En la actual época de crisis, cuando el 30% de la población vive en el umbral de la pobreza, no se pueden modificar los elementos de cohesión social. Exigir más notas (6,5) a la persona joven que tiene menos recursos y que viene de una situación más desfavorecida, para conseguir una beca, supone romper la igualdad de oportunidades que recoge nuestra constitución en su artículo 14. Esto hará que sólo las familias que tienen recursos, puedan costear los estudios de sus hijas e hijos.
Según el responsable de Educación Integral del CJE Raúl Almarcha: “este incremento de criterios de acceso a las becas, sumado al incremento de tasas, llevará a una expulsión de más jóvenes de las universidades”. Desde el Consejo de la Juventud de España, estamos de acuerdo que deben existir elementos de exigencia en la utilización del dinero público, pero estos elementos no pueden aumentar las desigualdades. “Si queremos premiar la excelencia, debemos hacerlo desde otras vías y cuando hayamos garantizado la igualdad” dice Raúl Almarcha.
Un país que tiene un 57% de paro juvenil y que quiere superar la crisis, debe ofrecer el máximo de oportunidades de desarrollo a su juventud, no restárselas limitándole la progresión en los estudios. Sobre todo, teniendo en cuenta, que según demuestran los estudios las personas con una mayor titulación son las que soportan un menor índice de paro. Limitar las becas, sería profundizar en la herida que ya tenemos abierta con la juventud. Además, si miramos a nuestro alrededor, mientras que la media de la OCDE de inversión en becas es del 0,29% del PIB mientras que España apenas llega al 0.11%. “Unas políticas que dicen ofrecer oportunidades a los jóvenes, pero que limitan el acceso a la educación, son unas políticas que reducen las posibilidades de salida de la crisis de nuestro país” dice Almarcha.
Fuente y más info: http://www.cje.org