La comunidad boliviana celebra en Madrid este domingo su fiesta en honor a la Virgen de Urkupiña con un desfile artístico y cultural

Participarán 3.000 bailarines y 50 fraternidades, que ataviados con trajes de vivos colores representarán la riqueza de las danzas de las diferentes regiones de Bolivia. El pasacalles cultural discurrirá entre la glorieta de Atocha y la plaza de Cibeles desde las 9:30 hasta las 17,00 horas. La fiesta supone para la comunidad boliviana perpetuar sus tradiciones de origen e integrar sus valores culturales y religiosos entre la ciudadanía madrileña.

Este domingo domingo 11 de agosto la colectividad boliviana residente en España celebrará un año más su fiesta en honor a la Virgen de Urkupiña (Patrona de la Integración de Bolivia) con su tradicional desfile, al que asistirá el concejal del Área delegada de Emprendimiento, Empleo e Innovación, Ángel Niño, acompañado del embajador de Bolivia en España, Jorte Ramiro Tapia.

A partir de las 9:30 de la mañana y hasta las 17 horas, 3.000 bailarines y 50 fraternidades desfilarán a lo largo del Paseo del Prado, entre la glorieta de Atocha y la Plaza de Cibeles, ataviados con sus trajes típicos, caracterizados por sus vivos colores, y acompañados por la música y la diversidad de las danzas de las diferentes zonas del país, como la Morenada, el Pujllay, la Chacarera o la Diablada.

Para la población boliviana residente en el exterior, la celebración de esta fiesta tiene un significado especial y lleva arraigada en España desde hace más de una década, haciéndose visible a través de pasacalles en diferentes lugares del país.

Tres siglos de tradición

Cada 15 de agosto el pueblo boliviano conmemora la aparición en el siglo XVIII de la Virgen María Asunta a la hija de una familia campesina en la localidad de Quillacollo, en el Departamento de Cochabamba.

Actualmente, la imagen de la Virgen de Urkupiña, conocida como la Patrona de la Integración Nacional de Bolivia, se encuentra en el templo Matriz de Quillacollo, convertido hoy en un centro de peregrinación para los bolivianos y venerada por otros países vecinos como Chile y Argentina.

Con la celebración de la festividad, la comunidad boliviana trata de perpetuar las tradiciones de su lugar de origen e integrar y socializar sus valores culturales y religiosos con la ciudad de Madrid con objeto de fomentar su integración efectiva.