A finales de agosto, las bodegas gerundenses se preparan un año más para vivir y compartir con los visitantes el mágico momento de la vendimia
El contraste del azul del mar con el color de los viñedos azotados por el viento de la Tramuntana es una de las bucólicas imágenes que se quedan grabadas en la memoria del viajero cuando se pasea por el Empordà. Un contraste de colores que adquiere su mayor dimensión a finales de verano, cuando comienzan las tareas propias de la vendimia como la recogida de la uva, su transporte hasta la bodega, la posterior selección y el inicio del proceso de elaboración de unos caldos con personalidad propia.
El enoturismo se ha convertido en la nueva manera de dinamizar y dar conocer el Empordà y la Costa Brava desde un punto de vista diferente. El resurgimiento de la producción de vino a lo largo de las últimas décadas ha propiciado la creación del Club de Producto de la Ruta del Vino D.O. Empordà, una asociación promovida por el Patronato de Turismo Costa Brava Girona que pretende la fusión del conocimiento del vino y el territorio a través del enoturismo con el fin de promover dichas experiencias entre los amantes de la naturaleza, la cultura y la gastronomía.
Veinticuatro bodegas, nueve alojamientos hoteleros, once restaurantes, tres bares y establecimientos especializados en vino, once empresas de actividades, tres museos, dos centros de tratamiento de vinoterapia, tres centrales de reservas y diferentes puntos de información repartidos por todo el territorio ofrecen servicios y actividades durante todo el año y, especialmente, durante la vendimia.
A lo largo de estos días, el Empordà se viste de gala para celebrar cenas bajo las estrellas en los viñedos, conciertos en salas de barricas, degustaciones de vinos con visitas nocturnas, picnic en el campo o paseos en tren y caballo, entre otros, con la posibilidad de que los visitantes puedan participar del enoturismo.
La vendimia es la ocasión perfecta para descubrir un territorio íntimamente ligado a la viticultura desde antiguo. De hecho, los primeros viñedos llegaron a Catalunya aproximadamente en el siglo VI a.C. a través de la más importante colonia griega de la Península Ibérica, Empúries, ciudad que, pasados los siglos, dará nombre a toda la comarca del Empordà.
Además, recientemente se ha publicado el catálogo de la Ruta del Vino DO Empordà para seducir y cautivar al visitante, turista y gourmet que quiera adentrarse en el enoturismo de la Costa Brava.
El Patronat de Turisme Costa Brava Girona es el máximo organismo de promoción turística de la Diputación de Girona. Su función prioritaria es promocionar las marcas turísticas Costa Brava y Pirineu de Girona en los mercados emisores, así como fomentar la calidad en la prestación de los servicios turísticos. Sin duda, la Costa Brava y el Pirineu de Girona ofrecen un amplio abanico de posibilidades al visitante que llega a estas tierras atraído por el clima, la naturaleza, la cultura, la gastronomía, el ocio, las actividades y la hospitalidad de sus habitantes. Su amplia oferta de productos turísticos y de alojamientos hacen posible disfrutar del destino a lo largo de todo el año.