Durante el acto celebrado en el Paraninfo, Ricardo Rivero recibió en nombre de la institución el Grado Honorífico de la Orden de Santiago de la Espada. Felipe VI y Marcelo Rebelo de Sousa descubrieron un vítor conmemorativo y visitaron la Biblioteca, donde firmaron en el libro de honor y recibieron un facsímil de Theatrum Orbis Terrarum como obsequio. El Rey subraya la responsabilidad de españoles y portugueses en la preservación del legado de la Escuela de Salamanca que sirvió “para que Europa tomar conciencia de su lugar en el mundo”.
Comunicación Universidad de Salamanca | 19/03/2018. El Paraninfo de la Universidad de Salamanca se vistió de gala este miércoles para acoger la visita de Su Majestad el Rey Felipe VI y el presidente de la República Portuguesa, Marcelo Rebelo de Sousa quienes, tras visitar la cuarta edición del encuentro de innovación y emprendimiento tecnológico Startup Olé 2018, que acoge el Colegio Fonseca hasta el próximo jueves, han participado en un acto de homenaje al Estudio salmantino que celebra ocho siglos de historia a lo largo de este curso.
En el acto han estado acompañados por el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y los rectores de las universidades Pontificia, de Coimbra y Salamanca, Miriam Cortés, Joao Gabriel Silva y Ricardo Rivero, quien, como anfitrión, ha apelado a los lazos históricos de la Universidad de Salamanca con Portugal.
“Somos universidades gemelas”, destacó Rivero al tiempo que puso de manifiesto que en Iberoamérica “portugueses y españoles difundimos lengua, cultura y solidaridad civilizatoria”. “Dónde sino aquí están las raíces del saber común”, añadió.
El rector de la Universidad de Salamanca puso también el foco en los nombres que forjaron el desarrollo del Humanismo impulsado desde el Estudio salmantino, remarcando los logros de aquellos españoles y portugueses que fueron génesis de “un tándem europeísta de difusión de la Cultura”. A lo largo de los siglos, matizó, esa alianza ha dejado logros como la circunnavegación, el descubrimiento de la circulación sanguínea, la fundación de ciudades como Sao Paulo o, ya en el ámbito puramente académico, la creación en Salamanca del Grado de Estudios Portugueses y la colaboración para poner en marcha y gestionar el Centro de Estudios Ibéricos de Guarda; sin olvidar la perpetua admiración del exrector Unamuno por el país vecino.
“Coimbra y Salamanca tienden los dos principales puentes académicos hacia América Latina. Somos ‘madres patrias’ para los universitarios del otro lado del Atlántico”, recordó Rivero en el tramo final de su intervención, en el que también hubo espacio para evocar el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional recibido por ambas naciones en 1986, “año en el que llegamos a la Comunidad Europea gracias a mucha gente formada en las aulas de Salamanca y Coimbra, que contribuyeron decisivamente a la democracia”.
Elogio a la Escuela de Salamanca
Por su parte, Su Majestad el Rey Felipe VI mostró su convencimiento en que el homenaje a la Universidad por su VIII Centenario “contribuye a renovar el vínculo de hermandad entre las universidades de Salamanca y Coímbra”.
Echando la vista atrás, el monarca recordó momentos históricos en los que hasta un tercio de los universitarios portugueses eran alumnos de la Universidad de Salamanca. Entre ellos, resaltó, se incluyen hombres de gobierno, altos eclesiásticos, miembros de la magistratura o médicos de renombre. También el portugués Fernando de Magallanes y el español Juan Sebastián Elcano perpetuaron esa relación durante esa primera vuelta al mundo iniciada por uno y finalizada por el otro de la que, tal y como recordó el monarca, se cumplen 500 años.
La Escuela de Salamanca también formó parte de su discurso. Gracias a ella, señaló, “fueron elaboradas algunas de las primeras y más elevadas reflexiones sobre el Nuevo Mundo y el nacimiento de una nueva Era; uno de esos momentos fundacionales en la historia de la Humanidad”. Este, añadió, “es el inmenso legado que españoles y portugueses tenemos la responsabilidad de preservar y proyectar hacia el futuro”.
