Portugal es un destino abierto que ofrece infinidad de posibilidades para ser descubierto. Conocerlo a través de sus parques naturales es sumergirse en las costumbres y tradiciones en las que están localizados. Pero es sin duda, una forma de vivir experiencias únicas en contacto con sus gentes y su naturaleza. Recorridos señalizados, visitas guiadas, turismo activo o observación de aves, sólo hay que elegir.
NORTE
Senderismo y actividades acuáticas.
El Parque Nacional da Peneda-Gerês Nôrte está situado entre el Alto Miño y Tras-os-Montes, la Sierra de Peneda junto con la de Gerês dan nombre al único Parque Nacional portugués. Un espacio de más de 70.000 hectáreas en el que se han sabido preservar las tradiciones, como en las aldeas de Pitões das Júnias y Tourém; y la naturaleza, en la que destacan sus bosques de acebos, cascadas y embalses como los de la Caniçada, Vilarinho das Furnas o Portela do Homem. Un conjunto que ofrece paisajes deslumbrantes. En este espacio único, viven corzos, el lobo ibérico y los “garranos”, pequeños caballos salvajes que viven en libertad.
Los más enérgicos pueden disfrutar de este entorno con la práctica de actividades acuáticas con canoas y piraguas. Aquellos que prefieran conocer la zona a pie, existen diferentes recorridos señalizados que discurren a través de vías romanas, otros que llevan a descubrir dólmenes y menhires, castillos medievales o monasterios, y santuarios.
www.icnf.pt/portal/turnatur/visit-ap/pnpg
Observación de aves.
Con una extensión cercana a los 122 kilómetros, el Parque Natural do Douro Internacional abarca los municipios de Miranda do Douro, Mogadouro, Freixo de Espada à Cinta y Figueira de Castelo Rodrigo, en la zona fronteriza del río Duero.
Los márgenes escarpados del valle forman impresionantes desfiladeros, donde nidifican varias especies de aves protegidas como el Buitre de Egipto o Britango, que fue elegido como símbolo de este Parque. Cualquier época del año es idónea para recorrer el Parque, aunque los meses de febrero y marzo, con los almendros en flor, la naturaleza ofrece un espectáculo de belleza y color singular que es acompañado con fiestas populares en la zona.
http://www.icn.pt/portal/turnatur/visit-ap/pndi
Pinturas rupestres.
El Parque Arqueológico do Vale do Côa se encuentra en la región nordeste de Portugal, formada por imponentes montañas, donde a principios de primavera florecen los almendros y en otoño las viñas se cubren de hojas del color de fuego, fluye hacia el río Duero, viniendo del sur, un afluente cuyo nombre se ha hecho universal: es el Côa, que contiene en su vasto valle un portentoso ciclo artístico.
El parque conserva un magnífico conjunto de representaciones rupestres al aire libre, que puede ser apreciado en visitas organizadas con guías especializados (mediante reserva): Cañada del Infierno, el primero que fue descubierto, muy cerca de Vila Nova de Foz Côa, Ribeira de Piscos, en Muxagata, y Penascosa, cerca de la aldea de Castelo Melhor.
En pleno Parque Arqueológico, la Quinta de Ervamoira es un complemento a la visita de los grabados. Aquí se encuentra un museo que retrata la región y sus costumbres ancestrales, sin olvidar el antiguo ciclo del pan y la tradición en la producción de los vinos del Duero, seguramente una de las otras incontestables riquezas de esta región de Portugal.
www.igespar.pt/patrimonio/mundial/portugal/117
CENTRO
Deportes de invierno y senderismo.
El Parque Natural da Serra da Estrela es la mayor área protegida portuguesa y se sitúa en el macizo montañoso central, en una alta meseta profundamente recortada por los valles de los ríos y riberas que aquí nacen, como el Mondego y el Zêzere. Se trata del punto más elevado del Portugal continental, donde la lluvia cae con gran abundancia y la nieve aparece con frecuencia, posibilitando la práctica de deportes de inverno.
