Se mezcla lo religioso y lo pagano. La celebración tiene su origen en los Autos Sacramentales. El Corpus Christi de esta localidad gira en torno a un eje principal: San Sebastián, capitán de bandidos que con indumentaria militar napoleónica desfila en cabeza, en una procesión con paso antirreligioso, retando a la Iglesia y dando la espalda al Santísimo Sacramento, hasta que finalmente, y después de un largo recorrido se arrepiente y huye corriendo.
La diferencia fundamental está en el carácter didáctico de explicación del misterio cristiano de la Eucaristía. En la procesión también desfilan los apóstoles excepto Judas Iscariote, mientras ocho danzantes vestidos de blanco y con faldas almidonadas emulan a los ángeles que bailan durante todo el recorrido al son del tambor y la dulzaina mientras los birrias abren paso. Esta fiesta está declarada de Interés Turístico Provincial y Regional.
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La procesión del Corpus Christi de Laguna de Negrillos
ORIGEN: Es una fiesta de origen medieval, de carácter didáctico para el pueblo creyente en el misterio de la Eucaristía. Sus comienzos, de difícil precisión, se enmarcan entre los siglos XVI y XVII, siendo organizada a partir de 1648 por la Cofradía del Señor Sacramentado. Su origen como representación en un día festivo de una “moralidad” o “auto sacramental” hacen que esta procesión sea una huella viva de lo que fueran los primeros pasos del teatro español y que aún hoy podemos admirar con todo su rigor, como lo manifiesta el tradicional uso de las caretas.
REPRESENTACIÓN: A las once y media del domingo se da una señal en la Iglesia de San Juan para que se reúnan los hermanos que tienen que aparecer. A las doce llega San Sebastián con danza y dulzaineros y pregunta por el Señor o Cristo. Reta en plan de desafío. Como el día antes el Señor había estado en casa de él, entonces por la mañana Sebastián va en busca del Señor, llega a la puerta y dice:
– ¿Dónde está el Señor?
– Y le contestan :
– “En el coro reunido con los apóstoles”
– y ¿A qué ha ido el Señor a mi casa?
– A convencer al bravío Capitán.
San Sebastián furioso, empuña la espada en la izquierda y con el brazo en alto y el paso lento y muy nervioso, sale a la calle y dice: “NO PASARÁN”, es el jefe de los revolucionarios”.
CORTEJO PROCESIONAL:
San Sebastián: viste casaca militar negra con cuello y puños rojos y en la bocamanga tres estrellas de seis puntas de Capitán; braga negra abotonada en la rodilla, calcetín blanco alto con borlas y calzado de tacón negro. Le rodea un mantón de manila cruzado de derecha a izquierda. La cabeza, de la que pende una larga coleta hasta la cintura, va cubierta con un gorro napoleónico en el que lleva cosidas dos grandes eses (San Sebastián) al lado derecho y una gran eme (inicial de mártir) en el lado izquierdo. Rostro oculto por una máscara. Espadín al cinto, y una gran saeta que sostiene con el brazo extendido. Manos enguantadas en blanco.
San Matías: Escuadra de carpintero en la mano derecha y ramo de leñador en la mano izquierda.
San Simón: Sierra en la mano derecha y ramo en la izquierda.
San Tadeo: Hacha en la mano derecha y ramo en la izquierda.
Santiago el mayor: Espada en la derecha y ramo en la izquierda.
San Mateo: Lleva su evangelio y lo va leyendo.
Santo Tomás: Lanza en la derecha y ramo en la izquierda.
San Bartolomé: Espada en la derecha y cadena en la cintura.
San Felipe: Cruz en la derecha y ramo en la izquierda.
San Andrés: Cruz en aspa sobre los brazos.
San Juan Bautista: Pellejas cubriendo su cuerpo, camina descalzo llevando un cordero sobre la mano izquierda mientras dos dedos de la mano derecha le señalan.
San Miguel: Cruz en la derecha y balanza en la izquierda.
San Pedro: Cruz y llaves en actitud temblorosa.
Jesucristo: Mano derecha en alto con los dedos haciendo el signo de la victoria y un estandarte a la izquierda.
Santiago menor: Bordón en la mano derecha y ramo en la izquierda. (Colocado a la derecha de Jesucristo).
San Juan Evangelista: Sostiene un caliz con la mano izquierda y apoya en el dos dedos (índice y corazón) de la mano derecha. Se coloca a la izquierda de Jesucristo.
Cierra el cortejo el Santísimo Sacramento bajo palio.
Los ocho danzantes: cuatro a cada lado del cortejo danzan el honor al Señor, sin darle la espalda hasta el agotamiento físico. Al toque de dulzaina y tambor, unos bailes de claro simbolismo guerrero y sagrado. Van vestidos con alpargatas, medias de ganchillo y borlas, braga blanca, falda almidonada de doble vuelo, lazos en los brazos y en la espalda, mantón rojo en banda y castañuelas.
Los birrias: feos y endemoniados personajes vestidos de negro y con rabo, cuya función es la de abrir paso a la `procesión golpeando con sus trallas y mantener el orden a lo largo de la misma.
ITINERARIO: Salida a las doce de la mañana de la Iglesia de San Juan Bautista, Plaza de San Juan Bautista, sigue por las calles Alonso Mansilla y Calvo Sotelo hasta llegar a la Plaza del Santísimo donde San Sebastián se inclina ante un pequeño altar con el Niño Jesús, a su vez los danzantes realizan “la baila de las vueltas” coincidiendo con la llegada del Santísimo a la plaza. Acabadas estas, el sacerdote realiza la bendición del pueblo con el Santísimo. La procesión continúa por la C/Pedro Llamas y Plaza de Nuestra Señora entrando la comitiva en la Iglesia de Ntra. Sra. del Arrabal donde San Sebastián realiza una venia ante la imagen de la Virgen del Arrabal, a continuación se celebra la Eucaristía. Finalizada la ceremonia litúrgica de nuevo San Sebastián hace una reverencia ante la Virgen y sale del templo seguido del cortejo hacia la Iglesia de San Juan Bautista donde tiene lugar el acto de arrepentimiento.
ACTO DE ARREPENTIMIENTO: San Sebastián entra en la Iglesia y espera a la altura del coro la llegada del Santísimo Sacramento ante el que se descubre y reverencia en señal de arrepentimiento por haber ido en contra de la religión, manifestando con este acto su conversión al Cristianismo caminando como uno más detrás del Santísimo hasta el altar mayor donde se arrodillará hasta que el Santísimo Sacramento sea reservado en el Sagrario. Humillado y arrepentido sale de la Iglesia con paso ligero acompañado por los danzantes y la directiva de la Cofradía hasta su casa poniendo así el punto final a esta peculiar representación de carácter religioso y profano.
Fuente y más info: www.corpuslagunadenegrillos.es