En el tramo final Felipe VI se centró en la relación cada vez más intensa entre ambos países “en todos los campos”, que se verá reforzada, avanzó, en la próxima Cumbre Iberoamericana del mes de noviembre.
El Rey puso el epílogo parafraseando al poeta Fernando Pessoa al recordar que “somos útiles al mundo cuando, desde nuestras respectivas identidades, actuamos en un mismo sentido”.
“Apreciar el pasado sin olvidarse de proyectar en el futuro”
Por su parte, el presidente luso, Marcelo Rebelo de Sousa, agradeció que la visita a la Universidad de Salamanca haya supuesto el broche a una visita de Estado, “que durante tres días ha reafirmado el valor de la relación única que existe entre ambos países”, lo que ha simbolizado para él “un encuentro entre las tierras de España y Portugal que Miguel de Unamuno retrató tantas veces”.
Rebelo de Sousa incidió en el legado cultural que ha dejado la Universidad de Salamanca como patrimonio inmaterial a lo largo de sus ocho siglos de “conocimiento, arte, ciencia y cultura”. Además, elogió los firmes valores del Estudio salmantino al “apreciar el pasado sin olvidarse de proyectar en el futuro, así como de apostar por nuestras dos lenguas, como dos de las mayores lenguas vivas ahora y en tiempos venideros”.
Una relación “estrecha”
El acto contó, además, con la intervención del rector de Coimbra, João Gabriel Silva, para quien en ningún período anterior hubo una relación entre Portugal y España “tan estrecha como ahora”. El rector portugués habló de un vínculo “activo y constructivo con fuertes beneficios para todos” y se comprometió a “hacer todo lo posible para mejorarlo”.
Asimismo, subrayó la proyección internacional de la Universidad de Salamanca, calificándola como “una verdadera marca global de lo que España supone”. “A esas numerosas referencias a la Universidad de Salamanca en el mundo, es algo a lo que ninguna marca de marketing actual puede aspirar en este tiempo fugaz”, añadió.
Iberismo unamuniano
En la línea de quienes le precedieron el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, también se centró en el profundo vínculo entre la Comunidad y el país vecino, representado por la fuerte alianza cultural que mantienen Coimbra y Salamanca, “fundamentales en la construcción del sistema universitario europeo e iberoamericano”.
La frontera natural de Arribes del Duero, los lazos comerciales o la cooperación transfronteriza de proximidad “para dinamizar la economía, generar empleo y mejorar la calidad de vida de las zonas próximas a la raya” son otros ingredientes de un camino común que, como no podía ser de otra forma, terminó confluyendo en la treintena de viajes realizados por Miguel de Unamuno a Portugal, de los que nació “un iberismo histórico, cultural, literario y, en definitiva, afectivo” que ha marcado el camino de una Comunidad, Castilla y León, “que quiere fomentar día a día su unión con Portugal para seguir avanzando en proyectos compartidos”.
Grado Honorífico de la Orden de Santiago de la Espada
Al margen de los discursos, durante del acto el rector de la Universidad de Salamanca recibió de manos del presidente portugués, con motivo de la conmemoración del VIII Centenario, el Grado Honorífico de la Orden de Santiago de la Espada. La condecoración, que recae por vez primera en una universidad no portuguesa, premia el mérito literario, científico y artístico de la Casa de Estudios salmantina.
Esta Orden, relacionada con la española de Santiago, fue fundada por Fernando II de León en 1170 e introducida en 1172 en Portugal, país del que pasó a ser propia en 1326. La Reformada en 1789 por la reina María I para premiar el mérito civil y, de nuevo, en 1862 hasta extinguirse, como todas las órdenes honoríficas de la monarquía con la implantación de la República en 1910, fue restaurada en 1919.
El distintivo de la Orden es una cruz en forma de espada, de color rojo y enmarcada en oro colocada sobre dos palmas entrelazadas de color verde enmarcadas en oro. Entrelazado entre las palmas se encuentra un listón blanco con la leyenda ‘Ciências, Letras e Artes’ escritas en color dorado.
