La llegada de la crisis del coronavirus, al igual que en otros muchos sectores, se ha hecho notar en el mundo de las bodas. Según los estudios, más de 16.000 parejas se vieron obligadas a suspender sus celebraciones nupciales durante el confinamiento.
Antes de la llegada de la pandemia, los destinos preferidos de los novios pasaban en el 99% de los casos por viajar a otro país. Sin embargo, la nueva realidad ha llevado a las parejas a plantearse una luna de miel sin traspasar las fronteras españolas. Y es que, tal y como acredita la Asociación Los Pueblos más Bonitos de España , una red de pequeños municipios que cuenta con 94 localidades, en nuestro país contamos con un sinfín de lugares únicos.
En Castilla y León, la Asociación cuenta con 23 localidades, Caleruega (Burgos), el Castrillo de Polvazares (León), Covarrubias (Burgos), Frías (Burgos), Lerma (Burgos), Peñalba de Santiago (León), Ayllón (Segovia), Bonilla de la Sierra (Ávila), Candelario (Salamanca), Ciudad Rodrigo (Salamanca), La Alberca (Salamanca), Ledesma (Salamanca), Maderuelo (Segovia), Medinaceli (Soria), Miranda del Castañar (Salamanca), Mogarraz (Salamanca), Monteagudo de las Vicarías (Soria), Pedraza (Segovia), Puebla de Sanabria (Zamora), Sepúlveda (Segovia), Urueña (Valladolid), Vinuesa (Soria) y Yanguas (Soria). Todas ellas albergan un sinfín de atractivos que harán del viaje de novios un recuerdo memorable.
Los recién casados pueden poner la guinda a su luna de miel dando fin a su recorrido en Chinchón, pueblo en este caso perteneciente a la Comunidad de Madrid.
Si la pareja tiene tiempo suficiente para destinar al menos una jornada a cada de las 23 localidades castellanoleoneses, la Asociación recomienda visitarlas todas. En caso contrario, al menos no debe perderse las siguientes:
Medinacelli
Este municipio soriano es sinónimo de elegancia e historia, es encanto medieval. Sobre un cerro del valle Jalón, esta localidad está marcada por sus vestigios celtíberos, romanos, árabes y cristianos. Los parejas más devotas no querrán dejar de ir a la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción, ya que esta alberga en su interior una réplica del famoso Jesús de Medinaceli que hay en Madrid y que tanto fervor religioso suscita cada año.
Otro de sus puntos interés viene de la mano de su estrecha relación con la naturaleza al hallarse próxima a entornos naturales con cuevas y cascadas, ofreciendo un entorno idílico y calmado.
Urueña
Este pequeño municipio vallisoletano llama la atención del visitante al ser un lugar que rinde un homenaje muy especial a los libros. Desde hace unos años, Urueña se autobautizó “Villa del Libro” como atractivo turístico pionero.
Se enorgullece de ser uno de los pueblos de España que tiene más librerías que bares. En este paraíso rural, los recién casados no solo encontrarán rincones llenos de encanto y mil opciones que descubrir, sino que además pueden acabar su viaje de novios con un puñado de nuevas obras maravillosas para leer.
Al visitar esta preciosa villa, la pareja no puede pasar por alto la belleza de sus calles de trazado medieval donde quedarán ensimismados con su impresionante muralla.
Pedraza
En la provincia de Segovia se encuentra uno de los pueblos de Castilla y León que más turistas recibe. Se trata de Pedraza, una villa medieval que cuenta con poco más de 100 vecinos. Todos ellos viven del turismo por lo que al llegar a este bello pueblo, la pareja se encontrará con numerosos asadores, tiendas de decoración, mueble rústico, artesanía, estaños, tahonas… Tras visitar sus principales monumentos (la Puerta de la Villa, la Cárcel de Pedraza, la Plaza Mayor de Pedraza e Iglesia de San Juan, o el Castillo de Pedraza y Museo de Zuloaga entre otros), los ya marido y mujer podrán reponer fuerzas deleitándose con los platos típicos del lugar: las patatas revolconas, el
cochinillo y el cordero asado en horno de leña.
Chinchón
Una buena opción para finalizar el viaje de novios es acercarse a Chinchón, cuyo casco urbano fue declarado, en 1974, Conjunto Histórico Artístico por el Consejo de Ministros; hecho tras el cual se inicia el apogeo del sector hostelero y turístico, que hace de Chinchón uno de los destinos más conocidos, tanto a nivel nacional como internacional.
Fotografía: Martínezld
En la visita a Chinchón no deben faltar ni una buena comida en alguno de los restaurantes que se aglutinan en su Plaza Mayor (declarada la 40 maravilla material de la Comunidad de Madrid), con sus apetecibles balcones, ni una copita de su famoso aguardiente de anís, reconocido en 1900 en la Exposición Universal de París.
