turismo, Gustavo J. Segura, ha afirmado que “al modernizarse las condiciones en que operan las marinas, se espera que sean un imán más potente para atraer a los amantes del turismo náutico, un segmento que supone un turismo de calidad, congruente con el modelo de desarrollo sostenible, muy relacionado con la cultura y el deporte y clave para dinamizar la economía de las comunidades costeras donde se ubican”.
Por su parte, el gerente general de Marina Pez Vela y presidente de la Asociación de Marinas de Costa Rica, Jeffrey Duchesneau, ha destacado que este es precisamente el tipo de toma de decisiones innovadoras que un país debe llevar a cabo en un mundo post- pandemia.
“La reforma a la Ley de Marinas y Atracaderos, junto con la destreza del sector turismo del país y las marinas de talla mundial de la costa pacífica, convierten a Costa Rica en el nuevo destino ideal para el alquiler de barcos de lujo; estamos abriendo todo un mundo de opciones a turistas de otra categoría. Es un escenario donde todos salen favorecidos: el turista, las comunidades costeras y el país también”, haexplicado Duchesneau.
Costa Rica compite con destinos de calidad europeos y en el Caribe por atraer turismo náutico. Con esta nueva legislación se podrá posicionar al país como una mejor opción.
Actualmente, Costa Rica permite el ingreso de turistas vía marítima en yates y veleros por las marinas Bahía Golfito, Los Sueños, Pez Vela, Banana Bay y Papagayo. En total, suman 800 puestos de atraque y atienden decenas de embarcaciones nacionales y extranjeras por mes, la mayoría procedentes de Estados Unidos. Antes de la pandemia, recibían alrededor de 550 embarcaciones al mes; 350 de bandera extranjera.
Estas marinas han llegado a emplear de manera directa a 2.500 personas y generan un importante número de empleos indirectos asociados a servicios de las embarcaciones y comercio turístico. Además, apoyan económicamente las actividades y necesidades de las comunidades y sus municipios.