Siglos de tradición en Palma han creado una cocina caracterizada por recetas que beben del mar y se nutren de la tierra. El tumbet, el frito mallorquín o los caracoles son solo algunos platos que han trascendido fronteras gracias a los chefs de renombre mallorquines.
Palma, 16 de agosto de 2018.- Comer en Palma significa degustar el producto kilómetro 0 a través de una gastronomía muy vinculada a la isla, a un territorio donde la diversidad cultural ha estado muy presente a lo largo de la historia. Sus productos llenan los puestos de los mercados locales y sirven como base para elaborar recetas con siglos de tradición.
Con el paso de los años nombres cada vez más reconocidos dentro y fuera de nuestras fronteras se han puesto tras los fogones de la gastronomía de la isla. Adrián Quetlás, Andreu Genestra o Benet Vicens son solo algunos de los grandes chef Estrella Michelín que la isla ha dado a luz. Gastronomía que se completa con la riqueza de los diferentes restaurantes de cocinas de todo el mundo presentes en la isla.
Pero para conocer realmente la esencia gastronómica de Palma se debe degustar su comida tradicional.
Las recetas imprescindibles de la cocina local son:
El frito mallorquín
Es el plato típico por excelencia. Tradicionalmente usado en celebraciones y eventos populares, desde el siglo XIV este guiso ha alimentado a los mallorquines generación tras generación. Dependiendo de la estación del año en qué se prepare podrá variar sus ingredientes, pero siempre será una deliciosa base de verduras con carne magra de cerdo o de cordero, la asadura, el hígado, la sangre cocida, patatas, pimientos rojos, cebollas, hinojo, guisantes, ajos, sal y aceite de oliva.
Caracoles a la mallorquina
Heredero de la tradición marinera de la cocina de Palma, se trata de un plato especial para los amantes de la combinación de productos del mar y la tierra. Caldo, patatas y deliciosos caracoles son la base de una de las recetas estrella de los fogones de Palma; base que se recomienda acompañar del tradicional ali oli para garantizar el sabor de siempre de la cocina mallorquina.
Trampó
Consumido principalmente en los meses de calor, el trampó es un plato sencillo, saludable y delicioso. Receta heredada de la cultura popular más tradicional, se elabora con productos de temporada provenientes de la huerta autóctona. El trampó es una mezcla armónica de tomate, pimiento verde, cebolla, aceite y sal, a la que se pueden agregar otros productos, a gusto del comensal, como la base de masa de pan, dando lugar a la famosa coca de trampó mallorquina.
Tumbet
Otro de los platos más populares del verano de Palma. Una excelente opción para los vegetarianos ya que se puede preparar sólo con hortalizas de temporada como berenjenas, patatas y pimientos rojos que se fríen en cazuela de barro, se le añade una salsa de verduras elaborada a partir de tomates maduros, aceite, ajo y sal. También se sirve como guarnición de otros platos como carne, huevos o pescado.
Sopas mallorquinas
Igualmente popular, la sopa mallorquina se cocina en una cazuela de barro a base de un sofrito de verduras variadas, y se acompaña de rebanadas de pan payés seco cortadas muy finas. Otra variante de este plato son las sopas de matanza, compuestas de carne de cerdo, normalmente panceta y/o carne magra.