Dos cosas tiene Boñar, que no las tiene León, el maragato en la torre, y en la plaza el negrillón.
El cinco de enero de 2016 la localidad leonesa de Boñar perdía uno de sus mas queridos símbolos, su negrillón. El árbol que había presidido la plaza de la iglesia y testigo de la vida de Boñar desde el siglo XVI se derrumbaba debido a la grafiosis que padecía desde 1979 a pesar de que se le aplicaron diversos tratamientos curativos vía radicular.
Gracias a las podas y los cuidados llegó a ser alto y robusto.
Para ocupar su vacío el Ayuntamiento de Boñar convocó un concurso de ideas y este pasado lunes 13 de agosto se inauguraba la escultura de nueve metros de alto de homenaje a este centenario árbol realizada en acero y en cuya base acristalada se conserva los restos del viejo y querido negrillón en una ceremonia en la que se volcaron los vecinos de Boñar.
Además en la plaza se han plantado nuevas negrillas.