Se celebra tradicionalmente el primer martes de Agosto en la capital del Valle del Jerte. La puesta de largo de un mercado real, de hortelanos y artesanos, que se celebra cada martes desde hace ocho siglos sin perder su esencia ni identidad.
Mencionado ya en el fuero que el Monarca Alfonso VIII otorga a la ciudad y confirmado por Fernando IV a finales de siglo XVIII, el mercado que cada martes se celebra en la Plaza Mayor de Plasencia se ha consolidado como un punto de encuentro ineludible para productores y vecinos de toda la comarca. A principios de cada mes de Agosto, el mercado se viste de largo en el Martes Mayor, una celebración de esta tradicional feria en la que la actividad comercial se engalana con música, color y sabor.
No se trata de un mercado medieval. No hay actores, ni recreaciones ni monedas antiguas. El Martes Mayor de Plasencia es una gran fiesta que homenajea al tradicional mercado de la ciudad. El mercado que, durante más de ocho siglos, se viene celebrando semanalmente cada martes y que reúne a artesanos, hortelanos, ganaderos y agricultores de todas las comarcas próximas con sus vecinos, haciendo del municipio un gran escaparate en el que mostrar sabores y colores, productos gastronómicos y artesanías.
Acudir al Martes Mayor de Plasencia, que se celebra anualmente el primer martes del mes de Agosto, es entrar en contacto con las raíces y las costumbres de esta localidad cacereña, capital del Jerte, y conocer de primera mano su riqueza en productos como frutas y verduras, embutidos ibéricos y quesos, cestería, textiles y otras manufacturas. La fiesta, declarada de Interés Turístico Regional, reúne en cada edición a más de 30.000 visitantes.
Mientras se curiosea por los centenares de puestos que jalonan el interior del recinto amurallado, es posible también disfrutar de la música de la flauta y el tamboril, así como de los trajes regionales típicos de la zona, en un estallido de color y sonido que mantiene y preserva las tradiciones locales, entre ellas la propia celebración del mercado, del que hay constancia desde la fundación de la ciudad, en el año 1186. Así, ya en el fuero que el Monarca Alfonso VIII otorga a la ciudad se recogen referencias a este mercado semanal, que confirmaría Fernando IV a finales del siglo XVIII.
A finales de los años 60, en una apuesta por homenajear a este histórico mercado, se decidió crear una expresión festiva del mismo, que se fijó el primer martes del mes de Agosto cuando, además de la actividad comercial habitual, se reconocen y se premian los mejores ejemplares de frutas y hortalizas, los puestos mejor presentados y la artesanía de más calidad mediante diferentes concursos, a los que se suman singulares certámenes de flauta y tamboril, trajes regionales y decorado de balcones.
Pero participar en el Martes Mayor es también una magnífica oportunidad de conocer el casco histórico de Plasencia y sumergirse en su historia. Desde la Plaza Mayor hasta las catedrales, las plazas de San Nicolás, Ansano o San Martín, la Casa de las Argollas, el Palacio del Marqués de Mirabel o el convento de Santo Domingo, hoy convertido en Parador, la ciudad ofrece un vasto patrimonio, que se suma a una amplia variedad de propuestas gastronómicas y culturales.
En los alrededores de Plasencia, y a muy poca distancia de la ciudad, se accede a todos los atractivos del Valle del Jerte, con numerosas alternativas para hacer excursiones y disfrutar del baño en sus piscinas naturales, como La Garganta de los Infiernos, practicar barranquismo, realizar marchas senderistas o bien deleitarse con sus exuberantes paisajes. Igualmente y a corta distancia, La Vera, el Valle del Ambroz o la ciudad romana de Cáparra amplían aún más las posibilidades de desconectar y descubrir las posibilidades de ocio, cultura y relax que ofrece Extremadura.