En la Comarca de Riaño se celebró hasta la segunda década del siglo XX, un carnaval tradicional recuperado en el año 2009.
La tradición era común a todos los pueblos de la Montaña de Riaño, estando documentada en Burón, Crémenes, Boca de Huérgano, Siero de la Reina, Valle de Valdeón etc…
Hay que destacar también, que al final de la Mojiganga (desfile de zamarrones celebrado en Riaño, el día 2 de marzo, al oscurecer) se repartirá entre todos los presentes chocolate con “ frixuelos ”, una delicia gastronómica de esta Montaña de León, mientras se prende la Choza, una gran fogata, que nunca se ha dejado de hacer en Riaño, Liegos y otras localidades de la Comarca.
Este año 2019 se ha recuperado la figura del zamarrancas y la máscara del zamarrón de Crémenes, localidad cercana a Riaño.
El zamarrancas, según recuerda de Pedro Luis que le contaba su abuelo, era un personaje que el martes de carnaval, por los años 20 del siglo pasado recorría los chigres(cantinas) con un espino fustigando a la gente, y el que no le convidaba a un vaso de vino, sufría las iras de su palo lleno de pinchos. Se cubría con motivos vegetales (ramas, cortezas de árbol, palos…).
En Crémenes, a unos 10 km. de Riaño recuerda Miguel Angel Barrientos, que en la década de los sesenta del siglo pasado, el martes de carnaval los rapaces del pueblo prendían una gran hoguera con piornos, en la loma denominada La Corona de Crémenes y después, corrían el Antruido por el pueblo vestidos de zamarrones. Nos documenta una caperuza con forma de cono, de piel de oveja cubriendo la cabeza y tapando la cara, donde se hacían dos agujeros para los ojos. Caía hasta media espalda por detrás y hasta el pecho por delante. Este zamarrón también llevaba cencerros.
Este año 2019, un vez más, se promocionará el aspecto gastronómico, con la degustación en varios restaurantes de la localidad de Posada de Valdeón, Riaño y Boca de Huérgano, previa reserva, del ancestral “Cocido de Arvejos o Arvejada”. Plato típico por excelencia de esta montaña leonesa y que se ha recuperado del olvido.
El día 5 de marzo de 2019 a las siete de la tarde desfilaremos en León capital, junto a otros antruejos de la Región Leonesa.
Personajes del Antruido
Los zamarrones
Zamarrón, derivación de la palabra “zamarra”: vestido de pastor confeccionado con piel de oveja, compuesto por el gorro, la zamarra, el pantalón o los zahones, polainas y coricias, las madreñas, calzadas con escarpines en los píes, de pardo o sayal.
Constancio los recuerda así: “ los zamarrones, eran mozos cubiertos de pieles de lana de oveja negra sobre chaquetas de lana basta. Cara tiznada de negro, un gorro ajustado de lana o paño negro. Bajo las pieles llevaban unos pantalones oscuros bombachos. Botas enterizas de cuero negro llamadas escarpines que subían a media canilla y calcetines largos. Unos cinchos cruzados al pecho, sujetaban el cinturón de cuero ancho del que colgaban varios cencerros que movían rítmicamente haciendo gran escándalo. Algunos llevaban una cola de zorro, de yegua o caballo que ataban en la parte trasera del cinturón a modo de rabo.
Para cubrir la cara y la cabeza se fabricaban caretas o caperuzas con agujeros para los ojos, muchas veces un simple saco con dos agujeros para poder ver, con apariencia de lobos, zorros, osos y otros animales, o de cualquier cosa que pudiera asustar (monstruos). En ocasiones también se ponían cuernos sujetados con una estructura de madera y piel de carnero a modo de representación del ganado. Cuando no tenían cuernos de vaca los sustituían por varas de madera que los rapaces tallaban. También melenas de uncir las vacas, colocadas sobre la cabeza.
Algunos mozos hinchaban vejigas de gocho (denominadas zambombas) para golpear a la gente.