En su historia, la Orden de Santiago de la Espada has sido concedida a dignatarios, presidentes y monarcas de todo el mundo, así como a premios Nobel como José Saramago (1999); a escritores como Guerra Junqueiro (1920) o Agustina Bessa Luís (2006); a pintores como Columbano Bordalo Pinheiro (1920), Paula Rego (2004) o Carlos Reis (1940); al doctor José de Azeredo Perdigão (1958); al profesor Inocêncio Galvão Teles (1960), a la actriz Amélia Rey Colaço (1978), al compositor Fernando Lopes Graça (1981); al cineasta Manoel de Oliveira (1988); o a los poeta Alexandre O’Neill (1990, a título póstumo) y a Sofia de Mello Breyner Andresen (1998).
Asimismo, la Orden ha distinguido a distintas instituciones como la Academia de Ciências (1930), la Universidad de Coimbra (1940) o la Academia Portuguesa de História (1941). En 2011 el presidente de Portugal, Cavaco Silva, otorgó el título de Miembro de Honor de la Orden a las Universidades de Porto y Lisboa, así como al Instituto Superior Técnico y al Instituto Superior de Economia e Gestão. Es este mismo honor el que ha recibido hoy la Universidad de Salamanca con motivo de su VIII Centenario.
Descubrimiento de un vítor y visita a la Biblioteca
Tras abandonar el Paraninfo, el Rey Felipe VI y el presidente Rebelo de Sousa han descubierto un vítor conmemorativo en el Claustro Bajo del Patio de Escuelas Mayores, junto al aula Alfonso X, en el que figura la leyenda “S.M el Rey Felipe VI y S.E. el presidente de la República Portuguesa Marcelo Rebelo de Sousa visitaron la Universidad de Salamanca con ocasión de su VIII Centenario. 18 de abril de 2018”.
Posteriormente han visitado la Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca, donde han firmado en el Libro de Honor y han sido obsequiados con la reproducción de un ejemplar de la trigésima primera edición de Theatrum Orbis Terrarum.
Considerado el primer atlas moderno, es obra del cartógrafo flamenco Abraham Ortelius –conocido como el Ptolomeo del siglo XVI-. Fue editado por primera vez en Amberes en 1570. Originalmente contenía 70 mapas y 87 referencias, que crecieron hasta 167 y 183 en su edición de 1612, la número 31. A lo largo de la historia la obra se ha publicado en latín, alemán, holandés, francés, español, inglés e italiano.
El Rey Felipe VI y el presidente de la República Portuguesa han recibido una edición limitada facsimilar de la edición del Parergon de 1624, con grabados de Jan Wierix, que se encontraba encuadernada con la edición de 1612.
El original a partir del que está hecha esta edición se conserva en la Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca y su título completo esAbrahami Ortelii Theatri orbis terrarum Parergon, siue veteris geographiae tabulae: commentarijs geographicis et historicis illustratae. La Biblioteca Universitaria conserva, además de este, otros ejemplares de las primeras ediciones, así como de algunas de las traducciones de la obra.
VIII Centenario de la Universidad de Salamanca
La Universidad de Salamanca cumple 800 años, lo que la convierte en la primera de las universidades españolas y una de las más longevas del mundo. Celebra por ese motivo sus ocho siglos de historia, que lo son también del sistema universitario de nuestro país.
Bajo la Presidencia de Honor de los Reyes de España, la efeméride, catalogada como acontecimiento de Estado, desarrolla un programa que tiñen el Estudio salmantino y la ciudad de eventos al tiempo que la Universidad de Salamanca pone de relevancia sus valores como cuna del Humanismo y patria intelectual de recordados estadistas, su riqueza patrimonial y su condición de pionera y líder en la enseñanza del Español.
La efeméride tampoco pierde de vista objetivos estratégicos de la celebración como el liderazgo internacional en Educación Superior, el fomento de la excelencia académica, la puesta en valor y recuperación del patrimonio y las infraestructuras o la promoción nacional e internacional de la institución académica salmantina.