El paisaje está caracterizado por rocas y peñas, algunas de las cuales asumen formas que dieron origen a denominaciones populares como la «Cabeza de la Vieja» y los «Cántaros”, a las que se puede acceder siguiendo los diversos senderos existentes. El “cristal de hielo” es el símbolo del Parque Natural, reflejando su clima y también el origen glaciar de esta Sierra, del que son ejemplos los valles del Zêzere y de Unhales, las grutas y cerca de 25 lagunas naturales.
La leche de oveja es el origen del producto más característico de la región, el famoso Queso de la Sierra, fabricado artesanalmente según las técnicas ancestrales que utilizan la flor del cardo como colador. Un manjar que se puede comprar en cualquier época del año, aunque durante las ferias de la región, durante los meses de febrero a marzo, hay más diversidad.
www.icnf.pt/portal/turnatur/visit-ap/pnse
Turismo activo.
El Parque Natural do Tejo Internacional comprende una extensión de 50 kilómetros que discurren entre la frontera de España y Portugal. En tierras portuguesas abarca parte de los municipios de Castelo Blanco e Idanha-a-Nova, en una zona de transición gradual entre las montañas de las Beiras y las llanuras del Alentejo.
Valles profundos con laderas abruptas forman paisajes agrestes junto al río Tajo y sus afluentes (Pônsul, Erges y Aravil). Se trata de una importante zona de nidificación de algunas de las 154 especies de aves catalogadas en este Parque. Esta zona es excelente para la observación de aves pudiéndose encontrar colonias de cigüeñas negras (símbolo del Parque), águilas y búhos reales. Los que buscan un turismo más activo, tienen otras opciones como los recorridos a pie o en bicicleta de montaña, la escalada o el piragüismo.
www.icnf.pt/portal/turnatur/visit-ap/pnti
Relax, artesanía o vibrantes experiencias.
Con más de 4.600 kilómetros cuadrados de extensión, Geopark Naturtejo da Meseta Meridional cuenta con programas para todos que permiten explorar la naturaleza con calma, con actividades relajadas o explorarla intensamente con deportes que disparan la adrenalina.
Máximo exponente del turismo de naturaleza en Portugal, Naturtejo invita a descubrir lugares míticos, castillos de templarios, iglesias, santuarios, fronteras milenarias, buitres, águilas y cigüeñas negras y uno vasto y rico patrimonio natural, histórico y cultural.
Las opciones son múltiples: pasear en barco, a pie, en bicicleta, en burro, a caballo, hacer escalada, observar aves o descargar adrenalina con aventuras en el aire. Para quienes prefieren otro ritmo, los modernos hoteles ofrecen en sus spas y termas los más vanguardistas programas de salud y bienestar.
Entre fósiles y trilobites.
El otro geoparque existente en Portugal, Arouca – Geopark, se encuentra en el área de Arouca y es reconocido por su excepcional patrimonio geológico. Entre ellos, destacan los trilobites gigantes, en el centro de interpretación de Canela, las piedras de Parideiras, en el centro de interpretación Casa das Pariedeiras inaugurado recientemente.
Muchos lugares merecen una visita en el parque, pero destaca el Mirador da Frecha Mizarela, que ofrece unas espectaculares vistas sobre un desnivel de más de 70 metros de altura; y el Monasterio de Santa María, el monumento más grande del país realizado en granito cuyo origen se remonta al siglo X.
http://www.geoparquearouca.com/
REGION LISBOA
Antes tierra de dinosaurios y hoy, destino de surferos.
En el punto más occidental del continente europeo, el Cabo de la Roca es uno de los lugares más espectaculares del Parque Natural de Sintra-Cascais. Sus acantilados verticales se elevan cerca de cien metros sobre el nivel del océano, proporcionando paisajes grandiosos. Los amantes de la geología, deben visitar las dunas fósiles en Magoito y en Oitavos, el terreno de piedra surcada característica junto al Cabo Raso (Cascais) y el acantilado de Azenhas do Mar, sobre la cual se construyó una pintoresca aldea.
Los dinosaurios también dejaron su marca, en la capa de calcáreo casi vertical del acantilado sur de la Playa Grande donde se encuentra un importante hallazgo de 11 senderos y de huellas aisladas.
La Playa Grande es una de las muchas que se suceden en el litoral costero del Parque como la Adraga, la Samarra, la Playa de las Maçãs o Guincho, integrado en un característico sistema de dunas. Una zona idónea para la práctica de windsurf, surf y bodyboard o, simplemente, para buenos momentos de ocio a la orilla del mar.