Los mozos del pueblo también se tiznaban la cara con ceniza, se colocaban unos Cencerrones, – tres o cuatro-, sujetos a su cintura con un cinto, haciéndolos sonar mientras saltaban y cuya única función era asustar a los rapaces, y otros se disfrazaban, de modo que no se le reconociera, de viejos, viejas, con sacos o envueltos en paja atada al cuerpo, o con ramas de árbol, con pieles de animal, trapos viejos. Incluso los más hábiles además de disfrazarse utilizaban largos zancos para asustar a los rapaces. Con una rama de espino, azuzaba a las personas que se encontraba por la calle. Cuando entraban en las casas, solían pedirles que o cantasen o que bailasen para hacer sonar sus campanas.
El buey y el torero
“ El buey era un ARMAZÓN llevado por un mozo robusto que soportaba sobre los hombros. Unos cuernos (de buey o vaca) atados en la parte delantera y forma de asiento en la trasera donde iba sentada la VIEJA. Unas mantas oscuras cubrían el resto del armazón simulando la piel del buey”.
En la Montaña de Riaño, además del buey hay un torero, que viste con camisa blanca y faja de color, y un pañuelo al cuello; botas y además de la cara pintada portan un gorro que acababa en punta y una espada de madera teniendo la misión de buscar presas para la embestida del toro; procurando igualmente carreras a los espectadores descuidados.
Y en la Comarca de Riaño, se recuerdan también las peleas entre los toros de los Concejos, de carne y hueso, que peleaban la tarde del domingo gordo, ante una multitud entusiasta.
Otros personajes
La vieja es otro de los personajes. Hombre travestido vestido de negro con un jubón (vestidura de lana cruzada que cubría el torso) bajo manteles oscuros y faldas grandes de tela gruesa del mismo color (manteos). En la cabeza llevaba un pañuelo negro atado sobre la frente que le dejaba entrever ligeramente la cara descubierta.
Iba cardando lana con un huso y un recipiente con aceite. La gente la provocaba y algunos mozos le tiraban el aceite. Cuando salía aparecía montada sobre el TORO
Desde el año 2012 el toro lleva también sobre él la figura de la vieja, tal y como lo recuerdan vecinos de Pedrosa del Rey.
El oso era escogido entre los hombres mÁs grandes del pueblo (el último fue un hombre llamado Cecilio, de Pedrosa del rey, famoso por su corpulencia). Iba vestido de arriba abajo con pieles, zamarra y polainas que imitaban la figura de un oso. No era acompañado por nadie, iba danzando y dando vueltas.
Tras ellos iban una o varias damas del antruido, bien vestidas (pudiendo ser hombres travestidos), montados en burros disfrazados (uno de ellos con un butrón o red de pesca del río sobre la cabeza). Llevaban sayas de color rojo o verde, y el rostro tapado con una red de pescar,para no ser reconocidos/as.
El ciego. Personaje legendario que recorría las calles dando palos de ciego con su borracha, a todo el que encontrara.
La preñada. Es unhombre vestido de mujer, que simula un parto, pariendo un animal…..un gato, un zorro…..
El herrero. Hombre con la indumentaria de un herrero tradicional, con la cara tiznada de negro, que con un gran mazo golpea a los viandantes en los pies y entraba en las casas, hasta que le daban una “perrina” o “perrona” de propina y los dejaba en paz.
El caballo está hecho con papeles, trapos y crines colgando. Desde tiempos prerromanos existió el culto al caballo como animal sagrado. Los caballos llevaban el alma de los difuntos AL MÁS ALLÁ. El caballo también lo recuerdan Florinda y Evaristo en Boca de Huérgano(León).
Otro era el Soguero que corría tras las mujeres y si eran mozas mejor para trenzarles las sayas y pañuelos en la soga que venia tejiendo, había que soltar la propina sino te quitaba las prendas y marchaba tejiéndolas por la calle.
- Antonio González Matorra
- Presidente de la Asociación Cultural Montaña de Vadinia- Riaño. Región Leonesa.