El objetivo es reducir los accidentes provocados por estas sustancias en años anteriores.
ALSA y Fundación MAPFRE se suman a la campaña de la DGT con el objetivo de concienciar a los conductores sobre la importancia de no consumir alcohol, drogas ilegales o medicamentos, sustancias presentes en el 43% de los conductores que perdieron la vida el año pasado, así como alertar acerca de la conducción distraída o desatendida, que en 2016 estuvo detrás del 25% de los accidentes y del 31% de los fallecidos.
De este modo, en los próximos meses, ALSA, con el apoyo de Fundación MAPFRE, difundirá en las traseras de 80 de sus autobuses dos mensajes clave para promover la seguridad vial y contribuir a la reducción de accidentes de tráfico.
Los anuncios que divulgarán son «Mientras conduces, drogas o alcohol, tolerancia cero» y «Mientras conduces, cada mensaje puede ser el último», mensajes que ambas entidades esperan que calen en la sociedad y que representan una aportación importante al objetivo “Cero Accidentes”, por el que trabajan a diario a través de actividades que realizan, dentro y fuera de España.
Jaime Moreno, subdirector de Operaciones y Movilidad de la Dirección General de Tráfico, que ha visitado la sede central de la compañía de transporte de viajeros, situada en Madrid, ha agradecido a ambas entidades su apoyo a la seguridad vial, así como su interés a la hora de trasmitir un mensaje de “colaboración, prudencia y respeto por el cumplimiento de las normas de tráfico”. El representante de la DGT ha destacado, además, la importancia de que la sociedad se una a este tipo de campañas, “tan necesarias para prevenir lesiones y accidentes de tráfico”.
Francisco Iglesias, consejero delegado de ALSA, que también ha participado en el acto, ha subrayado que “la seguridad vial es una responsabilidad compartida, en la que debe involucrarse la sociedad civil, la administración y los operadores”. En este sentido, ha indicado que la compañía española lleva a cabo importantes inversiones en tecnología y formación con el principal objetivo de mejorar la seguridad. Prueba de ello, ha señalado, son los más de 2.000 controles preventivos de drogas y alcohol que en 2017 realizó a conductores de su plantilla, así como la incorporación paulatina del sistema «alcolock” a los nuevos vehículos que se incorporan a su flota y que impide arrancar un autobús en caso de detectar presencia de alcohol en el conductor.
Jesus Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación MAPFRE, también ha hecho hincapié en que la seguridad vial compete a toda la sociedad, así como a entidades públicas y privadas que se suman al esfuerzo de promover hábitos seguros entre los ciudadanos. “Entre todos, ha indicado, debemos ser capaces de luchar contra esta auténtica lacra social que cada día acumula miles y miles de víctimas”. En esta línea, ha destacado que “nuestra sociedad no puede tolerar que un 43% de los conductores fallecidos dé positivo en los controles de alcohol y otras drogas porque supone que cerca de 800 personas pierden la vida al año en España en siniestros con implicación de este tipo de sustancias”.
El año pasado, ALSA y Fundación MAPFRE pusieron en marcha la campaña #tefaltaalgo, una iniciativa a la que también se unieron la Confederación Española de Transporte en Autobús (CONFEBUS) y otras empresas del sector para concienciar a la sociedad acerca de la importancia de utilizar el cinturón de seguridad cuando se viaja en autobús.