Ayer fue un día muy importante para ambas compañías, dando inicio a la fusión de Aerolíneas Argentinas y Austral Líneas Aéreas. Las razones y los beneficios de esta decisión son fundamentales para superar la mayor crisis de la industria aerocomercial.
Tal vez, usted como pasajero no haya percibido las diferencias entre una y otra empresa porque ambas compartieron siempre los más altos estándares de servicio y calidad. Pero lo cierto es que dentro del Grupo Aerolíneas convivieron ambas líneas áreas, duplicando estructuras y procesos. Esta fusión, que esperan esté concluida antes de fin de año, permitirá disminuir significativamente los costos de la operación y mejorar los números de la compañía. Lo que se traduce, sin lugar a dudas, en un mejor servicio a sus pasajeros.
Están convencidos de que este es el camino correcto para fortalecer su empresa y afrontar exitosamente los nuevos desafíos que tienen por delante.
Además, con el objetivo de disputar nuevos mercados e incrementar sus ingresos, crearán dos nuevas unidades de negocios, dentro de la compañía ya unificada.
Unidad de negocios cargas
A partir de la experiencia que están adquiriendo en los vuelos a Shanghái en busca de insumos médicos, están convencidos de que pueden desarrollarse en un mercado nuevo para ellos y con poca oferta en el país.
Unidad de negocios de mantenimiento de servicios para terceros
A partir del reconocimiento internacional con el que cuenta la compañía en términos de mantenimiento y seguridad, no tienen dudas que serán muchas las aerolíneas del mundo que requerirán de sus servicios de mantenimiento para sus aviones.
Asimismo, desarrollarán otros proyectos de menor envergadura pero que apuntan al mismo objetivo: aumentar los niveles de facturación.
Necesitan adaptarse a los tiempos que corren, para continuar brindando un servicio de calidad y seguir conectando a millones de argentinos y argentinas.