De la mano de una arqueóloga, la visita permitirá salir a los jardines, contemplar Los Siete Picones de la Cerca, entrar a las dependencias del Convento de San Andrés y disfrutar del impresionante Pozo de Nieve, de más de siete metros de profundidad.
El Ayuntamiento de Salamanca retoma, desde este sábado, día 19 de septiembre, hasta el día 31 de octubre, la oferta de visitas guiadas gratuitas al Pozo de Nieve.
Salmantinos y visitantes podrán descubrir este recurso patrimonial incorporado desde hace ya tres años a la oferta turística del fin de semana en la ciudad. Las inscripciones a las visitas guiadas gratuitas al Pozo de Nieve se pueden realizar en la web www.salamancaymas.es. Los grupos no pueden superar las 9 personas (incluidos niños) y se podrán reservar 2 entradas por persona y las reservas solo se podrán realizar para la misma semana. Se ofrecerán tres pases los sábados, dos de mañana (11:00 y 12:30 horas), uno de tarde (18:00 horas) y dos pases durante la mañana del domingo (11:00 y 12:30 horas).
De la mano de una arqueóloga, la visita incluirá un completo e interesante recorrido que se iniciará en el Pozo, para salir a los jardines y contemplar los Siete Picones de la Cerca; entrar en las dependencias hasta los túneles y de nuevo, para finalizar, el Pozo, visto desde abajo.
El recorrido permite descubrir uno de los monumentos más peculiares y desconocidos de la Salamanca del siglo XVIII. Junto a la Cerca Nueva de la ciudad se conservan los restos de uno de los más importantes conventos de la Salamanca renacentista, el de San Andrés, conocido como el ‘Escorial salmantino’ por sus grandes dimensiones y adusto estilo arquitectónico, levantado en el siglo XVI por la Orden del Carmen Calzado. Fue uno de los centros conventuales más importantes de la ciudad hasta su destrucción a mediados del siglo XIX.
De él nos han llegado la capilla de la Orden Tercera del Carmen y unas pequeñas dependencias de servicio anexas al cuerpo principal consistentes en una casa de oficios con tenadas y un magnífico pozo de nieve construidos durante el siglo XVIII.
El Pozo de Nieve constituye una asombrosa construcción en la que nuestros antepasados almacenaban y conservaban la nieve que traían sobre mulos desde las Sierras de Francia y Béjar para convertirla en hielo, que luego aprovechaban para fabricar helados o sorbertes, como conservante o con fines terapéuticos.
El espectacular pozo de más de siete metros de profundidad cubierto por una bóveda de pizarra es otro de los atractivos de la visita, que permite, además, admirar parte de la antigua muralla medieval de Salamanca, las caballerizas y tenadas del convento o parte de la torre nordeste del complejo. Las misteriosas galerías subterráneas, de origen y función inciertos, añaden también singularidad a la visita.
Los grupos deben ser reducidos, siendo necesario el uso del casco de protección y se recomienda calzado cómodo.