El Consejo de Administración de Renfe Operadora, reunido ayer, ha repasado un avance de los resultados hasta agosto de 2019.
En este periodo Renfe alcanzó un resultado después de impuestos de 63,7 millones de euros, lo que representa una mejora del 44% con respecto al mismo periodo de 2018. El beneficio antes de impuestos y amortizaciones (EBITDA) se situó en 327,5 millones de euros, un 3,1% más.
Por su parte, los ingresos totales crecieron hasta los 2.679 millones de euros, un 2,9% más. Dentro de esta partida, los ingresos por ventas de títulos de transporte de viajeros se situaron en 1.518 millones de euros, un 2,9% más.
Por su parte, los gastos totales antes de amortizaciones e intereses, se situaron en 2.352 millones de euros, un 2,9% superiores al mismo periodo de 2018.
La deuda se situó a 31 de agosto en 4.094 millones de euros, un 6,3% menos con respecto a la posición deudora de la compañía a cierre del ejercicio de 2018.
Incremento de viajeros
Hasta agosto de 2019, Renfe trasportó un total de 335 millones de viajeros, lo que supone un incremento de casi 6 millones en el número de viajeros transportados respecto al mismo periodo de 2018, un 1,8% más.
Por servicios, la demanda ha aumentado un 1,7% en los servicios calificados como Obligación de Servicio Público (Cercanías, Rodalies y Media Distancia, tanto en ancho convencional como en los trenes Avant), lo que supone un volumen de demanda de 312,0 millones de viajeros. Este crecimiento se produce incluso descontando el efecto de las obras de infraestructura que se llevan a cabo en Cercanías Madrid.
Por lo que respecta al Ave, Renfe transportó un total de 14,8 millones de viajeros, un 4,8% más que en agosto de 2018.