La intervención se ha promovido para evitar el avance en el deterioro progresivo que sufre la fábrica por su exposición frente a los agentes atmosféricos.
Castilla y León | 29 de octubre de 2020. La jefa del Servicio Territorial de Cultura y Patrimonio, Amelia Biaín, ha recibido esta mañana las obras de consolidación de la arquería del claustro reglar del Monasterio de San Pedro de Montes de Valdueza, ubicado en el término municipal de Ponferrada. El importe de la inversión ha sido de 25.047,79 euros, que financia la Dirección General de Patrimonio, a través de la Delegación Territorial de León. En ella se incluye la redacción de la documentación técnica, la ejecución de la obra y la dirección técnica de la misma.
La intervención en la arquería del claustro y la coronación del contrafuerte se han promovido para evitar el avance en el deterioro progresivo que sufre la fábrica por su exposición frente a los agentes atmosféricos, con el propósito de conservar la imagen de ruina monumental que presenta en la actualidad. Para conseguir este objetivo se plantearon diversas intervenciones en los lienzos de la arquería del claustro, tales como, las actividades de limpieza y desbroce manual de la coronación de las fábricas, el reajuste de las dovelas en los arcos desencajados elevando las claves descolgadas mediante puntales telescópicos y procedimientos de acuñado, la recomposición de lagunas de sillería y el acabado de la superficie.
El Monasterio fue declarado Bien de Interés Cultural el 3 de junio de 1931 como parte de los monumentos de más relieve de la provincia. En mayo de 1995 se declaró el entorno de protección del mismo que incluye la totalidad del núcleo urbano de Montes de Valdueza.
Sus orígenes se remontan al siglo VII. Tras la invasión musulmana fue restaurado y en el año 919 se acometió una ampliación. Posteriormente, con la reforma benedictina de los siglos XII y XIII se rehace en estilo románico y se vuelve a levantar la nave en el siglo XVIII en conjunto con la fachada y el claustro barroco. Después de la exclaustración, en el año 1842, un incendio convirtió el edificio del monasterio en escombros, salvándose poco más que la iglesia parroquial. Lo que hoy se conserva es el resultado de una remodelación integral acometida a principios del siglo XIX, una vez terminada la ampliación en torno al patio oriental, que se prolongó a lo largo del siglo XVIII en cinco fases sucesivas.
Actualmente, el edificio de la iglesia consta de 3 naves separadas por arcos apuntados muy abiertos, que se cubren con una bóveda de cañón muy rebajada espaciada por arcos fajones en ladrillo. En el ángulo Norte se levanta la torre de planta cuadrada compuesta por dos pisos, cubierta con bóvedas y coronada con chapitel de cuatro paños rectos. Toda ella realizada en piedra como el resto del edificio.