Septiembre es el momento de la última (y decisiva) escapada para disfrutar de las playas desérticas y suaves temperaturas.
Los que lo conocen lo mantienen en secreto y ni siquiera lo comparten con sus seres más queridos: si visitas la costa de Alentejo es septiembre querrás haber tocado el cielo. Temperaturas aún típicas de verano, las hamacas vacías, las playas desiertas, los restaurantes solo para vosotros… Sin duda, si todavía te quedan unos días de vacaciones esta temporada, no lo dudes, solo mar, cielo y naturaleza en Alentejo.
El viaje comienza en el lugar más posh de la costa portuguesa: Comporta. A tan solo una hora de Lisboa este paraíso eco-chic conquista hasta a los corazones más duros. En estas kilométricas playas al sur de Troia se puede practicar paddle surf, disfrutar de un buen mojito bajo una sombrilla, degustar el mejor pescado en uno de los chirquinguitos de sus playas, desafiar con un refrescante baño el agua helada del océano Atlántico y montar a caballo. Praia do Pego, es perfecta si buscas el ambiente más pijo de la zona o la playa de Comporta es ideal para una jornada de sol y poder realizar luego unas compras en el pueblo, visitar el puerto paleolítico de Carrasqueira y ver los verdes arrozales. No te olvides de ir a avistar delfines en Troia, un precioso paseo en barco por el Sado que encantará a los pequeños de la casa. Además, en esta zona proliferan los hoteles eco donde poder alojarse respetando el entorno y con las mayores comodidades.
Vila Nova de Milfontes es otro destino de playa perfecto para septiembre. Playas relucientes y edificios encalados hacen de este pueblo un atractivo lugar de reposo gracias a la tranquilidad que se respira (y en septiembre de verdad). En pleno corazón del Parque Natural del Suroeste Alentejano y la Costa Vicentina, Vila Nova de Milfontes ofrece playas como la Praia do Farol, junto al pueblo. Para comer como un alentejano se puede acudir a la Tasca do Celso alojada en un edificio de color blanco y azul con encanto rústico.
Otro de los pueblos que uno no puede dejar de visitar en la costa alentejana es Zambujeira do Mar. Aquí el aliciente es también el de las playas salvajes, que descansan protegidas por abruptos acantilados. El pueblo es pequeño, con unas cuantas tranquilas callejuelas y pleno territorio surfista. En septiembre podrás disfrutar mucho más de sus agradables restaurantes familiares, de las caminatas por sus acantilados o de impresionantes playas desiertas.
Así que no desesperes, septiembre tiene mucho que ofrecernos y en #Alentejo la vuelta es menos dura.
