La paz y el sosiego de estos valles angostos, cubiertos de árboles seculares y de evocadoras ruinas de los monasterios del medievo hacen de este lugar un singular paraje de tradición y arte que debe ser conservado en su primitiva belleza.
Con este párrafo se justificaba en el BOE del 24 de junio de 1969 la declaración mediante Real Decreto de la Tebaida Berciana como paisaje pintoresco, una zona privilegiada de la comarca de El Bierzo tanto por su belleza natural como por sus valores históricos y artísticos.
Territorio que posteriormente fue incluido en el catálogo de Bienes de Interés Cultural como sitio histórico. Enclavada al sur de Ponferrada, en el valle del río Oza y rodeado por una docena de picos montañosos, desde hace más de mil años fue destino de anacoretas que buscaban retiro espiritual en las numerosas cuevas que horadan su geografía. Pero quien mejor supo definir a la Tebaida Berciana fue el Padre Flórez en su libro “España Sagrada” al referirse a ella como “Ninguno mejor puede competir con la Tebayda y con los más Santos Desiertos de Palestina. La multitud de Santuarios, la santidad de Eremitorios, los muchos Anacoretas, los Monges que sobresalieron en victorias del mundo, solo podrá contarlos el que sabe las estrellas del Cielo”
Hermosa tierra que ofrece al visitante numerosas opciones para hacer que su escapada se convierta en una experiencia inolvidable. Un impresionante patrimonio natural que nos regala profundos y exuberantes valles de robles, castaños y encinas; ríos y arroyos que en su camino crean increíbles saltos de agua o mágicos “soutos” de castaños centenarios. Y una rica y variada historia que va desde la época prerromana, pasando por la presencia del Imperio Romano que dejó su huella en forma de canales de agua y balsas utilizadas para el lavado del oro como es el caso del Aro de Miédula de Espinoso de Compludo; la visigoda, personificada en la figura de San Fructuoso, noble godo emparentado con la dinastía real visigoda que se retiró a estas tierras para fundar el primer movimiento eremítico y monástico de la Península Ibérica, el Monasterio de los Santos Justo y Pastor en el pueblo de Compludo y por supuesto, la Edad Media, época en la que se produce el auge del Monasterio de San Pedro de Montes.
Esta experiencia ofrece también la posibilidad de descubrir pequeños pueblos que guardan el encanto de tiempos pasados. Pasear sin prisa por sus calles nos permite descubrir auténticas joyas de la arquitectura popular berciana y bellos rincones donde parece que el tiempo se ha detenido.
Espinoso de Compludo
Enclave de Caballeros de la Orden del Temple y paso obligado de los peregrinos hacia el Valle del Silencio en su camino hacia Santiago de Compostela, Espinoso es en la actualidad una de las joyas arquitectónicas de la provincia leonesa, comparable con Castrillo de los Polvazares o Peñalba de Santiago. Este pequeño pueblo, parcialmente desahitado hasta el año 1996, ha visto como se ha recuperado gracias al empeño de particulares y vecinos, siendo en la actualidad unos de los núcleos más activos del turismo rural. Además de sus bellas construcciones merece la pena hacer un alto y visitar la iglesia de San Miguel del siglo XII y el retablo barroco del XVII.
Ofrece también la posibilidad de visitar Artebaida, un espacio expositivo que empezó siendo únicamente un lugar donde poder admirar dos extensas maquetas con algunos de los monumentos y construcciones más típicas de la comarca, para acabar convirtiéndose en un centro didáctico donde descubriremos una parte de la historia berciana que nos cuenta cómo era la ciudad de Ponferrada en el siglo XI, así como castros prerromanos como el de Chano, recintos amurallados, casas con techumbres de paja, aldeas de pallozas como Campo del Agua y las construcciones más cercanas en el tiempo realizadas con materiales propios de la zona como son la piedra, la madera y la pizarra.
Compludo
El nombre de Compludo hace alusión a Compleutica o Complega de los astures, cuyos habitantes, cercados por las tropas de Gracco lo recibieron con ramos en las manos implorando misericordia para posteriormente arremeter con él con furia. Y como no podía ser de otra manera, la historia de este pequeño pueblo esta irremediablemente ligada a la figura de San Fructuoso que renunció a las comodidades que podía disfrutar por su pertenencia a la dinastía real visigoda para dedicarse al estudio religioso.
