Cuando se cumplen 20 años de su implantación en el Reino de Marruecos, la compañía española ALSA informa que ha resultado adjudicataria de la gestión del transporte urbano de Casablanca, capital económica y comercial del país, tras imponerse a la oferta de la francesa RATP, que también optaba a la licitación convocada por el Establecimiento de Cooperación Intercomunal (ECI) de Casablanca.
El nuevo contrato tiene una duración inicial de 10 años. Supondrá la incorporación de 700 nuevos autobuses para atender a 100 millones de pasajeros al año. Está prevista una facturación total de 729 millones de euros en los 10 años del contrato.
Estas cifras suponen prácticamente duplicar las actuales magnitudes de negocio y de actividad de ALSA en Marruecos, y pasar a gestionar el transporte urbano en cinco de las seis ciudades más pobladas del país: Casablanca, Rabat, Marrakech, Agadir y Tánger
De esta forma, tras el exitoso inicio de las operaciones en Rabat el pasado agosto -donde ya operan 300 nuevos autobuses- y con la próxima incorporación de Casablanca, en 2020 la compañía española pasará a operar en el conjunto del país una flota de 1.700 vehículos, con los que dará servicio a más de 350 millones de viajeros al año y tendrá una facturación de 174 millones de euros anuales, consolidando su liderazgo como primer operador de transporte urbano en Marruecos.
700 Nuevos autobuses en 2020
La puesta en marcha del nuevo contrato –que es el mayor operado por una empresa de transporte española fuera de nuestro país- se va a realizar en dos fases. Una primera de transición, hasta noviembre de 2020, en la que se operarán 400 autobuses, al tiempo que se acomete un plan de modernización y mantenimiento de flota, junto a los procesos de formación de personal y construcción de nuevas instalaciones. La segunda fase, a partir de noviembre del próximo año, supondrá la incorporación de 700 autobuses nuevos, que sustituirán a los anteriores, y la implantación de la nueva red, junto a la nueva monética y Sistema de Ayuda a la Explotación (SAE
En Casablanca ALSA implantará un sistema de transporte tecnológicamente avanzado, con soluciones innovadoras como monética y Sistema de Planificación de Operaciones de última generación, WiFi y cámaras de videovigilancia a bordo, que será gestionado con los más altos requerimiento en cuanto a seguridad –a través de formación especifica a los conductores y sistemas de seguridad activa y pasiva en los vehículos- y respeto al medio ambiente, con autobuses con tecnología Euro V y Euro VI que garantizan mínimas emisiones.
Gracias a esta adjudicación, los habitantes de Casablanca pasarán a disfrutar en un tiempo récord de un transporte urbano con estándares de calidad europeos, y que facilitará la intermodalidad con la red de tranvías de la ciudad, dejando atrás el deficiente servicio que han sufrido en los últimos años
La adjudicación de este contrato ha sido posible gracias a la experiencia acumulada por ALSA en estos 20 años en Marruecos, que le han llevado a ganarse la confianza de la Administración y a ser reconocido por autoridades y clientes como un operador fiable y de excelente reputación, y es fruto de su compromiso a largo plazo con el país y de su capacidad de adaptación a las distintas necesidades locales.
Historia de éxito
Supone también la culminación a una historia de éxito empresarial, iniciada en 1999 con la adjudicación del transporte urbano de Marrakech, a la que siguieron las de Agadir (2010), Tánger (2013), Khouribga (2015) y Rabat, capital política del país, en 2018.
El balance para ALSA de estos 20 años en Marruecos, en los que ha ido acompañando a las autoridades marroquíes en la creación de sistemas de transporte modernos y contribuyendo al desarrollo económico del país con inversiones y la creación de empleo estable, es muy positivo.
En esta trayectoria ALSA ha liderado la implantación de soluciones de movilidad innovadoras y pioneras en el país, como la introducción de la tarjeta sin contacto como medio de pago; la gestión del primer sistema BRT (Bus Rapid Transit) de alta capacidad implantado en Marruecos en 2017; la introducción de autobuses turísticos con tecnología 100% eléctrica libre de emisiones; o la instalación de cámaras CCTV a bordo de los autobuses para incrementar la seguridad de las operaciones.
Para ALSA Marruecos sigue siendo un país con un enorme potencial de desarrollo y crecimiento y, gracias a la estabilidad y seguridad jurídica que ofrece, resulta muy atractivo para seguir invirtiendo en el corto plazo en nuevos segmentos, como el transporte regular interurbano.