Los más pequeños de la casa disfrutarán de todos los enclaves jordanos gracias a las peculiaridades del paisaje y a las actividades que permiten la mayoría de ellos
Miércoles, 12 de diciembre de 2013.- Aunque la imagen de Jordania en el exterior se centra en camellos, desiertos y beduinos, la realidad de este extraordinario destino reside en sus montañas y playas, sus castillos, la hospitalidad de sus gentes y la riqueza de su cultura, configurándose como un lugar perfecto para unas vacaciones en familia. Y es que Jordania tiene previstas todo tipo de actividades para el disfrute de los más exigentes, los pequeños de la casa.
Amán, la capital de este fascinante país que muestra una fusión única en el mundo de la antigüedad con la modernidad, ofrece la posibilidad de que los más pequeños se diviertan a la vez que conocen el patrimonio jordano a través de su artesanía y cultura en el Parque Nacional del Rey Hussein. Además, pueden subirse en un símbolo del patrimonio de la historia moderna de Jordania, el ferrocarril de Hijaz, utilizado también por el Rey Abdullah I.
Por su parte, Jerash nos hace viajar en el tiempo. Sus columnas, sus templos, las calzadas romanas que recorren esta ciudad, todo cuidadosamente conservado, reflejan siglos de historia del país. Este viaje en el tiempo se hace más palpable al presenciar la representación del ejército romano y una auténtica carrera de cuadrigas que emocionará a los más pequeños.
Para los más aventureros, Jordania presenta la alternativa de visitar sus imponentes reservas naturales. Recorriendo los senderos de la Reserva Natural de Dana se podrán apreciar 555 especies distintas de plantas y 200 de animales (muchos de ellos en peligro de extinción). Además, se pueden realizar emocionantes excursiones con bicicletas de montaña, descender los cañones, explorar ruinas arqueológicas y las minas de cobre más antiguas del mundo, de la mano de un guía beduino. En la Reserva de Wadi Mujib, por otro lado, se pueden realizar todo tipo de actividades, desde escalada o barranquismo hasta un simple baño en el río.
Muy cerca, el Mar Muerto es ideal para los más pequeños. Se trata del único mar del planeta perfecto tanto para nadadores como para personas que no saben nadar, ya que debido a la alta concentración de sal en él es imposible no flotar.
En la famosísima Petra, los más pequeños pueden rememorar Indiana Jones a lomos de un camello, caballo o burro, disfrutando de un paso de 30 minutos desde la entrada al Siq, mientras en el desierto de Wadi Rum se pueden seguir los pasos de Lawrence de Arabia en 4×4, camello o, incluso, sobrevolando el paisaje en globo.
Cuando la realidad se mezcla con la ficción, las familias pueden disfrutar de momentos estimulantes y emocionantes. Aqaba se ha convertido en una ciudad animada que dispone de modernos complejos turísticos con hoteles internacionales, lagunas modernizadas, paseos marítimos y parques acuáticos. El Parque Marítimo de Aqaba es un área marina protegida que se extiende 7km por la costa. Su objetivo es preservar los arrecifes de coral y la vida marina del litoral de Aqaba. Además, merece la pena ver The Jordan Experience, un documental especial sobre Jordania desde el aire. El filme empieza a las 11:15 y se proyecta cada hora desde las 12:00 hasta las 18:00 todos los días.