En el interior, al Norte de la Sierra, subsiste una zona rural con pequeñas aldeas donde el paisaje está marcado por muros de piedra que delimitan los campos agrícolas, donde aún se produce el vino de Colares. Pero la Sierra de Sintra, cubierta de abundante vegetación es la que domina el paisaje y da origen al microclima que hace de este Parque un lugar tan especial. Merece la pena visitar el Convento de los Capuchos, un modesto refugio de frailes del s. XVI, o la Ermita de la Peninha, sin olvidarse de llegar a Sintra.
www.icnf.pt/portal/turnatur/visit-ap/pnsc
Submarinismo o escalada.
Situado junto al mar, entre Setúbal y la localidad marinera de Sesimbra, el Parque Natural de la Arrábida tiene una belleza incomparable, donde el azul del mar se combina con los tonos claros de los acantilados calcáreos y con el verde y denso manto vegetal que cubre la Sierra.
La riqueza vegetal es uno de los mayores atractivos del Parque. Aquí se encuentra uno de los raros ejemplos de maquis (suelos siliciosos) mediterráneo en Portugal y su conservación fue uno de los motivos que llevó a considerar Arrábida una verdadera reliquia científica internacional. Para que ésta se mantenga intacta, el acceso a algunas áreas sólo es posible con la compañía de un Guía autorizado por la Sede del Parque. Asimismo, existen diversas empresas acreditadas que organizan actividades y deportes radicales, como espeleología, submarinismo y escalada.
En el Museo Oceanográfico localizado en el Fuerte de Nuestra Señora de la Arrábida, junto a la Playa del Portinho se puede obtener amplia información sobre la fauna y flora de la zona. Casi en frente, se divisa la Pedra da Anixa, una pequeña isleta que constituye una reserva zoológica debido a su vegetación subacuática.
Además de la Sierra de la Arrábida, el Parque engloba otras elevaciones como la Sierra de Risco, donde se sitúa el punto más alto de la costa continental portuguesa, un magnífico acantilado de 380 metros de altura que se precipita sobre el mar y desde el que tener una inolvidable vista panorámica del Atlántico.
www.icnf.pt/portal/turnatur/visit-ap/pnarr
REGION ALENTEJO
Entre rapaces y encinas.
El Parque Natural da Serra de Sâo Mamede descubre un Alentejo frondoso y alto. Su cumbre más alta, a 1.025m de altitud, es el punto más elevado al sur del Tajo y constituye un mirador excepcional. La Sierra disfruta de un microclima especial, lo que da origen a una rica y diversificada vegetación. Así, al norte, predominan los robles y los castaños, y al sur, los montes de alcornoques y encinas.
El Parque propone cinco recorridos a pie para apreciar la vegetación variada y observar aves rapaces como el buitre leonado, el milano negro o el águila perdiguera, símbolo del Parque. También se pueden ver jabalíes y los venados.
En su patrimonio arquitectónico destacan las aldeas medievales de Castelo de Vide, Alegrete y Marvão o la ciudad de Portalegre, la más importante de la región, que aparte de las casas señoriales y conventos que le dan un aire aristocrático, es sede de la Manufactura de las Tapicerías, donde se crean auténticas obras de arte.
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Playas salvajes, con una fauna y flora únicas.
El Parque Natural del Sudoeste Alentejano y Costa Vicentina es el tramo de litoral europeo mejor conservado, con varias especies de fauna y flora únicas, donde llegan zoólogos y botánicos, de todas partes del mundo.
Aquí habitan muchas especies de aves, como las águilas pescadoras pero, las más interesantes, son las cigüeñas blancas, por ser éste el único lugar del mundo donde nidifican en los acantilados marítimos. Otra curiosidad son las nutrias, ya que también es este el único paraje en Portugal y uno de los últimos en Europa, donde es posible encontrar estos animales en hábitat marino. La flora de la zona incluye el mayor número de especies del país, y otras endémicas como la Biscutella Vicentina o el Plantago Almogravensis.