En estas tierras se retiró para vivir como ermitaño y aquí fue donde fundó el primer movimiento eremítico y monástico de la Península Ibérica, el Monasterio de los Santos Mártires Justo y Pastor, cuyo nombre recuerda a los Santos Mártires o Santos Niños que fueron ejecutados en el año 304 en Alcalá de Henares por negarse a abjurar del cristianismo. Labor que continuó en la comarca berciana con la fundación del Monasterio de San Pedro de Montes en el Valle del río Oza y el de San Félix de Visonia en la zona de Oencia, así como otros cenobios en Galicia, Andalucía y Portugal.
En nuestra visita a Compludo no podemos dejar de visitar la famosa herrería, uno de los monumentos más importantes y conocidos no solo de El Bierzo, sino también de la provincia de León. Declarada Monumento Nacional en el año 1968 sus orígenes no están muy claros, pues algunos los sitúan en el siglo VII con la llegada de San Fructuoso y otros lo hacen más cerca en el tiempo, concretamente en el siglo XIX. Más allá de estas cuestiones, lo que es indudable es que estamos ante una maravilla de la ingeniería hidráulica, en la que el agua mueve un gran martillo pilón que moldea el hierro puesto previamente en la fragua al rojo vivo. Tampoco nos podemos perder su coqueta iglesia, los bellos ejemplos de arquitectura popular, así como molinos, puentes, un monumento conmemorativo…
Carracedo de Compludo
Asentado en la estribación más afilada de la cara norte del Cerro Becerril, Carracedo es otra bella estampa de la arquitectura tradicional berciana, además de lugar elegido por los senderistas que buscan disfrutar de la naturaleza. El acceso por carretera nos regala algunos de los paisajes más espectaculares del Valle de la Abadía de Compludo, un viaje entre castaños centenarios que nos lleva al caserío desde podemos admirar algunas de las más maravillosas vistas de los Montes Aquilanos.
En nuestro deambular por los alrededores encontraremos numerosas cascadas de agua que descienden imperturbables hasta despeñarse en el profundo tajo de los arroyos de Prada y de Carracedo, para más tarde verter sus aguas en el río Meruelo. Y por encima de todas estas cascadas está la del Gualtón, situada en el lugar mágico que parece sacado de un cuento de hadas y que con sus más de treinta metros de altura es la más alta de El Bierzo.
Palacios de Compludo
Desde Compludo accederemos a Palacios, pequeño pueblo también abandonado hasta no hace mucho tiempo y que ha sido recuperado de una forma sostenible gracias a iniciativas privadas. En la actualidad es una modélica reserva ornitológica gestionada por la Asociación Ecológica Tyto Alba. Con una superficie de 969 hectáreas, la reserva se encuentra en un escarpado valle de montaña cuya cima más importante en el Pico Becerril de 1.865 metros como parte de los Montes de León y por él discurren el río Compludo y sus afluentes, los arroyos de Tegeo y la Iruela. Bosques de robledal, de ribera y laderas de encinas y abedules permiten el asentamiento de numerosas especias faunísticas.
Muchas son las opciones que el turista se encuentra en su viaje a Palacios. El arroyo de La Iruela ofrece la posibilidad de admirar un número importante de gualtones (cascadas), sin olvidarnos del Valle del Oso situado entre los pueblos de Bouzas y Palacios, entre las montañas de Picueto y Pico Becerril. Aquí se juntan el bosque mediterráneo con el atlántico siendo el hábitat ideal para el animal que le da nombre, así como otras especies de mamíferos, de aves y de plantas.
San Cristobal de Valdueza
A poco más de trece kilómetros de Ponferrada se encuentra San Cristóbal, pequeño pueblo con aproximadamente una veintena de vecinos pero que es un atractivo destino para aquellos que quieran descubrir sus maravillosos paisajes. El principal monumento de este pequeño pueblo es su tejo milenario situado a la entrada del pueblo, junto a la vieja ermita. Aceptable es su estado de conservación a pesar de sus más de 1.200 años de vida e impresionantes son sus dimensiones con más de 14 metros de altura y un diámetro máximo de su copa de casi 18 metros. Considerado como árbol sagrado por las tribus prerromanas y representativo de la inmortalidad, siempre se ha asociado a lugares de culto religioso, siendo un auténtico monumento vegetal vivo.
Peñalba de Santiago
El camino que nos lleva de la capital berciana a Peñalba de Santiago nos permite disfrutar de algunos de los paisajes más espectaculares de toda la comarca. Un increíble valle totalmente virgen entre bosques de robles, ríos y cascadas naturales: estamos hablando del Valle del Silencio.
