El pasado 28 de agosto se constituyó la Asociación de Servicios de Actividades Extraescolares de Castilla y León (ASAECYL), que aglutina a diversos profesionales, tanto empresas como autónomos, que ofrecen ese tipo de servicios en los colegios de la Comunidad Autónoma.
Tal idea surgió a raíz del anuncio realizado por el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, en el que manifestaba la intención de cancelar las actividades extraescolares en los centros escolares del territorio autonómico durante el primer trimestre del curso 2020/21, a raíz de la situación sanitaria creada por la pandemia de COVID-19. Dicha manifestación fue trasladada días después de manera oficial al BOCYL.
Desde ASAECYL, se hace hincapié en el hecho de que Castilla y León es, actualmente, la única comunidad autónoma que mantiene tal medida.
En otras regiones ya está confirmado que se llevarán a cabo estas actividades apelando a la seguridad sanitaria que conllevan tanto para los alumnos como la sociedad.
Portavoces de la asociación aseguran que tienen preparado un protocolo sanitario específico que ha sido trasladado a la Junta de Castilla y León para que las extraescolares, que incluyen disciplinas muy diversas, como los idiomas, el deporte o la tecnología, puedan ser ejecutadas de manera segura, minimizando al máximo la posible transmisión del virus.
De hecho, sus representantes afirman que, lejos de suponer un riesgo, lo evitan, puesto que los menores están en un centro con medidas y protocolos específicos, mientras que si se prohíben, los padres pueden escoger otras alternativas para la educación y el entretenimiento después del colegio mucho más difíciles de controlar.
En este sentido, ASAECYL destaca la relevancia fundamental de las actividades extraescolares de cara la conciliación de la vida familiar y laboral de las familias, así como su importancia en cuanto al desarrollo formativo, educativo y lúdico de los menores. “No solo son un complemento, son un añadido esencial”, remarcan sus portavoces. “Especialmente si se tiene en cuenta que los niños estuvieron más de 3 meses sin acudir al colegio el curso pasado, con el déficit educativo y a nivel de socialización que ello supone”, añaden.
Asimismo, los representantes de esta nueva asociación alertan sobre el peligro que acarrea su cancelación de cara a la brecha social y económica de las familias castellanas y leonesas, puesto que las actividades extraescolares en los colegios son mucho más accesibles que cualquier otra opción privada, pudiéndose agravar la brecha educativa ya existente derivada de los meses de confinamiento.
Por último, la ASAECYL pone de relieve el impacto económico y laboral que implica la decisión de la Junta. Se estima que podrían perderse casi 10.000 empleos y dejarse de facturar más de 13 millones de euros en los aproximadamente 1.000 colegios repartidos en todo el territorio de la comunidad. No obstante, desde la asociación recalcan que “el mayor perjuicio es para las familias y sobre todo para los propios niños y niñas”.
Aunque la asociación haya sido creada en este contexto, los promotores de la misma consideran que “no hay mal que por bien no venga” y es una buena ocasión para que “por fin nos unamos y pongamos el foco en este este sector que tradicionalmente no ha sido valorado como se merece y sobre el que se tiene un gran desconocimiento”, así que esperan que el grupo recién fundado tenga bastante recorrido en el futuro.