Las playas, muy demandadas por los aficionados al surf, están entre las mejores del país, como las de Porto Covo, Malhão, Vila Nova de Milfontes, Almograve, Monte Clérigo, Arrifana y la Playa del Amado.
En el extremo sudoeste del Parque, hay que visitar el Faro del Cabo de San Vicente que da nombre a esta zona de la costa y, también, muy cerca, la Punta de Sagres, donde existió la famosa Escuela Náutica fundada por el Infante D. Henrique en el s. XV.
www.icnf.pt/portal/turnatur/visit-ap/pnsacv
REGION ALGARVE
Sol, playa y una delicada gastronomía.
El Parque Natural da Ría Formosa es un laberinto de canales, islas, marismas y bancos de arena, que se extienden a lo largo de 60 kilómetros del litoral algarvío, entre las Playas de Garrão y Manta Rota.
Esta diversidad de ecosistemas atrae a una variada fauna que incluye numerosas especies de aves. Una de las más raras es la gallina-sultana, símbolo del Parque Natural, y que no es posible encontrar en ninguna otra zona del país. Una de las especies más simpáticas que se pueden encontrar aquí, es el perro de agua portugués. Se trata de una raza de perros de pelo largo y rizado que ayudaban a los pescadores en su faena en los barcos de pesca, zambulléndose en el agua para coger los peces que quedaban atrapados en las redes.
La pesca, la extracción de sal y la recolección de mariscos son las actividades tradicionales de las poblaciones de la Ría que luego son magistralmente cocinados.
Los que buscan el sol y el mar, encontrarán auténticos paraísos en las islas de la Ría Formosa. De Este a Oeste se suceden las islas de Tavira, Armona, Culatra, isla del Farol y de la Barreta, con playas extensas poco frecuentadas. Para rematar el paseo: Cacela Velha, una pequeña aldea típica sobre un acantilado con un paisaje deslumbrante en el que se mezclan los azules de la ría, del mar y del cielo.
www.icnf/pt/portal/turnatur/visit-ap/pnrf
AZORES
Desde cetáceos a plantaciones de té
Azores Geopark es el geoparque de las Azores. El archipiélago cuenta con una rica geodiverdidad y un enorme patrimonio geológico. Volcanes, calderas, lagunas, campos de lava, géiseres, aguas termales, cuevas volcánicas y grutas, cuevas, escarpes y depósitos fósiles marinos, entre muchos otros, son elementos característicos del patrimonio geológico de la región.
En Azores es posible ir a través de los senderos y miradores, visitando plantaciones de té, observar los cetáceos se sumergen en el océano azul y observar aves. El archipiélago cuenta con nueve Parques Naturales: el de Santa María, el de San Miguel, el de Terceira, el de Graciosa, el de San Jorge, el de Pico, el de Faial, el de Flores y el de Corvo.Para conocerlos existen rutas que invitan a descubrirlos: El mundo subterráneo de las islas, Geopaisajes de Azores en coche, Lugares geológicos a pie, la actividad volcánica de las Azores aprovechando los beneficios en términos de salud, el ocio y el bienestar de las aguas y baños de barro y, a través de los diferentes Centros de Interpretación existentes en la región un recorrido que ayuda a interpretar los fenómenos volcánicos de las Azores.
http://parquesnaturais.azores.gov.pt/
MADEIRA
Toda una reserva natural Patrimonio de La Humanidad
Dos tercios de la extensión total de Madeira, que es una verdadera reserva ecológica cubierta de exótica vegetación, está protegida. El bosque autóctono de Madeira, la laurisilva, clasificado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, ocupa más del 20% de la superficie de la isla. Esta es la mayor concentración de bosque de laurisilva del mundo y su origen data de la Era Terciaria. Posee una enorme y rica biodiversidad de especies endémicas, tanto de flora como de fauna.
Otras zonas protegidas, además del Parque, son las Reservas Naturales de las islas Desiertas y las islas Salvajes, así como las Reservas Marinas de Garajau y Rocha do Navio.
Para visitarlas se requiere un permiso especial.
La Reserva Natural de Garajau se creó en 1986 y está situada en la costa sureste de Funchal. Uno de los lugares más famosos de Madeira para bucear con una extraordinaria riqueza submarina de numerosas especies de peces como meros, morenas, mantas raya, caballitos de mar y muchos más. Es un lugar ideal para el submarinismo amateur. Esta reserva parcial de la naturaleza está protegida y controlada. No está permitido pescar y solo las barcas pequeñas pueden acercarse a la playa.
