El consejero de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, Felipe Faci, junto a la directora general de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón, Marisancho Menjón, visitaron ayer la “Cueva del Castillo”, un refugio antiaéreo que sirvió de cobijo a los habitantes de Monegrillo durante la Guerra Civil y que se integra en la primera Ruta de la Memoria Democrática que está impulsando el Ejecutivo aragonés.
La proximidad durante la Guerra de 1936-1939 de Monegrillo al frente de batalla establecido en la sierra de Alcubierre, y los incesantes movimientos de tropas que tuvieron lugar en el territorio monegrino, convirtieron la localidad en apreciado asentamiento de milicias republicanas y en objetivo para la aviación del ejército sublevado.
Por este motivo, tanto la Cueva del Castillo como la tumba de José Ramón Arana, ubicada en el cementerio de la localidad, se han incluido en el expediente iniciado por el Departamento de Educación para declarar como primera ruta de memoria democrática “El Frente de los Monegros”, que comprende un itinerario por los municipios de Tardienta, Torralba, Robres, Alcubierre Sierra y puerto de Alcubierre, Leciñenam Perdigueram Villamayor de Gállego, Farlete, Monegrillo, Bujaraloz, Sariñena-Albalatillo y Lanaja.
De esta manera el Departamento de Educación, Cultura y Deporte da cumplimiento a lo establecido en la Ley 14/2018, de 8 de noviembre, de Memoria Democrática de Aragón, que promueve el impulso y la creación de lugares y rutas dela memoria como elementos singulares y sustantivos del patrimonio cultural aragonés.
La presencia en Los Monegros de miles de contendientes a lo largo de casi dos años en un frente prácticamente estable, propició la construcción de todo tipo de fortificaciones y pertrechos en la compleja orografía de la zona. Por este motivo, esta primera ruta de la memoria pone en valor diversos vestigios de la vida en el frente o la resistencia en la retaguardia.
Refugio antiaéreo “Cueva del Castillo”
Este espacio, un abrigo en una antigua galería de mina, tiene cuatro entradas y ocupa un espacio de unos 85 metros cuadrados. La construcción está horadada en la misma roca y reforzada con vigas de madera de sabina.
Durante 18 meses, la población tuvo que refugiarse en más de cuarenta ocasiones de la aviación enemiga procedente del aeródromo de Zaragoza. Ataques procedentes de aviones franceses, alemanes e italianos que sirvieron de banco de pruebas para la II Guerra Mundial.
Este refugio es uno de los mejor conservados en la ruta del “Frente de los Monegros” y se ha habilitado recientemente para que pueda ser visitado al tiempo que se ha preparado una recreación tematizada que permite tener una experiencia cercana a la que tuvieron los habitantes de Monegrillo durante los bombardeos de la Guerra Civil.
Los vecinos de la localidad construyeron este refugio ayudados por expertos mineros alistados en las milicias anarquistas, horadando la roca del cerro donde antiguamente se situaba una torre de vigilancia. Dieron forma así a uno de los sistemas defensivos más seguros denominado “abrigo en galería de mina”.