Cuenta una leyenda que el nombre de este valle se debe a San Genadio que mandó callar al río porque le molestaba en su meditación. También conocido como la Senda de los Monjes, su intrincada carretera nos acerca a unos de los pueblos más bonitos de España que aparece ante nuestros ojos erguido con orgullo sobre una peña a la que debe su nombre y desde el que es posible admirar la generosidad de la naturaleza entre los farallones de las cumbres de la Silla de Yegua, el Pico Tuerto y la Aguiana.
Declarado Bien de Interés Cultural, el núcleo urbano de Peñalba es un conjunto de construcciones que forman un caserío de estrechas calles de laberíntica e infinita belleza. Su principal monumento es la iglesia de Santiago de Peñalba, auténtica joya del mozárabe español y único resto que se conserva del monasterio fundado en el siglo X por San Genadio. También es recomendable realizar la ruta circular de cuatro kilómetros y medio que nos llevará a la Cueva de San Genadio, lugar donde el santo se retiró después de renunciar a su cargo de Obispo de Astorga. Ruta cómoda y bien señalizada, que se lleva a cabo por una senda ancha de tierra que solamente se estrecha en los últimos cien metros.
Montes de Valdueza
También en el Valle del río Oza se encuentra el pueblo de Montes de Valdueza, igualmente conocido como San Pedro de Montes o San Pedro de Montes de Valdueza. Nacido a raíz de la fundación del Monasterio de San Pedro de Montes, en él destaca su arquitectura popular y la ermita de Santa Cruz con importantes vestigios mozárabes y visigóticos y con una inscripción en la portada que dice: “en honor a la Santa Cruz, Santa María, San Juan Bautista, Santiago, San Mateo y San Clemente” datada en el año 905.
Pero sin duda alguna su monumento más importante es el Monasterio de San Pedro de Montes, declarado Monumento Nacional en el año 1931 y Bien de Interés Cultural en 1994, y conocido con el apelativo de “Rupianensi” por el castro llamado Rupiano, primero prerromano y después romano, y utilizado por estos últimos como puesto de vigilancia de los canales que tomaban agua de estas cumbres y la trasportaban a Las Médulas.
Fundado por San Fructuoso en el siglo VII, estuvo ocupado hasta la invasión musulmana, siendo destruido por éstos y reconstruido por San Genadio. Más de mil trescientos años lo contemplan, y a pesar de los expolios y saqueos que ha sufrido a lo largo de los siglos en la actualidad luce radiante después de la rehabilitación de la que recientemente ha sido objeto.
Los Barrios de Salas
El conjunto histórico de Los Barrios de Salas, declarados Bien de Interés Cultural, esta formado por los pueblos de Lombillo de los Barrios, Salas de los Barrios y Villar de los Barrios; creando así uno de los núcleos más ricos en lo que se refiere a patrimonio monumental de la comarca de El Bierzo y de toda la provincia de León. Pasear por sus calles y plazas nos permitirá admirar palacios y casas blasonadas construidos entre los siglos XVI y XIX, bellos ejemplos de arquitectura popular y hasta cinco templos religiosos; la iglesia de San Martín de Salas, románica del siglo XI y reedificada en el XVI; la ermita de Nuestra Señora de la Encarnación de Lombillo, renacentista del siglo XVI; la Capilla de la Visitación de Salas, también renacentista del XVI; la ermita del Santo Cristo de la Veracruz de Villar, barroca del siglo XVI y la iglesia de Santa Columba de Villar, barroca del siglo XVIII.
Nuevos horarios de la herrería de Compludo
Siguiendo con la costumbre de todos los años Vita Natura et Legenda, empresa encargada de la gestión de la herrería, aprovecha las fechas posteriores a las Navidades para realizar trabajos de mantenimiento y una vez finalizados estos, procede a abrirla de nuevo. Los nuevos horarios son de 11:00 a 13:30 horas y de 15:30 a 18:00 horas.
Las visitas se llevarán a cabo cada media hora dependiendo de la afluencia de público, con una duración de veinte minutos y descansos de cinco minutos entre una y otra. La primera visita de la mañana se realizará a las 11:30 y la última a las 13:30 horas, mientras que por la tarde la primera será a las 15:30 y la última a las 17:30 horas
En estos pases se explicarán los mecanismos de la fragua y del mazo pilón, poniéndose en marcha dichas maquinarias. Si al llegar nos encontramos la puerta cerrada quiere decir que en esos momentos se está realizando una visita, por lo que habrá que esperar turno hasta a la finalización de esta.
Más información en los teléfonos 646 973 985 (Marta) y 661 250 756 (Juan Carlos) o enviando un correo electrónico a vitanaturaetlegenda@gmail.com
Texto y fotografías: Cardinalia Comunicación