Reserva Natural de Rocha do Navio, también conocida como Ilhéu da Viúva, está en la región de Santana, en la costa noreste de la isla. Las autoridades decidieron proteger esta área desde 1997, debido a la pesca ilegal con explosivos que dañó el fondo marino y puso en peligro su delicado ecosistema. Hoy en día está rehabilitada y cuenta con un precioso paisaje. Se permiten la entrada a las barcas pero las redes y la pesca submarina están prohibidas. Cuenta con aves marinas como el charrán o la pardela cenicienta y es un hábitat apto para el futuro regreso de la foca monje.
La Reserva Natural de Ponta de São Lourenço está situada en el extremo oriental de Madeira. Sus rocas sedimentarias permiten que florezca una serie de plantas y animales autóctonos únicos. Esta península de 9 km de largo recibió su estatus en 1982. Además de su vegetación, es también el hogar de muchas especies de aves e incluso se ha avistado a alguna que otra foca monje jugando por la zona.
Reserva Natural de las islas Desiertas. 22 millas al suroeste de Funchal se encuentra un grupo de islas deshabitadas conocidas como Desierta Grande, Bugio, Ilhéu Chão y Prego do Mar. En 1990 la población de focas monje estaba casi extinta, por lo que fueron declaradas Reserva Natural. Solo se contaban seis u ocho ejemplares en 1989, cuando era una de las especies más amenazadas del mundo, aunque gracias a los esfuerzos de autoridades y científicos, siguen experimentando una increíble recuperación, con aproximadamente 30 ejemplares en la actualidad. Se requiere un permiso especial por adelantado para visitar estas islas. Bucear o navegar cerca de la reserva está prohibido, aunque se organizan algunas excursiones comerciales.
La Reserva Natural de las islas Salvajes, creada en 1971, es un grupo de tres pequeñas islas deshabitadas: Salvaje Grande, Salvaje Pequeña y Ilhéu de Fora, situadas 280 km al este de Madeira. Esta Reserva Natural cuenta con las impresionantes e inusuales especies de plantas endémicas y, debido a sus perfectas condiciones para anidar, constituyen un gran refugio para las aves. Es necesaria una autorización especial para visitar estas islas, aunque se organizan algunas visitas comerciales.
Al norte de Funchal se encuentra también el Parque ecológico es una zona protegida situada en Pico do Arieiro y el Parque forestal de Ribeiro Frio famoso por sus preciosos jardines y senderos.
En la costa oeste se encuentra el Parque Forestal de Queimadas, junto a Santana, un bello parque rodeado por bosques de laurisilva con fantásticos caminos y zonas de picnic.
Acerca de Turismo de Portugal
Portugal guarda todo su encanto detrás de un perfil recortado, en una línea de arena y espuma, y acariciado por la brisa del mar. Poseedor de un misterio que perdura hace más de 800 años, este país es genuinamente diverso y aquí todos los dualismos surgen y se entrecruzan: el pasado y el presente, la herencia cultural y la alegría de vivir.
Lugar de sol y de mar, historia y cosmopolitismo, su monumentalidad confiere encanto a la vida y contrasta con la levedad de los espíritus relajados. Con una localización geográfica singular y vocación atlántica, la Costa Oeste invita a disfrutar de la naturaleza, de la playa, de la gastronomía y de la animación. En esta tierra de luz y sol, inagotable fuente de energía, el pasado refuerza el sentido del presente.
La Costa oeste de Europa divide sus encantos en cinco regiones continentales y dos insulares: Lisboa, Oporto y Norte de Portugal, Centro de Portugal, Alentejo, Algarve, y los archipiélagos de Madeira y Las Azores. Todas estas regiones ofrecen un extenso y riquísimo patrimonio monumental, artístico y arqueológico, con una gastronomía tan rica y variada como su paisaje. Un destino bañado por el sol y por 850 km de doradas playas que brinda noches llenas de cultura y ocio marcado por el ambiente cosmopolita de sus ciudades.
Texto: Turismo de Portugal