Las celebraciones dedicadas al Apóstol, patrón de Santiago, de Galicia, y de toda España, tienen una duración aproximada de quince días. En estas fiestas conviven la solemnidad religiosa y oficial, el sabor popular, y la animación, que convierten a toda la ciudad en un gran festival.
El 24 y el 25 de julio son los días grandes. La noche de ayer 24 hubo un impresionante espectáculo de fuegos artificiales en honor al Apóstol, al tiempo que se quema el gran castillo de piroctenia que imita la fachada gótica de la Catedral.
El 25, durante la misa solemne que se celebra en la catedral, el Rey o un delegado de la Casa Real hace la tradicional ofrenda al Apóstol Santiago. En esta misa se puede ver el botafumeiro, extraordinario inciensario de gigantescas dimensiones, balancearse en la Catedral perfumándola y envolviéndola en un halo místico. El 25 es también el día de Galicia, con actos que congregan a miles de ciudadanos gallegos en la ciudad.
Durante esta quincena las actividades culturales destacan por su calidad y diversidad. La música de todos los estilos, la danza y el teatro, los pasacalles, las verbenas… invaden Compostela. La tradicional reunión de Bandas de Música de toda Galicia y las exhibiciones de trajes regionales y bailes folclóricos son otras de las citas de estas fiestas, que se cierran el día 31 de julio con otro espectáculo de fuegos artificiales.