Hoteles, campings y establecimientos rurales de la demarcación de Lleida, especialmente los de montaña, han registrado ocupaciones de entre el 90 y el 100%, con una presencia mayoritaria de clientes de proximidad.
Los campings leridanos “han superado todas las expectativas” según Marta Cortina, presidenta de la Asociación de Campings de Lleida, con una ocupación que en algunos casos ha rozado el 100%, especialmente durante la tercera semana de agosto. Estos excelentes resultados “de un agosto que será igual de bueno que el de 2019” se refieren básicamente a la zona del Pirineo, ya que en el llano el balance ha sido más modesto.
Los bungalós han funcionado especialmente bien, manteniendo una altísima ocupación durante todo el mes. El cliente catalán, seguido a distancia del valenciano, vasco y madrileño, casi ha monopolizado una temporada que todavía se alargará durante el mes de septiembre.
Los establecimientos rurales han tenido un balance muy bueno en el llano (con ocupaciones de casi un 80%) y excelente en el Pirineo, donde se ha llegado casi al 100%. Como en el caso de los campings, se prevé seguir trabajando la primera quincena de septiembre, aunque sin previsiones demasiado claras ya que este año el sector opera mucho con reservas a corto plazo.
En cuanto a los hoteles, la ocupación ha ido del 90 al 100% en las comarcas del Pirineo y ha sido bastante inferior en las del llano.
A nivel general, la situación de incertidumbre provocada por la Covid-19, que ha restringido notablemente los desplazamientos largos y en especial los viajes al extranjero, ha causado un incremento de visitantes de proximidad. Además, el carácter rural de la demarcación de Lleida, con predominio de espacios abiertos, y la excelencia de sus paisajes han atraído un gran número de visitantes que buscan un marco saludable y natural para sus vacaciones.
Este fenómeno se ha visto claramente reflejado en el Pirineo de Lleida, donde el elevado volumen de turistas y vehículos a mediados de agosto ha obligado a aplicar algunas restricciones puntuales. Es el caso de las entradas al Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici o de algunos parajes de la Val d’Aran, donde se ha limitado temporalmente el acceso.
Datos del mes de julio
Por otro lado, y según datos del INE, en lo que se refiere al número de viajeros y pernoctaciones en establecimientos de hostelería, el conjunto de la demarcación de Lleida registró en julio un descenso de 10 puntos respecto al mismo mes de 2019 (hay que recordar que el sector de hostelería cerró el verano de 2019 con uno de los mejores resultados de todos los tiempos). El grado de ocupación de los establecimientos de hostelería del mes de julio este año ha sido del 34,39%, frente al 44,92% del pasado año.
El principal descenso ha venido del ámbito del turismo extranjero, este año con solo un tercio de las pernoctaciones registradas en 2019. El visitante de fuera ha generado este julio 11.119 pernoctaciones frente a las 37.561 del año pasado. Por su parte el turismo estatal supuso el 65% de pernoctaciones de 2019 (111.316), frente a las 173.499 de 2020.
Dado que estas son cifras del conjunto de la demarcación, y considerando que un sector de la comarca del Segrià estuvo confinado buena parte del mes de julio, los establecimientos del sector de hostelería de la zona del Pirineo de Lleida registraron este año un 70 % en el número de viajeros y de pernoctacions con respecto a las cifras de julio de 2019, marcado principalmente este descenso por el turismo extranjero.
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