La Junta de Castilla y León, desde su poder fagotizador y manipulador, ha sabido utilizar muy bien la estrategia de “divide y vencerás”. Los 37 años de inclusión en esta Comunidad Autonómica, lo han sido de decadencia para el Bierzo.
Conceyu País LLIionés ha hecho público en la tarde de ayer miércoles una carta abierta dirigida a la Corporación Local de Cacabelos con motivo de la moción que presentarán en el Pleno municipal para reivindicar «una comunidad autónoma leonesa y el Bierzo como provincia de la misma».
«Con todo el respeto debido, en un asunto de suma importancia para el futuro, no solo de su Municipio, sino para El Bierzo, y para todo el territorio leonés, llámese Región Leonesa, Reino de León, País Leonés (o Llionés). Un territorio histórico, cuya existencia data de antes de la propia España, siendo generadora de ésta, junto a otras identidades, distintas y/o afines, en un proyecto común.
Por historia, por raíces, el Bierzo, y resto de León, siempre han tenido un estrecho vínculo, desde los tiempos de los ástures, hasta hoy. Por identidad, la realidad berciana tiene unas connotaciones especiales, que sin duda hay que tener en cuenta y respetar.
La Junta de Castilla y León, desde su poder fagotizador y manipulador, ha sabido utilizar muy bien la estrategia de “divide y vencerás”, otorgando a El Bierzo un regalo envenenado que llaman “Consejo Comarcal”; inoperativo, salvo para cubrir poco más que los sueldos de estómagos agradecidos, colaboracionistas, y cómplices de sostener esta Comunidad de inexistente fundamento lógico, por tratarse de dos territorios históricos distintos y diferenciados, por un lado, León, y por otro Castilla. En éste “invento”, llamado Castilla y León, para nada contamos los segundos, llevando desde Valladolid un despótico gobierno, más centralista que lo fuera nunca Madrid, o León ciudad, respecto a la provincia.
El Consejo Comarcal de El Bierzo apenas cuenta con medios para acometer las urgentes carencias que El Bierzo tiene, tras 37 años sufriendo el abandono, el ninguneo, la nula atención a sus reivindicaciones para con sus apremiantes necesidades. Tal ha ocurrido con temas importante para la reactivación económica, como fueron los fondos MINER, de destino y aplicación desconocidos, o la función inicialmente pensada para la CIUDEN, o la privilegiada promoción de los vinos de Ribera de Duero, antes que los bercianos, etc.
Los 37 años de inclusión en esta Comunidad Autonómica, lo han sido de decadencia para el Bierzo (y León), pues nos han sumido en la ruina económica, social, poblacional, e identitaria.
El encaje de El Bierzo, en una nueva Autonomía Leonesa, deberá hacerse con el apoderamiento de las competencias transferidas, para su autogobierno, acercando la administración al administrando, en este caso, a las bercianas y bercianos. ¿Quién, mejor que los bercianos, para conocer sus propios problemas y saber resolverlos?
En cuanto a la conveniencia de desdoblar la actual Comunidad de Castilla y León, y formar la nueva Autonomía Leonesa, sobran argumentos de todo tipo.
Partimos ya de una mastodóntica autonomía, más grande que Portugal, y que otros Estados de la propia Europa. Ha quedado demostrado que esta Autonomía es manifiestamente ingobernable, y de claro efecto negativo para la región leonesa; este último efecto, de discriminación con respecto a la parte castellana, no dudamos que se ha producido con intención y alevosamente.
En nuestro caso, la solidaridad entre regiones, a la que apela la Constitución, no solo no se ha cumplido, sino que hemos vivido 37 años en esta Des-Comunidad de una forma explotadora de nuestros recursos hacia Valladolid, y desde allí, últimamente, a potenciar el eje Valladolid-Palencia-Burgos.
Estamos siendo aniquilados como pueblo, nuestra historia está siendo soterrada, y desapareciendo de la conciencia colectiva de toda España, influido por los medios; invisibilizados tras expresiones como “las dos castillas”, que la Junta no hace nada por corregir, o bajo los eufemismos ocultadores de lo leonés, como “el occidente”, o “el oeste” de la Comunidad, o de la Meseta, que la propia Junta utiliza, y estimula su uso, con tal de no pronunciar lo que somos, Bierzo, León, o Región Leonesa, y a sus habitantes, Bercianas y Bercianos, o Leonesas y Leoneses sin necesidad de ser sufijo o apellido de nadie. La Junta utiliza la estrategia de George Steiner: “lo que no se nombra no existe”. Y lo sigue a rajatabla, con deliberada manipulación.
La única solución es la Autonomía Leonesa -territorio y pueblo leoneses- tan merecedora, como Navarra o Aragón, de constituirse en la 18º comunidad autónoma del Estado español, posibilidad que la Constitución recoge y ampara.
Apelamos pues, desde Conceyu País Lliones, a que todos y cada uno de los concejales y concejalas que componen el Ayuntamiento de Cacabelos (El Bierzo), emulen a aquellos hombres buenos (en este caso también mujeres) que representaron al pueblo, por primera vez en la historia, en aquella Curia Regia -de la Corona de León- celebrada en 1188 en León. Y escuchen a los ciudadanos, mirándolos a los ojos y al corazón, y voten en consecuencia. Esto no va de partidos, pues cada cual tiene sus ideas, forma de ver la vida, y de gestionar los intereses de la ciudadanía.
Esto va de salvar a esta tierra maravillosa, y que por fin se cumpla la Constitución en cuanto a nuestros derechos, como cualquier otra región de España y, con las riendas del presente en nuestras manos, miremos al futuro con esperanza e ilusión, desde un prisma netamente berciano, netamente leonés.
Gracias por su atención; Reciban un cordial saludo.
- León/Llión, a 5 de Agosto, 2020
- Carlos González García
- Presidente del Conceyu País Llionés»
