El vicario episcopal de Relaciones Públicas de la Diócesis de León y deán de la S. I. Catedral, Antonio Trobajo Díaz, ha fallecido este sábado en Madrid víctima de una enfermedad diagnosticada el pasado mes de agosto y que desde entonces le había mantenido apartado de la vida pública.
La Junta Mayor de la Semana Santa de León, ha señalado en un comunicado hecho público este sábado, «en nombre de todas las Cofradías y Hermandades de la Semana Santa de la ciudad y en el suyo propio, lamenta, profundamente, el fallecimiento del Ilmo. Rvdo. Sr. D. Antonio Trobajo Díaz, Vicario de Relaciones Públicas y Dean de la Santa Iglesia Catedral».
D. Antonio nació en Puente de Alba (León) el veintiséis de agosto de 1943. Fue ordenado sacerdote el doce de junio de 1966, iniciando la tarea sacerdotal en Tejerina, Cabornera de Gordón, Geras y Paradilla de Gordón.
Realizó sus estudios eclesiásticos en los Seminarios de León (cinco años de Latín y Humanidades, tres de Filosofía y cuatro de Sagrada Teología). Obtuvo las Licenciaturas en Teología y en Filosofía y Letras en la Universidad Pontificia de Salamanca.
Ejerció numerosas actividades docentes y pastorales dentro de la Diócesis de León. Profesor de religión; secretario de redacción de la Revista “Colligite”; miembro del equipo sacerdotal de la Parroquia de Santo Toribio; Arcipreste de Nuestra Señora del Mercado; encargado del Secretariado de Pastoral Universitaria del que llegó a ser su Consiliario; profesor del Seminario Mayor; Vicario General y Moderador de la Curia de 1984 a 1994; miembro de los Consejos Presbiterales y del Colegio de Consultores en varias ocasiones; Rector del Seminario Mayor de 1994 a 1999; Director del Centro Superior de Estudios Teológicos en varias ocasiones; canónigo de la Santa Iglesia Catedral desde el año 2000; miembro del Consejo de Órdenes y Ministerios, Miembro de la Comisión para el Diaconado Permanente; Presidente-delegado de la Comisión para el XI centenario de la muerte de San Froilán, V centenario de la invención de la imagen de La Virgen del Camino y LXXV aniversario de su coronación canónica; asesor religioso de Cope León y de Popular TV, Capellán de la Residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, etc.
En su vinculación con la Semana Santa fue Presidente-Delegado en la Junta Mayor en nombre del Sr. Obispo, durante su mandato como Vicario General de 1984 a 1994; predicador del Triduo de Santa Marta en 1985, predicador del Sermón de las Siete Palabras en 1987 y 1994; predicador en el Triduo de Angustias de los años 1990 y 1996; miembro del comité organizador del II Congreso Nacional de Cofradías en 1992; conferenciante en las II Jornadas Culturales de la Cofradía del Perdón; pregonero de la Semana Santa en el año 1999; pregonero de la Cofradía del Cristo del Gran Poder en 2007; ponente en las I Jornadas del Santo Sepulcro en 2010; en 2011 es autor del pregón de la Resurrección de Jesús Divino Obrero y pregonero cofrade en La Horqueta; en 2012 es pregonero de la Semana Santa de San Andrés del Rabanedo, predicador del primer Triduo a Nuestra Madre de la Divina Gracia, de la que autorizó su intitulación; habitual anfitrión del Pregón a caballo de la cofradía de las Siete Palabras; ponente de la II edición de la formación cofrade de la Cofradía del Santo Cristo de la Bienaventuranza, por enumerar algunos de ellos.
Al mismo tiempo, presidió innumerables actos de culto, presentaciones y bendiciones de imágenes o enseres, jornadas de formación y tiempos de oración, escribió artículos para todas las revistas relacionadas con nuestra Semana Santa, y pronunció charlas para la Junta Mayor y para todas las cofradías y hermandades de la ciudad. En una de sus últimas intervenciones afirmó: «Un buen cofrade de espíritu penitente, un buen papón, no es más que un cristiano cabal».
Además de esas numerosas tareas pastorales y de servicio ha sido animado conversador de tertulias, acertado consejero de quién acudía a escuchar sus sabias palabras, predicador de verbo ágil y cercano, sabio y prudente consejero de cuantos a él acudían, amigo de sus amigos y cordial con aquellos que opinaban distinto, con fina pluma en sus escritos y reflexiones y sobre todo un gran sacerdote y una gran persona.
La Junta Mayor de la Semana Santa Leonesa se une en el dolor a sus familiares, Obispo Diocesano, Curia Diocesana, Sacerdotes, cofrades leoneses y amigos.
Agradecemos, de corazón, su dedicación, entrega y apoyo a las cofradías y hermandades de la ciudad y a esta Junta Mayor, elevamos nuestras oraciones por el eterno descanso de su alma y confiamos en que se encontrará disfrutando de la presencia de Dios Padre, acompañado de la Virgen del Camino, de la que fue ferviente devoto. Descanse en Paz.