El nombre de Villares procede de que estaba formado por tres núcleos de población, o villares, siendo el más importante El Villar. El apellido de la reina se debe a la presencia de Berenguela “La Grande” en el municipio.
A principios del siglo XIII,Alfonso IX de León contrae matrimonio en segundas nupcias con Dª. Berenguela, hija de Alfonso VIII de Castilla. De este matrimonio nacería Fernando III el Santo con el que se unirían las Coronas de Castilla y León. Tras el matrimonio, Alfonso IX donó, como dote a su esposa, el señorío y gobierno de Salamanca del que cesó al ser disuelto el matrimonio por el papa Inocencio III en 1204, por el grado de consanguinidad que los unían (al ser tío y sobrina).
Dª. Berenguela tuvo en Villares de la Reina una casa-palacio ubicada al sur del pueblo, en el paraje conocido como “Los Palacios o Las Excoronas” (Archivo Nacional de Simancas). Debido a su religiosidad se construyó la iglesia parroquial. Quizás este es el origen del nombre que lleva el pueblo. Por aquel tiempo el pueblo estaba constituido por tres alquerías pequeñas: Villares, Aldeaseca y el poblado de Panaderos, situado en la zona del Helmántico, donde residían y tenían su industria los panaderos que surtían de pan a la ciudad de Salamanca.
Entre los siglos XIV-XVIII hubo una actuación despobladora y latifundista de los nobles poderosos, que aprovechaban las necesidades de los campesinos con abusos en carga e impuestos, en una época en que los poderosos y las órdenes religiosas estaban exentas. Las tierras del término eran propiedad de la Iglesia, Conventos y Colegios de Salamanca. Los Guindales, Los Perales, Las Raposeras, etc. eran propiedad de la Cofradía de San Sebastián, fundada en Villares de la Reina en 1619.
La Guerra de la Independencia (1808) supuso la consiguiente carga para el conjunto de la población, agravado todo ello con los serios perjucios derivados de la destrucción y saqueo de los invasores. El caserío del poblado de Panaderos quedó completamente destruido, viéndose afectados unos cuarenta panaderos y obligados a trasladarse al casco del pueblo donde, hoy en día, sólo quedan algunas panaderías que surten a la ciudad.
En el siglo XIX, tras la Desamortización de Mendizábal, la estructura del territorio, formada por realengos, abadengos y señoríos, empieza a desmoronarse por la implantación del liberalismo y la división administrativa de 1833, que dio lugar a la delimitación administrativa en provincias, comarcas y municipios. Las órdenes religiosas fueron las más afectadas tras perder la titularidad de las tierras, donde la sociedad burguesa se vio favorecida al contar con medios para adquirir unos bienes que antes no estaban en venta. El proceso abrió nuevas tierras a la iniciativa privada, quedando desprovistos los ayuntamientos de gran parte de sus bienes comunales o propios.
Las propiedades desamortizadas se ponían a la venta en subasta pública. En la lista de los 220 principales compradores de fincas de la desamortización en Salamanca figuran vecinos de Villares de la Reina. Con la iniciativa privada se configura la tradición agrícola actual, con el paso de las sucesivas generaciones familiares por compra o herencias.
Que ver
La iglesia
La Iglesia Parroquial de San Silvestre de Villares de la Reina (Salamanca) comenzó a construirse en el año 1619 por mandato del entonces Obispo de Salamanca D. Francisco Hurtado de Mendoza. Una vez finalizado el proyecto se empezó a construir sobre el solar de la antigua iglesia, de la que quedan la sacristía, en cuyo testero aparece la fecha de 1599 y la torre, de estilo románico, probablemente del siglo XIV.
Estadio Helmántico
En el municipio también se encuentra el estadio Helmántico donde jugaba la Unión Deportiva Salamanca, y en la actualidad juega el Club de Fútbol Salmantino UDS